Ya se está entregando en España el conocido como DNI 4.0, un nuevo documento que viene a cumplir con la nueva normativa europea sobre el refuerzo de la seguridad de los documentos de identidad de los ciudadanos de la Unión Europea. A diferencia de sus antecesores, contará con varias características tecnológicas nunca utilizadas hasta ahora. De hecho, se espera que todos los ciudadanos puedan llevar de forma oficial el DNI a través de una app de identificación ciudadana que la UE ya está desarrollando para el año que viene.
El carné cuenta con un chip con capacidad suficiente para almacenar datos personales como la huella dactilar, la firma o una imagen de nuestra cara. Según recoge esta presentación de Enrique Taborda, comisario general de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, el chip tiene una capacidad de 350 kilobytes, y “permite almacenar imágenes faciales de mayor resolución, esenciales para obtener los mejores resultados en el reconocimiento facial en el paso rápido de fronteras”.
Esta capacidad para almacenar los datos biométricos faciales es una de las principales novedades del documento. Con la llegada del nuevo DNI, el Ministerio del Interior contará con un registro de las medidas faciales de los ciudadanos, que después podrá usar para su identificación en casos concretos, como el paso fronterizo.
Sobre la identificación de personas en las fronteras Schengen y la puesta en marcha de un sistema común que pueda reconocernos al entrar o salir de un país ya os hablamos en este artículo largo y tendido.
Según recoge el pliego presentado por el Cuerpo Nacional de Policía el 8 de julio en el que se busca un desarrollador para la parte técnica del proyecto, la base de datos facial se explica de la siguiente manera: “Se pretende la adquisición de un sistema automático de identidad digital biométrico para aplicaciones de documentación de ámbito civil que permita la identificación y verificación de identidad de los ciudadanos tanto mediante el uso de biometría facial como dactilar”.
Guardará datos de nuestro rostro para llevar a cabo reconocimiento facial
¿Pero no se utilizaba ya antes la fotografía para identificar visualmente al dueño del documento? Sí, pero hay una diferencia. Hasta ahora, la fotografía se imprimía sobre el carné y la base de datos del Ministerio del Interior guardaba una copia de dichas imágenes sin opciones de utilizarlas para cotejarlas automáticamente con un vídeo, por citar un ejemplo. Ahora la información que se guardará es la de las medidas precisas de nuestros rasgos, que podrán usarse para nuestra identificación automática sin necesidad de que un policía compruebe que los que salimos en la foto somos nosotros.
Sergio Carrasco, abogado e ingeniero de telecomunicaciones, explica a Maldita.es que la información con la que contará este documento son los “puntos de referencia” de nuestra cara, una especie de escaneo necesario para “que los sistemas de reconocimiento automatizado funcionen”.
“Con estos datos puedes identificar a la persona más fácilmente, al igual que sucede con las huellas dactilares. ¿En qué casos se podrán utilizar por la Policía? En los que establezca la ley, como puede ser la investigación de delitos”, explica.
Otro de los aspectos que destaca Carrasco es el de la seguridad del cifrado. Para acceder a estos datos personales y muy sensibles el chip estará protegido para que “solo se pueda acceder desde sistemas gestionados por el Ministerio del Interior” y que así sea prácticamente imposible que alguien acceda por su cuenta a ellos si perdemos el DNI por la calle.
Como novedad, este nuevo documento de identidad no necesitará que lleves las fotos tamaño carné a la comisaría: te la harán directamente allí para poder registrar de manera directa tus datos biométricos en su base de datos.