Internet está irreconocible. Desde que empezó a dar sus primeros pasos en la segunda mitad de siglo , pasando por el boom de finales de los años 90, cuando los más idealistas veían en la red una utopía de conocimiento (casi) infinito y descentralizado, su infraestructura y organización han cambiado radicalmente. Analizamos el pasado, presente y futuro de la red en nuestra última Twitchería tecnológica.
Internet no ha sido siempre como lo conoces: ¿cuál es su origen?
No todas las personas que leáis este artículo conoceréis el 'mismo' Internet. ¿Cuándo nace el que conocemos ahora? El de Google, los medios de comunicación, las redes sociales, las compras online... Zoraida Frías, doctora en Tecnologías y Sistemas de Comunicaciones y profesora de la Politécnica de Madrid, nos habla del origen primitivo, cuando Internet era una red que funcionaba a base de "paquetes" que transmitían cierta información muy básica, como la voz. El proyecto comenzó en universidades estadounidenses y lo financió DARPA, un organismo de Defensa de Estados Unidos, con la misión de "hacer una red interna que permitiese un uso más eficiente de su información". Años después, nace la World Wide Web, que crea las interfaces y un espacio más similar basados en páginas web al que conocemos ahora.
El oligopolio que lo caracteriza hoy: empresas como Google deciden lo que vemos
"Habrá mucha gente que confunda 'Internet' con directamente un servicio web, como podía ser Google con un buscador, porque gran parte de la experiencia que tiene el gran común de los mortales con Internet es a través de estos servicios", comienza su intervención en la Twitchería tecnológica Carlos Fernández Barbudo, doctor en Ciencias Políticas especializado en tecnología y privacidad. ¿A qué se debe esto? Hay un puñado de empresas, entre ellas Google, que se encargan en cierto modo de "organizar" la información de Internet y "repartir el juego de acceso a las diferentes páginas web", por lo que su capacidad de poder sobre cómo experimentamos nosotros la navegación por la red se limita a lo que nos enseñan estas compañías.
Dónde está Internet a día de hoy: en centros de datos en un puñado de países
Andrea G. Rodríguez, investigadora en el CIDOB y especializada en el impacto de nuevas tecnologías, habla en la Maldita Twitchería de la infraestructura que sostiene Internet: cables submarinos, centros de datos, satélites. "El 50% de los cables pertenecen a Google, Facebook y Amazon y si no les pertenecen a ellos directamente porque los han comprado, también los alquilan a empresas como AT&T y Verizon", añade. Esto hace a la infraestructura de Internet muy vulnerable: la mitad de las estructuras físicas que lo sostienen pertenecen a multinacionales estadounidenses que tienen mucho poder y recursos para mantenerlo sobre lo que es la red a día de hoy. Europa, por su parte, se queda atrás en este dominio de internet.
¿Qué tienen que ver los derechos humanos con Internet?
Javier Pallero, director de Políticas Públicas de Access Now, nos pone varios ejemplos: la libertad de expresión, el acceso a la información, etc. y qué podemos hacer nosotros, los ciudadanos, para asegurarnos de que se respetan: "Hay que interesarse correctamente por el problema, porque muchas veces el interés que hay por ellos es mal usado por los gobiernos autoritarios y abusivos para imponer regulación terrible". Por ejemplo, cita el ejemplo de Malasia y cómo creó una norma sobre noticias falsas para eliminar contenidos de Internet usando como excusa la concentración de las redes sociales, la intervención del expresidente estadounidense Donald Trump en ellas, etc. Al final, ese tipo de regulación también afecta a nuestro acceso y nuestra relación con la red.