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Cuidado con la dieta de la tenia solitaria: tomar un parásito para adelgazar pone en serio riesgo la salud

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Estamos muy acostumbrados a desmentir bulos, estafas y pseudoterapias verdaderamente peligrosas. La que os vamos a contar hoy puede anotarse en el listado de prácticas de adelgazamiento a evitar por el daño a la salud que puede provocar: la dieta de la lombriz solitaria.

En teoría, la propuesta de esta dieta es ingerir huevos de tenia o solitaria —directamente o en forma de pastillas preparadas para ello—, un género de gusanos parásitos, con el objetivo de que estos eclosionen en el intestino y que los parásitos sean capaces de “absorber” parte de los alimentos que ingerimos (alimentos que, por ende, no aportarían calorías). Existen tres especies de tenia que pueden parasitar a los humanos, la saginata (tenia bovina), la asiatica y la solium (tenia porcina).

Remarcamos el “en teoría” porque, en la práctica, esto es totalmente desaconsejable: no solo no hay evidencias de que sirva para adelgazar sino que, aunque se consuma una lombriz parásita de manera intencionada, se está instalando un puente de plata a una teniasis (una infestación parasitaria provocada por una tenia) o una cisticercosis (cuando las larvas de la tenia se adhieren a determinados tejidos, como los musculares o cerebrales).

Juan Revenga, dietista-nutricionista y biólogo, explica a Maldita.es que esta dieta “es un clásico entre el conocimiento de los estudiantes de nutrición humana y dietética”. “Yo no he conocido a nadie en consulta que haya recibido indicaciones para seguir esta práctica, pero sí que es cierto que la he escuchado de alguien que se hacía pasar por médico aconsejándola”, agrega.

Los peligros de una enfermedad parasitaria

Según detallan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), las enfermedades parasitarias accidentales de Taenia saginata ocurren por el consumo de carne de vacuno contaminada o cruda, las de Taenia solium están relacionadas con el consumo de cerdo crudo o mal cocinado, mientras que las de Taenia asiatica también se vinculan al cerdo, pero se dan principalmente en Corea del Sur, China, Taiwán, Indonesia y Tailandia. Hay que decir que algunos manuales de medicina también contemplan estas infestaciones por una ingesta intencional de estos parásitos.

Así, la mayoría de personas con teniasis no tiene síntomas o son leves, aunque los CDC indican que las infestaciones por saginata suelen tener indicios más notorios porque es una especie de mayor tamaño (de hasta 10 metros de largo, aunque alcanzan unos pocos milímetros de ancho por su forma aplanada) en comparación con las otras dos (tres metros, por lo general). Algunos de los síntomas son dolor abdominal, pérdida de apetito y de peso, malestar estomacal, restos de proglótidos (‘trozos’ de la lombriz) en las heces.

El mayor problema de la teniasis es que derive en una cisticercosis, una enfermedad infecciosa muy grave causada por la tenia porcina que se origina cuando los quistes larvarios de este parásito infectan los músculos, el cerebro y otros tejidos del cuerpo. Entre sus síntomas más graves están sentir protuberancias bajo la piel, la visión borrosa, el desprendimiento de la retina, las convulsiones, el dolor de cabeza y la epilepsia.

Cómo evitar el riesgo de teniasis

Al ser una enfermedad que se transmite por consumir determinadas carnes crudas, la manera más efectiva de evitar el riesgo de una teniasis es cocinarla a una temperatura adecuada. Así, los CDC recomiendan a los consumidores que las carnes enteras se cocinen por lo menos a 63º C, mientras que las carnes picadas se hagan a más de 71º C

Otra de las recomendaciones para minimizar el riesgo de infección, según MSDManuals, es lavarse bien las manos, con agua y jabón y especialmente después de usar el baño, cambiar pañales y antes de preparar alimentos.

El tecnólogo de alimentos Miguel Ángel Lurueña apunta a Maldita.es que en España es "muy poco frecuente" la teniasis "porque se toman medidas de prevención y de control a lo largo de toda la cadena alimentaria: piensos, animales, carne, etcétera". Aun así, precisa que en los entornos cercanos donde se dan con frecuencia estas enfermedades parasitarias de este tipo son "en los casos donde se obtienen alimentos sin supervisión veterinaria" y no tanto por el consumo de carne fresca "sino por el consumo de embutidos". "Más concretamente, cerdos criados en casa (matanzas caseras) y, sobre todo, carne de caza (jabalí)".

¿Han existido pastillas con huevos de tenia?

Portales e instituciones especializados en salud e historia, como Healthline o la Universidad de Valencia, apuntan a que el origen de esta dieta podría estar en la época victoriana de Reino Unido, a mediados del siglo XIX. El estándar de belleza para las mujeres era tener un aspecto raquítico: piel pálida, ojos dilatados y cintura diminuta, casi intentando emular tener tuberculosis. Por esto, dicen, se vestían corsés y podrían consumirse lombrices parasitarias.

Sin embargo, el medio especializado en leyendas urbanas Snopes dedicó un artículo a estas supuestas pastillas con huevos de tenia que ingerían quienes querían adelgazar con este método, de las que no hay suficientes evidencias de que existieran. Uno de los tipos de documentos para conocer cómo se enseñaba a las mujeres de la época eran manuales como The ugly-girl papers, or, Hints for the toilet. Si bien se transmitían conocimientos arcaicos para que las mujeres ‘siempre estuvieran guapas, elegantes y perfectas’, en ningún lado aparece el consumo de estos parásitos.

Sí hay registro de anuncios en el siglo XX en los que se promocionaban estas lombrices como método para adelgazar, pero no se conoce qué era lo que realmente vendían estos productos, a los que le atribuían cualidades milagrosas. Por todo esto, no hay evidencias de que se comercializaran pastillas con huevos de tenia solitaria en algún momento del pasado.

Anuncio de producto para perder peso que, según la publicidad, empleaba tenias solitarias "desinfectadas".

Sí hay evidencias de ingesta intencionada de estos parásitos para adelgazar

A pesar de que no hay rastro de estas supuestas pastillas, sí existe literatura científica que evidencia que hay personas han intentado consumir huevos de estas tenias con el propósito de adelgazar. Como cuenta este case report de una paciente China, que ingresó por una cisticercosis en hospital de Pekín tras consumir, según dice, varios huevos de tenia bovina en mayo y septiembre de 2017.

Por otro lado, el Departamento de Salud de Hong Kong lanzó una alerta sanitaria en 2010 avisando de la venta de productos que contienen “parásitos para adelgazar”. Aunque en este caso no se advertía en concreto de las tenias (se citaba como ejemplo a la Ascaris lumbricoides, una lombriz parasitaria), avisaban de que estos ‘productos’ podían “causar dolor abdominal, distensiones, vómitos, diarrea y malnutrición”. Por último, un periodista de la BBC también consumió larvas de tenia en 2014 para hacer un reportaje sobre estas peligrosas dietas.

Por muy rara o dañina que sea una dieta, siempre hay riesgo de que tenga acogida

A pesar del evidente daño a la salud que puede suponer ingerir una tenia parásita humana, Revenga advierte que a pesar de lo extravagantes de las propuestas siempre hay riesgo de que tengan cierta acogida.

“Existen multitud de propuestas para adelgazar absurdas y carentes de toda lógica”, alerta el dietista-nutricionista. Como ejemplo, menciona a varias que se han llegado a recomendar por personas que se hacen por nutricionistas o médicos y que, más allá de no funcionar, son realmente dañinas. 

Entre ellas, el “vaciador de estómago”, que consiste en una ostomía percutánea (una abertura quirúrgica) a la altura del estómago que haga las veces de ‘grifo’ por el que se puede ‘vaciar’ el estómago; el sistema de la malla supralingual, en el que se coloca una especie de red en la lengua para intentar ‘bloquear’ el sabor de los alimentos; o el cosido mandibular “que se practica en varios países de Centroamérica y el Caribe”.

“El mundo de las propuestas descacharrantes para adelgazar daría para hacer un libro. Aunque la dieta de la tenia no se practica, se proponen otras más absurdas y descerebradas”, concluye Revenga.

*Hemos actualizado este artículo con comentarios del tecnólogo de alimentos Miguel Ángel Lurueña y para precisar que la teniasis no es una infección, sino una infestación.

Este contenido es apoyado por la iniciativa “Alimentando el cambio” de ACTIVIA en el que Maldita.es colabora elaborando contenidos independientes según su metodología.

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