Se está moviendo mucho en redes sociales un mapa que indica cuál sería el supuesto voto útil para los votantes de izquierdas que quieran conseguir que los partidos de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) obtengan el menor número de escaños posibles.
Este mapa ha sido creado por Luis Rueda (@luisrueda96), que lo publicó por primera vez en su tablón el 4 de noviembre, y que cuenta con más de 4.000 retweets:
Según el propio tweet, el autor ha calculado cuál sería el partido que recibiría el último escaño a partir de la media de encuestas y a cuántos votos se quedaría un partido del bloque contrario (izquierda-derecha) de obtenerlo.
¿Qué sabemos sobre la metodología de este mapa? ¿Es fiable? Te decimos lo que sabemos.
Predicción basada en una media de encuestas y el método D’Hondt
Maldita.es se ha puesto en contacto con Luis Rueda, el creador del mapa, para preguntarle por la metodología seguida. El autor nos ha explicado que realizó una media de las encuestas hasta el 4 de noviembre, estima que habrá una participación del 69% “para poder simular los números de electores y plasmar mejor la batalla por el último diputado”. Y para estimar cómo se repartirían por provincias, ha utilizado las predicciones del CIS preelectoral y la encuesta de GAD3 que incluye reparto por circunscripciones.
Después, a partir del porcentaje de voto que calcula para cada provincia, el autor nos explica que ha utilizado una calculadora online para hace el reparto mediante el método D’Hondt para cada una de las provincias, ha comprobado con cuántos votos se ha obtenido el último escaño y la diferencia de votos entre este partido y el que más cerca se ha quedado de conseguir ese escaño.
Por ejemplo, si la simulación indica que en Sevilla el último escaño lo obtendría Unidas Podemos y que el siguiente mayor cociente es del PP, estimaría que el “voto útil” para la izquierda es para la formación morada. En una provincia en la que el último escaño se lo llevara Vox y el siguiente mayor cociente correspondiera al PSOE, el voto útil de la izquierda sería para este partido.
Una apuesta muy arriesgada, según los expertos
El periodista especializado en encuestas Kiko Llaneras nos explica que el principal problema de esta estimación es que “las encuestas no son una herramienta tan precisa como para permitir conocer cuál es el último escaño que baila. Un margen de error en una de ellas de, por ejemplo, un 3% en Madrid puede causar una variación de entre tres y cinco escaños, no solo uno”. Llaneras también explica que “una encuesta tiene de media un error de entre 5.000 y 10.000 votos arriba y abajo, con lo que no se puede estimar que sólo haya un escaño en juego, y que los demás sean seguros.”
El segundo error que ve Kiko Llaneras a esta predicción es que “el mapa predice que habrá un escaño en juego entre un partido de izquierdas y otro de derechas en todas las provincias, lo que es extraño. Normalmente, las encuestas, además de estimar más de un escaño en juego, lo reparten entre tres o incluso cuatro partidos”.
Alberto Penadés, profesor de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca y doctor en Ciencia Política, considera que “este tipo de mensaje, en todo caso, sería válido para los votantes indecisos y para los abstencionistas. Si por ejemplo los votantes del PSOE en una circunscripción en la que se recomienda votar hacen caso al mapa pueden hacer perder un escaño a su partido y no hacer ganar uno más a nadie del mismo bloque. Para hacerlo más exacto, estaría bien que se dijera de qué partido tendrían que venir estos votos.”
Por lo tanto, de acuerdo con los expertos, este mapa que se ha viralizado en los días previos a las elecciones generales del 10 de noviembre no sería del todo fiable: Las encuestas no son tan exactas como para acotar el último escaño, este estaría entre más de dos partidos (y no siempre entre uno de izquierdas y otro de derechas) y la estimación sólo serviría para los votantes indecisos y los abstencionistas.