El Pleno del Parlamento Europeo ha votado en contra de una moción planteada por sus comisiones de medioambiente y economía para que ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas para generar electricidad no sean consideradas “verdes”. Es decir, ha salido adelante la propuesta que presentó en febrero la Comisión Europea, incluyendo estas actividades en lo que denominaron “taxonomía verde”.
El informe que planteaba la objeción a esta taxonomía y que ha votado hoy el Pleno del Parlamento Europeo no ha salido adelante, con 328 votos en contra, 278 votos a favor y 33 abstenciones, puesto que requería de una mayoría absoluta de la Cámara para salir adelante (353). Os explicamos qué supone y cuáles son los siguientes pasos.
La propuesta de la Comisión Europea: inversiones en gas y nuclear para “acelerar la descarbonización” de la economía
En febrero de 2022, la Comisión Europea (algo así como “el Gobierno” de la Unión Europea) presentó una taxonomía de las inversiones privadas en la Unión Europea “para lograr que Europa sea climáticamente neutra antes de 2050” permitiendo reorientar las inversiones “hacia tecnologías y empresas más sostenibles” que incluye el gas y la nuclear. ¿Pero qué es esta taxonomía?
La Comisión Europea la define como “una herramienta de transparencia sólida y con base científica, a disposición de empresas e inversores, que crea un lenguaje común al que los inversores pueden recurrir para invertir en proyectos y actividades económicas con una incidencia positiva y sustancial en el clima y el medio ambiente. Además, la taxonomía introduce obligaciones de información para las empresas y los participantes en los mercados financieros”.
Con esta clasificación de la inversiones privadas, la Comisión estima que la inversión en actividades de gas y energía nuclear “pueden desempeñar un papel en esta transición” hacia una economía que no emita gases de efecto invernadero al permitir abandonar más rápido actividades más contaminantes, como el carbón.
La propuesta de la Comisión establece “requisitos estrictos”, siempre según la institución: contribuir a la transición a la neutralidad climática para ambas fuentes energéticas, para la energía nuclear que cumpla los requisitos de seguridad nuclear y medioambiental y para el gas que contribuya a la transición del carbón a las energías renovables.
El Parlamento Europeo, en una nota de prensa publicada hoy tras la votación del Pleno, refrenda la propuesta de la Comisión: “Como la Comisión mantiene que la inversión privada en actividades de gas y nucleares tiene un papel en la transición verde, ha propuesto la clasificación de determinadas actividades de gas fósil y energía nuclear como actividades transitorias que contribuyen a la mitigación del cambio climático. La inclusión de determinadas actividades de gas y nucleares está limitada en el tiempo y depende de condiciones específicas y requisitos de transparencia”.
Por su parte, la Comisión Europea publicaba una nota de prensa en la que manifestaba "acoger con satisfacción" el resultado de la votación de hoy del Parlamento. "La inclusión de las actividades de transición del gas y la energía nuclear es una parte pequeña, aunque necesaria, de toda la taxonomía de la UE, que se centra en las energías renovables. Las energías renovables seguirán siendo el centro de atención de los inversores verdes y de la creación de productos financieros verdes", indicaban.*
Una iniciativa rechazada por los asesores energéticos de Bruselas
La Plataforma sobre Finanzas Sostenibles, que asesora a la Comisión Europea, ha rechazado incluir a la nuclear o el gas como energías favorecidas por las inversiones. Entre sus motivos está que no ayudará a lograr el objetivo de neutralidad climática para 2050. Su opinión no es vinculante. La propia Agencia Internacional de la Energía también opina que “no hay necesidad de invertir en un nuevo suministro de combustibles fósiles” como el gas si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5 ºC.
Próximos pasos: falta el visto bueno del Consejo
Tras esta votación del Parlamento, faltan algunos pasos para que la iniciativa de la Comisión salga adelante. La propuesta (que tiene el formato de acto delegado) necesita el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo. El Consejo tendrá derecho a oponerse al acto delegado por mayoría cualificada reforzada: al menos el 72 % de los Estados miembros (esto es, al menos 20 países), que a su vez representen al menos el 65 % de la población de la UE. El Parlamento Europeo puede oponerse si una mayoría de diputados vota en contra en el Pleno (esto es, al menos 353 diputados), algo que no ha ocurrido en la sesión de hoy.
La nueva clasificación necesita aún superar el trámite del Consejo, donde los Estados miembro tienen hasta el próximo día 11 de julio para presentar objeciones.
Si tampoco salieran adelante las posibles objeciones del Consejo, la propuesta de la Comisión con la nueva taxonomía verde entrará en vigor y será de aplicación el 1 de enero de 2023.
Además, Austria y Luxemburgo han anunciado que van a recurrir la etiqueta 'verde' para el gas y la nuclear al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
*Hemos actualizado el artículo el 6 de julio para incluir el contenido de la nota de prensa publicada por la Comisión Europea.