MENÚ

Las desinformaciones sobre el derribo de presas y pantanos en España

Publicado
Actualizado
Claves
  • Una narrativa desinformadora relaciona la sequía en España con el derribo de presas
  • La capacidad de los embalses en la España peninsular ha aumentado en los últimos años
  • Las barreras demolidas estaban en desuso o debían destruirse por ley al haber terminado su concesión, según los expertos consultados. La mayoría, además, son azudes, pequeñas estructuras que no acumulan agua
Comparte
Etiquetas

Con la situación de sequía prolongada en España que ya se nota en la agricultura, en las restricciones al consumo y en unos embalses cada vez menos llenos, circulan capturas de titulares sobre derribos de presas y embalses en España (como estos de RTVE o La Vanguardia) junto con mensajes que culpan al Gobierno de España o a la Unión Europea de generar una “sequía provocada”.

Pero se trata de una desinformación porque los obstáculos demolidos, o bien estaban en desuso, o bien debían derruirse por ley al haber finalizado su concesión (el permiso para tener el derecho al uso privativo del agua). La mayoría eran azudes (barreras que desvían parte del caudal de un río para el riego y otros usos y que no embalsan el agua) de tamaño reducido. Además, de haberse derribado grandes presas como sugiere esta narrativa, la capacidad de los embalses en la España peninsular habría disminuido en los últimos años, pero ha aumentado.

Ha aumentado la capacidad de los embalses en la España peninsular

Si en los últimos años (al menos 2021 y 2022) se hubieran derruido cientos de presas, como dicen los contenidos desinformadores, la capacidad total de los embalses habría disminuido, pero la realidad es que ha aumentado. Los datos del Boletín hidrológico peninsular que elabora semanalmente el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) muestra cómo ha incrementado la capacidad de los embalses en la España peninsular en los últimos años.

A 24 de abril de 2023, la capacidad del total de embalses es de 56.069 hm3. Tres años antes, en abril de 2020, la capacidad total era de 55.622 hm3, un 0,8% menos. Diez años atrás, la última semana de abril de 2013, era aún menor: 55.326 hm3.

La mayoría de las estructuras demolidas son azudes, barreras que no embalsan el agua

Estos contenidos se basan en el informe ‘Dam Removal Progress 2021’ de la organización Dam Removal Europe (Demolición de Presas Europa) y la Fundación Mundial de Migración de Peces donde se enumera por países el derribo de obstáculos en los ríos para “restaurarlos” año a año. Si en 2021 fueron 108 barreras eliminadas en ríos de España, en 2022 fueron 133, según sus cálculos, basados en las cifras de organismos oficiales e información aportada por miembros de la red y otros usuarios.

Pero no se trataba de pantanos, embalses o presas (la pared que cierra los embalses) en usosino sobre todo de “pequeñas sobreelevaciones sobre el cauce para facilitar algún tipo de toma para riegos” como los azudes (barreras que desvían parte del caudal de un río para el riego y otros usos y que no embalsan el agua), señalan a Maldita.es desde el Grupo del Agua del Comité de Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

Según datos oficiales del MITECO, en los últimos años se han derribado en España decenas de azudes anualmente. En 2021 fueron derribados al menos 95 azudes (aunque en los datos descargables, una estructura derribada en 2021 figura como "presa"). Hay un total de 74 azudes para los cuales no se indica la fecha de derribo.

Número de azudes demolidos por demarcación hidrográfica y por año. Fuente: MITECO

“Los trabajos de demolición que se han efectuado han sido sobre 621 azudes y obedecen a la pérdida de funcionalidad o a garantizar el buen estado de masas de agua y la continuidad fluvial”, indica el MITECO a Maldita.es. Hemos preguntado para saber si esta respuesta corresponde al periodo 2000-2022. Además, estos azudes derribados no eran de gran tamaño, según los datos disponibles: del total recogido por el MITECO en el periodo 2000-2021, el 65,8% de los azudes demolidos de cuya altura hay datos tenían menos de dos metros y el 29,8%, de dos a cinco metros.

Demolición del azud Matabosch en el río Ter en Torelló. Formaba parte la antigua central hidroeléctrica de Can Casaramona, que dejó de funcionar durante la década de los 80 y su licencia acabó en 2017. Fuente: Agència Catalana de l’Aigua. URL: https://damremoval.eu/portfolio/matabosch-spain/

Estas estructuras no afectaban al suministro de agua. “Ninguna confederación hidrográfica de España ha demolido ninguna presa cuyo embalse pudiera contribuir al suministro de agua y paliar los efectos de la sequía”, responde la Confederación Hidrográfica del Tajo preguntada por Maldita.es. “No se ha demolido ninguna presa que tenga funcionalidad para suministrar agua”, indica el MITECO.

En concreto, los derribos realizados en la cuenca del río Tajo, el más largo de la península ibérica, no han sido embalses sino normalmente azudes que han perdido su función, indica la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). En estos casos las autoridades deben eliminar la infraestructura, según el Reglamento del Dominio Público Hidráulico. La ley también obliga a derribar una presa cuando finaliza la concesión de su uso, como explicamos más adelante.

Azud de Navarejos, en desuso, en el cauce del río Lozoya. Autor: Calima. Fuente: Wikimedia. URL: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:AzudNavarejos.jpg

En las cuencas de los ríos Miño y Sil “no han sido demolidas presas. Se trataba de azudes sin uso y la decisión de demolición ha sido por pérdida de funcionalidad y para cumplir lo reglamentado para garantizar el buen estado de masas de agua y la continuidad fluvial”, indica a Maldita.es la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Desde 2009 hasta 2022 se han demolido 52 azudes y adaptado 10 en esas dos cuencas, según la confederación. La confederaciones hidrográficas de los ríos Miño y Sil y la del río Tajo son las dos autoridades que gestionan ríos en España que han respondido a las preguntas de Maldita.es.

Infraestructuras en desuso o sin concesión

La inmensa mayoría de estructuras derribadas, azudes u otras, eran “infraestructuras obsoletas, sin propietario reconocido y generalmente en ruinas”, señala a Maldita.es el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. “Sólo un par de estructuras de mayor entidad se han demolido. La causa fue su falta de funcionalidad y que, de mantenerse, podían haber planteado problemas de inundaciones. La capacidad de regulación de estas estructuras tiene muy poca incidencia en los volúmenes disponibles” de agua, aclaran.

El 76% de las infraestructuras derruidas en Europa en 2021 para las que había datos de altura eran de menos de dos metros y estaban en desuso o su concesión de uso no se había renovado, según indica a Maldita.es Jesús Vargas, profesor de Geografía de la Universidad de Málaga y miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía, en base al informe de Dam Removal Europe (página 3). La vida útil de una presa es de 50 a 60 años y “si no se gestiona o se renueva puede generar riesgos importantes. Si está en desuso tiene más sentido demoler que remodelar”, añade el geógrafo.

En la Comunidad de Madrid, la única presa desmantelada “en los últimos años” ha sido la de La Alberca por estar inutilizada. Esta infraestructura nunca ha formado parte de la red de embalses del Canal de Isabel II al no finalizarse su construcción por problemas de filtraciones, señala a Maldita.es la empresa pública que abastece a la Comunidad de Madrid, de cuyo gobierno autonómico depende.

Pao Fernández, directora de proyectos de Dam Removal Europe (Demolición de Presas Europa) y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, incide que “no se ha demolido nunca ningún obstáculo en uso o con concesión en regla” en España. “Su derribo se ha debido a que perjudica a todo río aguas abajo, sobre todo a los humanos. Los que se derriban o no están en los inventarios, o son ilegales por no tener concesión, o llevan años abandonadas y son un peligro al no tener ningún tipo de mantenimiento o reparación, o su concesión ha caducado”.

“En la actualidad se están produciendo desmantelamientos en infraestructuras que ya se encontraban fuera de uso y en instalaciones que, una vez llegado al final del periodo concesional, la administración considera que por motivos ambientales o económicos no es viable su continuidad”, explicó a El Independiente Eduardo Rojo, responsable de mantenimiento de presas de Iberdrola.

Arturo Elosegi, profesor de Ecología Fluvial de la Universidad del País Vasco, señaló a El Confidencial que "hay muchas zonas agrícolas en las que hace 50 años los azudes permitían regar zonas cercanas al río, pero donde hoy en día se ha construido un gran embalse aguas arriba y se ha configurado una red totalmente nueva de canales, así que muchas de las antiguas presas ya no sirven para nada". Algunos de los azudes eliminados podrían haber contribuido al desbordamientos de ríos, según Elosegi: "Un azud eleva la lámina de agua y cuando vienen riadas, provoca que el río se desborde más".

“Absolutamente todos los obstáculos que se han demolido y se está promoviendo demoler están en desuso y/o carecen de concesión. Por lo tanto, son infraestructuras que no tienen ninguna utilidad pública ni privada actualmente. La demolición de estos obstáculos fluviales mejora la circulación de caudales y puede incluso beneficiar a las captaciones aguas abajo que estén en uso y sean legales. En nuestro país hay más de 170.000 obstáculos, casi uno por kilómetro de río, que impiden que la corriente pueda fluir libremente”, apunta Tony Herrera, presidente del Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF). Al acabar la concesión, “la demolición es una obligación legal de la Administración”, recuerda Herrera.

Demoler embalses sin concesión es una obligación legal

El artículo 101 de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas fija que cuando se acaba una concesión, las construcciones existentes “deberán ser demolidas por el titular de la concesión o por la Administración a costa del concesionario”, salvo que su mantenimiento estuviese previsto expresamente en la concesión o lo decida la autoridad que la otorga.

Además, con el fin de la concesión en los embalses con agua aprovechable, “por motivos de seguridad no se pueden dejar sin un responsable que garantice su correcta explotación y mantenimiento” según dicta la legislación de aguas en el artículo 89 del reglamento de Dominio Público Hidráulico, señala la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Es el caso del posible derribo de la presa de Valdecaballeros (Badajoz), a cuya concesión renunciaron Endesa e Iberdrola en 2021. Este embalse se construyó para refrigerar una central nuclear que nunca entró en funcionamiento por la moratoria nuclear de 1984. Actualmente se utiliza para abastecer de agua a dos municipios cercanos, aunque sin concesión específica para ello. Su demolición no afectaría al abastecimiento de agua a la población, según la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), aunque algunos vecinos se oponen al derribo y la Junta de Extremadura ha recurrido la decisión. Antes de esta presa se encuentra el embalse de Cijara y, unos kilómetros aguas abajo, el Guadiana se encuentra embalsado con el embalse de García de Sola/Puerto Peña. En la cuenca del Guadiana hay 53 embalses contabilizados en la web de la CHG. Puedes consultar en qué punto está su posible derribo en nuestro artículo sobre la presa de Valdecaballeros. *

Lo mismo ocurre con la presa de Los Toranes, en Albentosa (Teruel). Construida en el río Mijares, su concesión de 75 años acabó en 2018. Iberdrola, la compañía concesionaria, aceptó el final de la concesión al no verle viabilidad. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictaminó que la eléctrica debía hacerse cargo de su demolición y rechazó el recurso de Iberdrola para que la presa volviese al Estado, como recoge la sentencia.

Este navegador no soporta mostrar archivos PDF. : Descárgalo para poder verlo.

Un vídeo viralizado con estos contenidos que relacionan el derribo de infraestructuras en los ríos con la sequía actual es el de la demolición de la presa o azud de La Gotera, en el río Bernesga (León) en 2011. Estaba sin concesión, con las compuertas en desuso y parcialmente colmatada (llena de sedimentos), explica la Confederación Hidrográfica en el siguiente vídeo. Esta infraestructura se construyó en 1922 como minicentral eléctrica y no abastecía de agua.

Se ha derribado un porcentaje pequeño de los obstáculos obsoletos

“Los obstáculos demolidos en España son todavía una parte mínima de los obstáculos obsoletos, básicamente pequeñas represas y azudes que ya no tienen utilidad alguna, y que por tanto es necesario eliminar para mejorar la continuidad fluvial de nuestros ríos”, señala en la misma dirección Julia Martínez Fernández, directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA).

El informe de Dam Removal Europe indica que España es el tercer país de Europa con más barreras fluviales: 171.203. De ellas, al menos 5.400 barreras podrían demolerse según WWF. Pero sólo “casi un 2% de ellas se ha demolido, muy por debajo del promedio de los países (18,65%)” que analiza el citado informe en 2021, aclara Jesús Vargas.

Esta desinformación también ha sido desmentida por EFE Verifica, miembro de la International Fact-Checking Network al igual que Maldita.es. También es un mito decir que ‘los ríos tiran agua al mar que podríamos aprovechar'. Los ríos transportan nutrientes y sedimentos que alimentan a la fauna y flora, que al embalsar se quedan bloqueados.

* Hemos actualizado esta información el 8 de abril de 2023 con nuevos datos sobre la presa de Valdecaballeros.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Pao Fernández Garrido, directora de proyectos de Dam Removal Europe, que forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es en colaboración con FECYT que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.

Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.

Respuesta íntegra de las fuentes consultadas

Grupo del Agua del Comité de Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos:

Hasta 2021 se habían realizado en España algo mas de 100 demoliciones de estructuras existentes en los ríos. La práctica totalidad de las mismas correspondían a infraestructuras obsoletas, sin propietario reconocido y generalmente en ruinas. Se trata de pequeñas sobreelevaciones sobre el cauce para facilitar algún tipo de toma para riegos.

En otros casos se han eliminado encauzamientos, de escollera u hormigón, con el objetivo de ampliar la llanura de inundación, incrementando la protección frente a inundaciones ya que las futuras avenidas, cuando se produzcan, tendrán menor velocidad y su calado será menor.

Sólo un par de estructuras de mayor entidad se han demolido. La causa residía en la falta de funcionalidad de las mismas y que, de mantenerse, podían plantear problemas de inundabilidad del espacio circundante. La capacidad de regulación de estas estructuras era semanal (podían modular las aportaciones semanales) lo que tiene muy poca incidencia en los volúmenes disponibles.

En todos los casos, las actuaciones de demolición (que se han venido realizando desde hace más de 15 años) han sido de acuerdo con el procedimiento establecido y no han existido problemas de entidad para ser llevados a cabo.

Si se atiende a los valores que periódicamente sobre aportaciones, niveles de embalse y precipitaciones que presentan periódica y regularmente AEMET y las Confederaciones quedan sin sustento real las informaciones de que se está produciendo una “sequía inducida” y mucho menos que esta pudiera traer causa de la demolición de estas infraestructuras menores. Si este argumento numérico (y por tanto, abstracto) no resulta suficiente, basta ver las declaraciones de los principales agentes para determinar la gravedad de la situación.

Jesús Vargas, profesor de Geografía de la Universidad de Málaga y miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía:

P:¿Cuántos obstáculos se han demolido en España y desde cuándo?

R: En 2021 España fue el país europeo que derribó más barreras fluviales con 108 según el informe Dam Removal Progress 2021 de la Fundación Mundial de Migración de Peces. Según este informe el país con más barreras fluviales es Alemania, con 224.658, seguido por Suiza, con 171.693. En tercer lugar se encuentra España, con un total de 171.203. Esto supone que España ha derribado el 0,06 % de sus presas.

Según un estudio de WWF España es el país con más barreras potencialmente destruibles, con 5.423, un 28% del total europeo.

España derribó casi un 2% de sus barreras potencialmente destruibles, muy por debajo del promedio de los países que analiza la Fundación de Migración de Peces (18,65%). El podio lo lidera Estonia (233,33%), que ha derribado más barreras de las que tienen potencial de destrucción, y le siguen Finlandia (29,63%), Montenegro (21,43%) y Países Bajos (10,53%), respectivamente. El criterio para determinar que barreras fluviales son demolibles viene determinado por la Estrategia de la Unión Europea sobre Biodiversidad para 2030 son la ubicación de la barrera en zona protegida, la longitud del río que se pretende reconectar con la eliminación del muro y el porcentaje de hábitat natural en el tramo en cuestión, así como el estado de la infraestructura que puede suponer un riesgo (vida útil de una presa es de 50-60 años y si no se gestiona o se renueva puede generar riesgos importantes. Si está en desuso tiene más sentido demoler que remodelar.

Además, no hay que olvidar que poner obstáculos a un río mediante presas no sólo afecta a la ecología del ecosistema sino que además retiene sedimentos y nutrientes que de forma natural circularían aguas abajo y por tanto, contribuirían a aportar esos sedimentos y nutrientes tanto al suelo, enriqueciendo el suelo para la agricultura, como a la desembocadura de los ríos, que son las zonas de mayor productividad ecológica, zonas de cría de zooplacton y fitoplacton y por tanto, zona de gran productividad por ser zona de cría de muchas de las especies pesqueras que luego se pescan en los caladeros de pesca costeros. Es decir, retener el agua supone retener sedimentos y nutrientes que dejan de ir aguas abajo y por tanto, también pueden afectar no solo al ecosistema sino a otras actividades económicas que necesitan de esos nutrientes y sedimentos.

P: ¿Se trataban de presas que estaban en uso para abastecer a la agricultura y/o a la población?

R: No, el 76% de las presas derruidas [en Europa en 2021] eran de menos de 2 metros, que estaban en desuso o la concesión para su uso no se había renovado.

P: ¿Estos derribos afectan de alguna forma a la capacidad de retener agua y/o a la sequía?

R: No por el volumen útil de estas presas que es ínfimo

Tony Herrera, presidente del CIREF (Centro Ibérico de Restauración Fluvial):

Todos los obstáculos que se han demolido y se está promoviendo demoler están en desuso y/o carecen de concesión. Por tanto son infraestructuras que no tienen ninguna utilidad pública ni privada actualmente. Matizar que en algunos casos, cuando algunos por temas de patrimonio, o porque sí están en uso, no se pueden demoler, lo que se hace es permeabilizarlos, por ejemplo construyendo escalas para peces. Arrojar el dato, aún provisional porque conforme se incrementan los trabajos va subiendo la cifra: en nuestro país hay más de 170.000 obstáculos, casi uno por kilómetro de río, que impiden que la corriente pueda fluir libremente.

Todos los obstáculos que se han demolido y se está promoviendo demoler están en desuso y/o carecen de concesión. Por tanto son infraestructuras que no tienen ninguna utilidad pública ni privada actualmente. Matizar que en algunos casos, cuando algunos por temas de patrimonio, o porque sí están en uso, no se pueden demoler, lo que se hace es permeabilizarlos, por ejemplo construyendo escalas para peces. Arrojar el dato, aún provisional porque conforme se incrementan los trabajos va subiendo la cifra: en nuestro país hay más de 170.000 obstáculos, casi uno por kilómetro de río, que impiden que la corriente pueda fluir libremente.

Según la ley de dominio público hidráulico (reglamento de Dominio Público Hidráulico R.D. 1290/2012 de 7 de septiembre al respecto se exige:

Artículo 126 bis: Condiciones para garantizar la continuidad fluvial

1. El Organismo de cuenca promoverá el respeto a la continuidad longitudinal y lateral de los cauces compatibilizándolo con los usos actuales del agua y las infraestructuras hidráulicas recogidas en la planificación hidrológica.

2. En los condicionados de las nuevas concesiones y autorizaciones o de la modificación o revisión de las existentes, que incluyan obras transversales en el cauce el Organismo de cuenca exigirá la instalación y adecuada conservación de dispositivos que garanticen su franqueabilidad por la ictiofauna autóctona. Igual exigencia tendrá lugar para las obras de este tipo existentes, vinculadas a concesiones y autorizaciones que incluyan esta obligación en su condicionado o que deban incorporar tales dispositivos en aplicación de la legalidad vigente.

3. El Organismo de cuenca promoverá la eliminación de infraestructuras que, dentro del dominio público hidráulico, se encuentren abandonadas sin cumplir función alguna ligada al aprovechamiento de las aguas, teniendo en consideración la seguridad de las personas y los bienes y valorando el efecto ambiental y económico de cada actuación.

4. Para el otorgamiento de nuevas autorizaciones o concesiones de obras transversales al cauce, que por su naturaleza y dimensiones puedan afectar significativamente al transporte de sedimentos, será exigible una evaluación del impacto de dichas obras sobre el régimen de transporte de sedimentos del cauce. En la explotación de dichas obras se adoptarán medidas para minimizar dicho impacto.

Cuando además se trate de aprovechamientos con la concesión caducada es de aplicación lo dispuesto en artículo 89 del citado Reglamento, que señala que:

5. Al extinguirse el derecho concesional revertirán al Estado gratuitamente y libres de cargas cuantas obras hubieran sido construidas dentro del dominio público hidráulico para la explotación del aprovechamiento, sin perjuicio del cumplimiento de las condiciones estipuladas en el documento concesional y, en su caso, las relativas a la reversión de otros elementos situados fuera del demanio.

Si en dicho momento, la Administración hidráulica considerase posible y conveniente la continuidad del aprovechamiento, podrá exigir del concesionario la entrega de los bienes objeto de reversión en condiciones de explotación tal como prevén los artículos 164.3, 165.3 y 167.3 y 4. Si por el contrario lo considerase inviable, o su mantenimiento resultase contrario al interés público, podrá exigir la demolición de lo construido en dominio público de conformidad con el artículo 101 de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas.

Conviene recordar en este punto que el mencionado artículo 101 de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas explícitamente señala que “cuando se extinga la concesión, las obras, construcciones e instalaciones fijas existentes sobre el bien demanial deberán ser demolidas por el titular de la concesión o, por ejecución subsidiaria, por la Administración.”

Por lo tanto, en estos casos, la demolición responde a una obligación legal de la Administración.”

Por tanto: lo que se está demoliendo son obstáculos inservibles que causan fuerte impacto sobre la biodiversidad fluvial (impidiendo por ejemplo la migración de los peces que es fundamental para cumplir con su ciclo vital y también un fuerte impacto sobre la hidromorfología fluvial, es decir la dinámica natural de los cauces (Esta dinámica incluye temas de transporte de sedimentos, nutrientes, conservación de la vegetación natural de las riberas, etc.).

Añadir que la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea, de aquí a 2030 se ha puesto el objetivo de liberar de obstáculos al menos 25.000 kilómetros de río.

Para información detallada y oficial consulta estas dos páginas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) donde se van actualizando datos:

Azudes y pequeñas presas obsoletas demolidas en el Marco de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos

Seguimiento e implantación de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos

P: ¿Estos derribos afectan de alguna forma a la capacidad de retener agua y/o a la sequía?

No, mejoran la circulación de caudales y pueden incluso beneficiar a captaciones aguas abajo que estén en uso y sean legales. La sequía no se soluciona con pequeñas balsas en los ríos, ya existen pozas naturales. Y en cualquier caso, buena parte de los ríos peninsulares, la mayoría, dependen de los niveles freáticos para mantener agua en el cauce durante los meses de más calor y menos lluvias. Cuando hay sequía, si el nivel freático está muy bajo por la sequía las balsas creadas por algunas de estas pequeñas presas también estarán secas porque el agua se infiltrará en el terreno.

Julia Martínez, directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua:

Los obstáculos demolidos en España son todavía una parte mínima de los obstáculos obsoletos (básicamente pequeñas represas y azudes que ya no tienen utilidad alguna) y que por tanto es necesario eliminar para mejorar la continuidad fluvial de nuestros ríos. El número de estas represas obsoletas es todavía muy bajo. Así en 2021 se eliminaron 108 obstáculos, cuando existen miles de obstáculos obsoletos en España. Se trata en todos casos de presas obsoletas, por lo que NO almacenaban agua ni tenían ninguna otra función, ni para agricultura, ni para producción hidroeléctrica ni para abastecer a la población. Por tanto, estos derribos NO afectan en modo alguno a la capacidad de retener agua ni a defenderse de la sequía.

España está entre los 3-4 países de todo el mundo con una mayor proporción de grandes presas por kilómetro cuadrado y también de grandes presas por habitante. Pero buena parte de esa capacidad de almacenamiento está sin uso no por falta de embalses, sino porque los embalses no tienen agua o almacenan sólo una proporción pequeña de su capacidad. El problema de la sequía es que no hay agua, no que falten embalses. Y en todo caso los embalses activos, por usos agrarios, hidroeléctricos o urbanos, no se están tocando.

Pao Fernández Garrido, directora de proyectos de Dam Removal Europe (Demolición de Presas Europa):

España lideró en 2021 y en 2022 las demoliciones ejecutadas durante ese año en concreto. Pero NO LIDERA en número absoluto, en las últimas 3 décadas en Europa, ni mucho menos es la que más ha demolido.

P: ¿Se trataban de presas que estaban en uso para abastecer a la agricultura y/o a la población?

R: No se ha demolido nunca ningún obstáculo en uso o con concesión en regla. Todo obstáculo demolido se ha derribado estaba en desuso o con concesión caducada, y su derribo se debe a que perjudica a todo río abajo, sobre todo a los humanos. Hay 29.882 barreras inventariadas en España, pero el número real está más cerca de 171.203. Se están demoliendo barreras que: o ni siquiera están en los inventarios, o son ilegales por no tener concesión, o llevan años abandonadas (y por consiguiente, sin uso y son un peligro civil al no tener ningún tipo de mantenimiento y reparación), o su concesión ha caducado.

P: ¿Estos derribos afectan de alguna forma a la capacidad de retener agua y/o a la sequía?

R: La demolición de presas no tiene nada que ver con la sequía. Si fuese así, ¿qué pasa con todos esos ríos en Asia, África u otros continentes donde no hay y nunca ha habido presas? Por esa regla de tres, esos ríos tendrían que estar secos. De hecho es todo lo contrario: El almacenar agua en embalses, es la forma más ineficiente y donde más pérdidas de agua se producen, ya que entre un 5-20% de agua se pierde por evaporación (esa cifra aumentará hasta el 40% para el año 2060), eso sí que es tirar el agua. ¿Por qué? Muy sencillo, el agua está estancada, a pleno sol, como en un estanque o piscina, no está protegida como en los acuíferos, donde no hay pérdidas por evaporación ni se generan algas tóxicas (y por eso no se puede utilizar el agua cuando el embalse está a un 20%).

P: Cualquier otra cuestión relacionada.

Si el tener presas y azudes es la mejor forma de almacenar y asegurarse el agua, ¿qué pasa con esos municipios españoles donde el verano pasado sus embalses y pantanos bajaron a un 15% y 10%? ¿Por qué tuvieron que traer camiones cisternas para que esas poblaciones pudiesen beber? ¿Por qué no se podían ni duchar con ese 10%? Si seguimos gestionando, almacenando y utilizando el agua como se hacía en los años 40 y 50, en vez de hacerlo con la tecnología y el conocimiento del siglo XXI, en 30 años nuestros hijos van a tener un gravísimo problema.

Y por último: En los inventarios oficiales solo hay 29.882 de las 171.203, es decir, esos obstáculos están abandonados, sin uso, sin licencia, ilegales. Estamos hablando que tenemos miles de obstáculos que no sirven para nada y sin embargo están perjudicando a nuestro sistema fluvial, y por lo tanto, está perjudicando al ser humano.

Confederación Hidrográfica del Tajo:

La Confederación Hidrográfica del Tajo no ha demolido ninguna presa que tenga funcionalidad para suministrar agua. Las demoliciones que se efectúan, o se ordenan (normalmente azudes) obedecen a estos motivos:

La Confederación Hidrográfica del Tajo no ha demolido ninguna presa que tenga funcionalidad para suministrar agua. Las demoliciones que se efectúan, o se ordenan (normalmente azudes) obedecen a estos motivos:

1º) Pérdida de funcionalidad

2º) Cumplir lo reglamentado para garantizar el buen estado de masas de agua y la continuidad fluvial. El Reglamento del Dominio Público Hidráulico establece en su artículo. 126 bis 4. sobre Condiciones para garantizar la continuidad fluvial: “El Organismo de cuenca promoverá la eliminación de infraestructuras que, dentro del dominio público hidráulico, se encuentren abandonadas sin cumplir función alguna ligada al aprovechamiento de las aguas, teniendo en consideración la seguridad de las personas y los bienes y valorando el efecto ambiental y económico de cada actuación”.

3º) Y en las presas que sí crean embalse de agua aprovechable y pudieran seguir dando servicio una vez extinguida la concesión de aguas a la que sirven (normalmente uso hidroeléctrico o industrial), por motivos de seguridad no se pueden dejar sin un responsable que garantice su correcta explotación y mantenimiento, de acuerdo con la legislación de aguas que contempla específicamente. A la hora de la reversión de tales aprovechamientos. Extracto del artículo 89.4 Reglamento del Dominio Público Hidráulico “Si en dicho momento, la Administración hidráulica considerase posible y conveniente la continuidad del aprovechamiento, podrá exigir del concesionario la entrega de los bienes objeto de reversión en condiciones de explotación tal como prevén los artículos 164.3, 165.3 y 167.3 y 4. Si por el contrario lo considerase inviable, o su mantenimiento resultase contrario al interés público, podrá exigir la demolición de lo construido en dominio público de conformidad con el artículo 101 de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas”. Estas decisiones se adoptan con publicidad, participación y transparencia.

En consecuencia, la actuación de la Confederación Hidrográfica del Tajo, como la del resto de Confederaciones Hidrográficas y la Dirección General del Agua se atiene al cumplimento de las obligaciones encomendadas y al sentido común, y en ningún caso se ha propiciado la demolición de presas que no respondan a estos criterios y obligaciones, no se ha demolido ninguna presa cuyo embalse pudiera contribuir al suministro de agua y paliar los efectos de la sequía.

Confederación Hidrográfica del Miño-Sil:

P: ¿Sabes cuántos obstáculos se han demolido en la Cuenca del Miño-Sil y desde cuándo? ¿Cómo se desglosa por tipo de obstáculo (azures, embalse, represas, otros tipos de obstáculos...)?

52 azudes demolidos de 2009 a 2022, 10 adaptados y 169,3 kilómetros de río conectados

P: ¿Se trataban de presas que estaban en uso para abastecer a la agricultura y/o a la población?

R: No, no han sido demolidas presas, se trataba de azudes sin uso y, en este sentido, la decisión de demolición obedece a los siguiente motivos:

1º) Pérdida de funcionalidad

2º) Para cumplir lo reglamentado para garantizar el buen estado de masas de agua y la continuidad fluvial. El RDPH establece que (art. 126bis. Continuidad fluvial): “4. El Organismo de cuenca promoverá la eliminación de infraestructuras que, dentro del dominio público hidráulico, se encuentren abandonadas sin cumplir función alguna ligada al aprovechamiento de las aguas, teniendo en consideración la seguridad de las personas y los bienes y valorando el efecto ambiental y económico de cada actuación”.

P: ¿Estos derribos afectan de alguna forma a la capacidad de retener agua y/o a la sequía?

R: No, las actuaciones ejecutadas se atienen al cumplimento de las obligaciones encomendadas y al sentido común y en ningún caso se ha propiciado la demolición de obstáculos que no respondan a estos criterios y/u obligaciones.

P: Cualquier otra cuestión relacionada.

R: En resumen, indicar que se ha mejorado la continuidad longitudinal de 169,32 km de cauces

Canal de Isabel II (Comunidad de Madrid):

En la Comunidad de Madrid, la única presa desmantelada en los últimos años ha sido la de La Alberca, que estaba inutilizada y que nunca ha formado parte de nuestra red de embalses.

Con esta actuación, que llevó a cabo el Ente Canal, se cumplió con el objetivo de la Directiva Marco del Agua y la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, al recuperar el estado natural y dar continuidad longitudinal a un cauce que estaba interrumpido por una infraestructura sin uso y que contaba con una anomalía grave en su cimentación (https://www.20minutos.es/noticia/4977015/0/presa-alberca-cenicientos-mayor-charca-europea-anfibios/).

Como sabes, en Canal de Isabel II gestionamos 13 embalses (algunas presas, como El Villar, llevan más de 100 años en servicio), además de 78 pozos de aguas subterráneas, con los que garantizamos el abastecimiento a más de 170 municipios de la región.

Tienes más información sobre nuestros embalses/azudes y los tipos de presas en estos enlaces:

https://www.canaldeisabelsegunda.es/es/captacion

https://www.canaldeisabelsegunda.es/-/tipos-de-presas

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico:

No se ha demolido ninguna presa que tenga funcionalidad para suministrar agua. Los trabajos de demolición que se han efectuado han sido sobre 621 azudes y obedecen a los siguientes motivos: por pérdida de funcionalidad o para garantizar el buen estado de masas de agua y la continuidad fluvial.


Primera fecha de publicación de este artículo: 04/05/2023

Hazte maldito, Hazte maldita
Te necesitamos para combatir los bulos y la mentira: sólo juntos podemos pararla. En Maldita.es queremos darte herramientas para protegerte contra la desinformación, pero sólo con tu apoyo será posible.

Eres muy importante en esta batalla para que no nos la cuelen. Seguro que tienes conocimientos útiles para nuestra batalla contra los bulos. ¿Tienes conocimientos de idiomas? ¿Lo tuyo es la historia? ¿Sabes mucho sobre leyes? ¡Préstanos tu Superpoder y acabemos juntos con los bulos!

También puedes apoyarnos económicamente. Maldita.es una entidad sin ánimo de lucro y que sea sostenible e independiente, libre de publicidad y con profesionales bien remunerados dedicados a luchar, contigo, contra la desinformación depende de tu ayuda. Cada aportación cuenta, cualquier cantidad es importante.