Este 15 de junio se ha cumplido un año de la entrada en vigor de la excepción ibérica. Este mecanismo pactado por los Gobiernos español y portugués con la Comisión Europea en el contexto de la subida de precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania se basa en la creación de un tope al precio mayorista del gas: un precio máximo con el que el gas usado para generar electricidad puede entrar en el mercado mayorista eléctrico de la península ibérica, es decir, en el que los países y empresas distribuidoras compran el megavatio a los productores de energía.
De esta forma, esta medida benefició al consumidor final con tarifa regulada o PVPC (precio de venta al pequeño consumidor) o un contrato en el mercado libre posterior al 26 de abril de 2022. Este tope no se aplica si el precio del gas está por debajo de un precio acordado, como ha pasado desde el 27 de febrero. Analizamos cómo un año de este mecanismo ha influido en la factura de los consumidores afectados: aquellos con tarifa regulada o un contrato en el mercado libre posterior al 26 de abril de 2022.
Un mecanismo sin aplicarse desde el 27 de febrero al bajar el coste del gas
En los primeros seis meses el tope estabilizó el precio mayorista de la electricidad. El coste se mantuvo entre los 60 y los 200 euros el megavatio hora (€/MWh), frente al precio en países europeos como Francia, Italia o Alemania, donde el valor ha fluctuado más, superando los 700 €/MWh a finales de agosto y bajando después. Desde la segunda mitad de diciembre, el precio mayorista máximo de la electricidad ha sido de 186,73 €/MWh el día 17 de diciembre y ha bajado desde entonces.
Al precio mayorista en España habría que sumarle la compensación a las compañías que han vendido electricidad con gas a un precio topado que no cubre sus costes. Dicho ajuste se le repercute a los consumidores afectados por el mecanismo y no está reflejado en las cifras del mercado mayorista. El precio resultante de sumar ambos componentes, descrito en el gráfico como ‘España con mecanismo’ llegó a un máximo de 486,21 €/MWh el 31 de agosto y a un mínimo de 1,82 €/MWh el 31 de diciembre de 2022.
Sin embargo, desde el 27 de febrero, la excepción ibérica no se ha activado. Esto ha ocurrido porque a partir de esa fecha el precio de gas natural, que marca el precio mayorista de toda la electricidad en el mercado, se ha mantenido por debajo del nivel a partir del cuál se aplicaría este tope (de hasta 65€/MWh). Durante todo ese tiempo en que el precio del gas fue menor al del tope, el precio de la electricidad fue el mayorista, sin necesidad de pagar la compensación o ajuste.
Restando el precio medio de la electricidad al que habría habido sin la excepción ibérica obtenemos una aproximación del ahorro, en términos generales, introducido por este mecanismo. Desde el 15 de junio, el ahorro general ha sido un 14,37% de media (excluyendo los días excepcionales en que el tope no se aplicó, sería un 21,62%). El mayor ahorro en términos relativos se dio la Nochevieja de 2022 con un 95,5% de ahorro (38,59 €) y de forma absoluta el 26 de agosto al ahorrar 157,2 € ese día (un 31,43%).
El precio de la electricidad en ausencia del tope gasístico es una estimación del Ministerio para la Transición Ecológica utilizando datos de OMIE, el operador del mercado eléctrico ibérico, y MIBGAS, su homólogo para el mercado del gas, según señalaron a Maldita.es.
“No es un cálculo exacto porque el comportamiento de los agentes es distinto habiendo tope al gas que sin haberlo y porque es una estimación”, indicaron. Obtener la cifra exacta requeriría de un cálculo “muy complejo” que analice la sensibilidad de la oferta y la demanda, entre otros factores. Además, todas estas cifras son promedios diarios, puesto que el precio mayorista de la electricidad y del resto de componentes varía por horas.
Una medida positiva, según los expertos consultados
La excepción ibérica “ha sido un gran logro de los gobiernos de España y Portugal al conseguir que en los peores momentos de la crisis energética, el precio de la electricidad para familias y empresas se haya contenido de manera importante”, aclara a Maldita.es Eloy Sanz, profesor de Ingeniería Energética en la Universidad Rey Juan Carlos, revisor experto del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Para Marcial González, investigador en el departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Carlos III, esta medida también ha conseguido “una protección económica tanto para los ciudadanos como para el propio sistema económico español en mayor o menor medida. España es uno de los países con menor inflación interanual a diciembre de 2022, y gran parte de esto es debido a la implementación de la excepción ibérica. Como en todas las medidas, hay cosas que se podrían haber hecho mejor, pero creo que es una medida efectiva que ha arrojado buenos datos en comparación con el resto de países europeos”.
Cuándo no se activó el tope, cuándo fue negativa la compensación a las gasísticas y cuándo no hubo ahorro
Desde que se aplicó la excepción, ha habido 123 días en los que la compensación a las compañías gasísticas ha sido cero, lo que equivale a decir que la excepción ibérica no se activó. El 26 de febrero de 2023 fue el último día en aplicarse el tope. Como decimos, la razón es que el precio real del gas en las fechas posteriores era inferior al tope impuesto por el Real Decreto-ley 10/2022 que introdujo la excepción ibérica, explicó el ingeniero de telecomunicaciones Francisco Valverde a Maldita.es.
El tope estuvo fijado en 40 €/Mwh hasta diciembre de 2022 y a partir de entonces se ha ido incrementando mes a mes.
En otros 51 días, la compensación gasística ha sido negativa, es decir, el ajuste que pagan los consumidores españoles a las gasísticas no se dio porque se cubrió con la venta de electricidad a Francia. Según el divulgador y jefe de proyectos de plantas fotovoltaicas Xavier Cugat, la causa es que la exportación de electricidad a Francia ha sido muy favorable para España en esas fechas debido a las rentas de congestión, algo en lo que coincide Marcial González. Estas rentas de congestión se pagan cuando el precio es más barato en el país exportador (España). La diferencia de precios (renta de congestión) se reparte a partes iguales entre ambos países
Además, en otros cinco días (el 22 de septiembre y del 10 al 13 de octubre de 2022), el sistema eléctrico no percibió un ahorro con la excepción ibérica, ya que el precio de la electricidad con el mecanismo (sumando el valor mayorista más la compensación) fue ligeramente mayor de lo que habría sido en su ausencia. El precio fue entre un 0,22% y un 4,17% más caro aquellos días porque “entró mucho gas en el sistema, entonces el pago de las compensaciones suponía un porcentaje del mix de mercado tan grande que el ahorro en el resto del mercado no se repercutió”, explica González. Y resume: “El tope al gas es más efectivo cuanto menos gas haya en el mix”.
Cómo afecta el mecanismo a cada tipo de tarifa
El think tank de políticas públicas EsadeEcPol evaluó la efectividad de los primeros seis meses y medio de la medida para un hogar con tarifa regulada. Su conclusión fue que los precios de la electricidad en estas viviendas han sido un 31,8% más baratos y el ahorro para todo 2022 fue de unos 209€ por hogar respecto a no haber existido el mecanismo. Además concluyeron que la inflación en 2022 habría sido 0,3 puntos más alta sin el tope al gas (8,7% en vez del 8,4%). También apuntaban que, a pesar de ello, en dichos meses se incrementó la demanda de gas para generar electricidad.
Respecto a los consumidores del mercado libre con contratos firmados o renovados a partir del 26 de abril, las compañías eléctricas incluyen en sus facturas el coste del ajuste gasístico como un recargo adicional. “Estas comercializadoras compran energía en el mercado mayorista y se la venden al consumidor a un precio fijo. Ahora han trasladado el coste de la compensación a sus clientes”, contaba Marcial González porque es una práctica permitida por el Real Decreto-ley 10/2022. Por último, al resto de contratos del mercado libre no se les aplica la excepción ibérica.