Parece que os habéis cansado de aguantar incómodos ataques de hipo y queréis saber si realmente existe algún remedio efectivo (lejos de mendigar sustos fortuitos a familiares, amigos y vecinos) para acabar con el característico "¡hip!". A pesar de que todos hemos oído que existen técnicas supuestamente efectivas para acortar el síntoma, estas no son infalibles: la aleatoriedad con la que ocurren los ataques hace que sea difícil realizar ensayos clínicos grandes y bien controlados sobre posibles tratamientos a corto plazo.
Según este estudio, publicado en 2016 en el British Journal of General Practice, estimular la nasofaringe (parte del cuerpo que comprende la nariz y garganta), por ejemplo, bebiendo un vaso de agua; la zona vagal (nervios craneales), aplicando una compresa fría en la cara, o hacer determinadas maniobras respiratorias podrían sernos de ayuda para quitar el hipo, siempre y cuando se trate de un ataque transitorio. ¿Por qué?
El hipo es la consecuencia de un movimiento brusco e involuntario del diafragma. Al inspirar, este se contrae para dejar espacio a los pulmones pero, cuando su movimiento se altera (por ejemplo, por comer demasiado deprisa o en situaciones de estrés), desciende de forma violenta. Es entonces cuando el aire entra repentinamente en la garganta y choca contra la laringe y las cuerdas vocales dando como resultado ese (en un primer momento divertido y, a la larga, a veces fastidioso) "hip".
Por eso, estimular la laringe, la nariz o el nervio vago (uno de los doce pares de nervios craneales, desde el bulbo raquídeo hasta las vísceras) todos ellos involucrados en el proceso, podría ayudar a mitigar esta pequeña anomalía: el propósito de estas maniobras es el intento de interrumpir las contracciones diafragmáticas repetitivas. Para ello, el estudio recomienda, entre otras prácticas, beber agua, masajear el seno carotídeo (una pequeña dilatación del tracto de salida de la arteria carótida interna) o realizar maniobras respiratorias como toser, utilizar una bolsa de papel o contener la respiración.
"Aunque hay descritas cerca de un centenar de maniobras físicas, y varios tratamientos farmacológicos, en la actualidad no se dispone de ensayos randomizados y controlados acerca del tratamiento del hipo", expone este otro estudio. Y añade que cualquier maniobra que produzca una estimulación vagal es susceptible de acabar o acortar uno de estos episodios.