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MALDITA TECNOLOGÍA

¿Por qué no es recomendable subir fotos de menores a redes sociales? Consecuencias, responsabilidades y cómo denunciarlo

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Claves
  • Las fotos o vídeos de menores que compartimos en redes sociales pueden escapar a nuestro control y utilizarse para el ciberacoso, la suplantación de identidad, grooming y la manipulación de imágenes con IA
  • Los progenitores o tutores legales tienen la autoridad y responsabilidad sobre la imagen de los menores hasta los 14 años. Luego, son los jóvenes los que pueden decidir qué se publica de ellos y qué no 
  • Si se publica una foto de nuestros hijos en redes sin consentimiento, podemos pedir al usuario o a la plataforma que la elimine. Si no se hace, es posible poner una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)
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Durante el verano, es común ver que nuestros contactos en redes sociales comparten fotos y vídeos de sus hijos, sobrinos o niños y niñas disfrutando de la playa o la piscina. Incluso podemos ser nosotros los que publicamos un estado en WhatsApp o un TikTok con los más pequeños de la familia o los hijos de nuestros amigos. Los motivos suelen ser inocentes, como compartir momentos de nuestro verano con las personas que nos siguen. 

Sin embargo, lo que publicamos en internet fácilmente puede escapar a nuestro control y dejar marca en la huella digital de los menores. No solo eso, las imágenes o vídeos pueden terminar en las manos equivocadas y utilizarse para el ciberacoso, la suplantación de identidad, grooming y, lo que es cada vez más común, la manipulación de imágenes con inteligencia artificial para generar contenido sexual. Por lo mismo, los expertos llaman a la precaución a la hora de publicar contenido de niños y niñas en redes sociales. 

Si una cuenta ajena, como la de un centro educativo, comparte una foto de nuestros hijos, podemos pedir que la eliminen si tienen menos de 14 años. Hasta esa edad, el tratamiento de los datos personales de los menores, como la imagen, queda en manos de los padres o tutores legales. ¿Qué opciones tenemos para ejercer su derecho de supresión? Primero, solicitar directamente al usuario que elimine el contenido. Si no acepta, podemos utilizar los mecanismos de denuncia dentro de las plataformas. Si falla también, es posible presentar una reclamación en la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). El proceso es el mismo para mayores de 14 años, pero son los afectados los que pueden hacer el proceso directamente.

La exposición de menores en redes sociales puede repercutir en su huella digital y hacerlos vulnerables a la suplantación de identidad, ciberacoso y manipulación de imágenes con IA

El 89% de las familias en España comparten contenidos de sus hijos en Facebook, Instagram o TikTok cerca de una vez al mes, según una encuesta realizada entre padres y madres de menores de 9 a 17 años. Es lo que se conoce como sharenting, la costumbre que tienen los familiares de subir fotos y vídeos de los niños y niñas a las redes sociales. Pero ellos no son los únicos. Es común que centros escolares, deportivos o asociaciones tengan sus propias cuentas y compartan fotos de los menores que participan en sus actividades; o que usuarios comunes capturen y compartan imágenes de niños, por ejemplo, amigos o un fotógrafo. 

El problema es que “una vez que se envía, aunque sea a un círculo pequeño de personas, la imagen escapa a nuestro control y podría convertirse en pública, a todos los efectos, si se comparte o se descarga por nuestros contactos”, advierte la profesora de Cibercomunicación y Nuevos Medios Laura Cuesta en The Conversation

Aunque nos parezcan fotos inocentes, estas pueden terminar en las manos equivocadas. En un 72% de los casos de agresores sexuales penados había imágenes cotidianas de menores no sexualidas, según el informe Perfil del detenido por delitos relativos a la pornografía infantil. “Esto se aplica especialmente a esas fotos inofensivas y familiares en una piscina o en la playa, ya que nunca se sabe dónde puede acabar ese contenido”, señala la experta. 

Compartir este tipo de imágenes puede repercutir en la huella digital del menor (el rastro que existe en internet sobre él) y dar lugar a riesgos graves como la suplantación de identidad, ciberacoso y grooming (te lo explicamos aquí). Otro mal uso que es cada vez más popular es la creación de deepfakes e imágenes manipuladas de índole sexual con inteligencia artificial generativa, donde se incorpora la imágen de niños y niñas en fotos o vídeos de carácter pornográfico. 

Los padres o tutores legales son los responsables de la privacidad de los menores hasta los 14 años 

En España, la Ley de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD) establece que, desde los 14 años, los menores tienen autonomía sobre su privacidad. Hasta esa edad son los padres o tutores legales quienes deciden cómo se gestionan sus datos personales, como la imagen. “A los 14 años, un niño español es el gestor único de su privacidad (o de la falta de ella) y los padres prácticamente no tienen potestad para discutirles legalmente”, detalla en su blog el profesor y perito judicial informático José Pablo Duchement

Ojo, que los padres tengan ese derecho hasta los 14 años no significa que deban hacer o publicar lo que quieran. Cuesta sostiene que “los derechos de la infancia deben estar por encima de los nuestros” y, por lo tanto, “los padres y madres están obligados a velar por la seguridad y bienestar de los hijos”. 

En su artículo en The Conversation, Cuesta recomienda: 

  • Reflexionar antes de publicar, ¿nos gustaría que la foto estuviera en manos de personas desconocidas? ¿Cómo podría perjudicar al menor en un futuro? 

  • Empatizar con los menores y su sensibilidad, y preguntarles siempre antes de publicar una foto. 

  • Compartir esta preocupación con los familiares cercanos, para que respeten la voluntad de los menores y tengan conocimiento sobre los riesgos.

  • Configurar la privacidad de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, para que los usuarios que no sean contactos no puedan acceder ni descargar las imágenes.

  • Desactivar la opción de etiquetado en redes sociales, de esta manera no podrán etiquetarnos ni a nuestros hijos sin autorización.

Podemos pedir la eliminación de las fotos de nuestros hijos a través de las redes sociales y si el mecanismo falla, acudir a la AEPD

Como decíamos, no siempre está bajo nuestro control lo que se publica de nuestros hijos e hijas. Ya sea que la foto la compartió un familiar sin consultarnos antes, el centro educativo del niño o un completo desconocido, si el afectado es menor de 14 años, son los padres quienes deben exigir la retirada del contenido y ejercer el derecho de supresión (exigir que se eliminen sus datos personales) por él o por ella.

Para hacerlo, los expertos sugieren

  1. Pedir al usuario que lo elimine. Como primer paso, podemos contactar con quien ha subido la imagen, solicitar su eliminación y explicarle por qué no queremos que se comparta ese tipo de contenido.

  2. Solicitar la retirada a la red social. Todas las redes sociales, como X (Twitter), Instagram, Facebook, Youtube y TikTok, tienen disponibles formularios para pedir la eliminación de contenido sensible. 

Si estas opciones fallan, tenemos tres vías de actuación: 

  • Poner una reclamación ante la AEPD. Si ya ha pasado un mes y la red social no ha respondido a nuestra solicitud, podemos rellenar una reclamación en la Sede Electrónica de la Agencia. Es fundamental que incluyas una copia de la petición que hayas realizado antes a la red social. 

  • Denunciar ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La razón sería un posible delito contra la intimidad personal, aludiendo a la naturaleza penal de la situación (injurias y delitos contra la intimidad). 

  • Ingresar una demanda civil en un juzgado. Se justifica en la infracción de derechos de imagen e intromisión ilegítima al derecho al honor, de naturaleza civil. 


Primera fecha de publicación de este artículo: 28/08/2024

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