Seguro que en los últimos días has visto un vídeo en el que se denuncia el supuesto cierre de un gallinero en Cangas de Onís (Asturias) después de que el dueño de unos apartamentos rurales denunciara que el canto de unos gallos impedía descansar a sus huéspedes.
Aunque el conflicto entre el dueño del gallinero y el de los apartamentos es real, algunos medios de comunicación e implicados en el incidente han difundido datos inexactos respecto a lo que de verdad ocurrió.
Te lo explicamos:
No, ningún juez ha ordenado el cierre de un gallinero en Cangas de Onís
El hombre que aparece en el vídeo criticando la decisión de cerrar el gallinero afirma que fue tomada por "el juez o la jueza", algo que también aseguró El País en un contenido publicado el 7 de mayo –ya han rectificado– y la Cadena COPE al día siguiente. No es cierto.
Tanto el dueño del gallinero como el de los apartamentos rurales han confirmado a Maldita.es que es el Ayuntamiento de Cangas de Onís y no un juez quien ha ordenado "el cese inmediato de la actividad de cría de gallos", como se puede comprobar en la resolución administrativa que resuelve la disputa.
El periodista de Julia en la Onda (Onda Cero) Goyo Benítez ya publicó en su cuenta personal de Twitter que el dueño del gallinero le había desmentido que la decisión hubiera sido tomada por un juez. De hecho, hablaron de ello en el programa del pasado lunes, 6 de mayo.
Las mediciones sobre cuándo empiezan a cantar los gallos
El alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, aseguró en una intervención en el programa Más de Uno, de Onda Cero, que los gallos del gallinero en cuestión "empiezan a cantar a partir de las cinco de la mañana". Por su parte, el hombre del vídeo cuenta "que un pollo cante a las siete de la mañana o a las seis, cuando empieza a salir el sol, es lo normal".
La realidad es que en la medición acústica llevada a cabo por la Dirección General de Vivienda del Principado de Asturias en febrero de 2019 se puede ver cómo los gallos ya cacareaban a las dos de la mañana. Esto se puede comprobar en el informe técnico de la medición, al que ha tenido acceso Maldita.es.
En dicho informe también se incluyen los decibelios registrados a través de los dos procedimientos de medición empleados. En uno de ellos, el pico máximo de sonido se grabó a las 2:23 de la mañana.
La orden de cierre del gallinero no es por el ruido, sino por no tener licencia *
A pesar de los que el informe técnico sobre la medición acústica muestra que se superan los límites durante el periodo de noche, la orden de cese de la actividad está fundamentada en que la actividad no tiene licencia. En los fundamentos de derecho de la resolución se especifica que "el ejercicio de cualquier actividad que precise licencia de apertura sin haberla obtenido la convierte en clandestina" y que "procede la clausura de la actividad de cría de gallos [...] sin la preceptiva licencia de apertura o de actividad".
Maldita.es ha intentado hablar con el Ayuntamiento de Cangas de Onís para recoger su versión de los hechos, pero no ha sido posible por la falta de departamento de prensa en el Consistorio y la indisponibilidad del alcalde, José Manuel González Castro.
El artículo ha sido actualizado para concretar que el cierre del gallinero se debe a no tener licencia de apertura o actividad, no por el ruido que causan.