Si subimos una imagen a redes sociales, ¿dejamos de ser propietarios de ella? ¿Quién tiene derecho a utilizar las imágenes públicas que luzco en mis perfiles? Facebook, Instagram o Twitter se han convertido en las nuevas plazas del pueblo, y nuestra socialización es ahora muy distinta al estar expuestos a una comunidad global que puede opinar sobre nosotros sin filtro o usar nuestra información en nuestra contra. Hablamos de todo ello y mucho más en la nueva edición de la Twitchería tecnológica.
Fotos de vacaciones, geolocalizaciones y otros datos que te podrían comprometer
Aunque parezca un acto inocente, subir una fotografía de tus vacaciones en Menorca, de tu hijo recién nacido o de tu grupo de amigos puede tener "muchísima relevancia y una trascendencia muy grande". Mònica Vilasau, profesora de Derecho Civil en la UOC y experta en derecho a la intimidad en el uso de la tecnología, nos habló sobre cómo "navegar en la red es una circulación, como ir en coche, y aquí se da un móvil a la gente sin ningún tipo de formación". "Es un arma complicada", explicó.
La recomendación de Vilasau es que nos podamos formar en el uso de las redes y para ello nos dio varios ejemplos prácticos de cómo puede afectar una subida indiscriminada de contenido. Por ejemplo, estando de baja laboral y subiendo una foto perfectamente sanos de nuestras últimas vacaciones o con la cesión de datos biométricos y de geolocalización. ¿Conclusión? Mejor no subirlo.
"Internet se hizo para adorar a tus gatos", pero sus fotos pueden servir para localizarte
La historia de amor de internet y los gatos. Este fue uno de los ejemplos gráficos que utilizó nuestra maldita Paula González, experta en ciberseguridad y jefa de Auditoría en GMV, para enseñar como un acto sin mayor trascendencia puede aportar mucha información sobre nosotros. Subir una foto de nuestro gato suele ser sinónimo de subir un contenido de nuestra casa: por ejemplo, los metadatos de la imagen podrían ser suficientes para saber dónde vivimos.
Además, ofrecer involuntariamente este tipo de información puede sumarse a los problemas que suponen las filtraciones de bases de datos de servicios que usamos todos. Por ejemplo, Facebook, LinkedIn o Phone House han sufrido recientemente este tipo de brechas. ¿Qué significa esto? Mucha información útil para los ciberdelincuentes. "Si puedo sacar información de las redes sociales puedo ajustar mi estafa cada persona. Si puedo conseguir teléfono y nombre a través de filtraciones de Facebook, por ejemplo, ya me pueden identificar y llamarme diciendo que son de mi compañía telefónica", explicó González.
Antes de subir una foto de tus hijos pequeños... igual piénsatelo dos veces
¿Te suena el sharenting? Así se denomina al fenómeno, cada vez más común, en la que los padres suben fotos a sus redes sociales de sus hijos. Para hablar de esto contamos con Jorge Flores, fundador de la asociación Pantallas Amigas, quien subrayó durante su intervención que "la privacidad es un factor de protección, y sobre todo para los menores. Se está haciendo un uso abusivo de este tipo de imágenes".
Flores aprovechó su paso por la Twitchería para compartir un decálogo de buenas prácticas elaborado por Pantallas Amigas y la Agencia Española de Protección de Datos enfocado a los padres que suben de manera habitual este tipo de contenido relacionado con sus hijos.
"Hay que frenar ese impulso natural y comprensible, incluso bonito, de compartir eso que los padres viven con pasión. Damos diez razones, aunque con la primera ya bastaría: no somos propietarios de sus derechos de imágenes, sino guardianes o albaceas de los mismos. Mal lo estamos guardando si publicamos sus imágenes", explicó. Y lo más importante: no olvidarnos de que los hijos, sobrinos o primos pequeños también son personas: simplemente tienen menos edad nosotros, como dice Flores.
Cuando queremos borrar un contenido de las redes, seguramente es que "ya sea un poquito tarde"
¿Es muy difícil borrar un contenido que ya se ha subido a las redes sociales? Samuel Parra, abogado especializado en protección de datos en e-Privacidad, nos explica que sí. "Una vez que el contenido se ha desperdigado por internet perdemos automáticamente el control de ese contenido. Es una obviedad y mucha gente cree que lo sabe, pero en realidad no", afirmó el letrado.
Además de explicar ejemplos concretos como comentarios en foros que pueden afectar en una selección de trabajo o la grabación de material pornográfico, Parra incidió en la necesidad de pensar dos veces antes de subir cualquier tipo de contenido. "Si compartimos algo aparentemente inofensivo, cuando llega el momento de querer borrarlo es porque ese contenido ya empieza a oler mal y nos perjudica, de una u otra manera. Y ese momento ya es un poquito tarde".
La identidad digital y nuestra necesidad de estar conectados
Para explorar el ámbito más personal de la presencia en redes pudimos contar con, Aurora Gómez, psicóloga y experta en comportamientos ditgitales. Según explicó, el hecho de compartir fotos de nuestros hijos ejemplifica bien lo que buscamos en las redes sociales. "¿Qué es lo que buscaban las madres cuando estaban compartiendo? Narcisismo nos lo imaginamos, el lucro también puede existir en otros casos... pero muchas veces lo que se busca es apoyo. Sentirse conectada y que le den consejos", afirmó.
Para Gómez, explorar la identidad a través del mundo digital puede explotar nuestras vulnerabilidades ya que en redes podemos recibir feedback indiscriminadamente de todos los usuarios. "Si nos refuerzan con likes entenderemos que lo que hacemos es un comportamiento adecuado y lo haremos más. Hay gente que ha hecho cosas horribles en directo a través de internet solo porque recibía feedback positivo por ello", concluyó.
Primera fecha de publicación de este artículo: 28/05/2021