MENÚ
Circula en redes un vídeo en el que aparece una persona llamada Manuel Jesús Rodríguez, presentado como “médico forense” y como “doctorado en emergencias vitales”, que se hace eco de diferentes narrativas desinformadoras relacionadas con la pandemia de COVID-19. En las imágenes, Rodríguez afirma que, supuestamente, en los últimos años se están reportando en todo el mundo muertes por causas que dice no haber visto en 33 años de profesión. El motivo, según señala, serían las vacunas contra la COVID-19. Sin embargo, el contenido no solo no aporta ninguna prueba de estas afirmaciones, sino que lo que sostiene es lo contrario a lo que muestran los datos en España: que no han aumentado las muertes por “causas repentinas” tras la vacunación masiva contra esa enfermedad. Además, el vídeo pertenece al autodenominado documental ‘The Blue Dot Movie’, del cual ya hemos desmentido varias desinformaciones.
La narrativa desinformadora de las ‘repentinitis’
El vídeo afirma que una de las supuestas consecuencias de la vacunación contra la COVID-19, fármacos a los que denomina “veneno”, es la formación de coágulos de sangre capaces de ocasionar muertes súbitas en personas sanas, algo que Rodríguez afirma no haber visto “jamás” a lo largo de su carrera profesional. Pero es una desinformación. Y además, los datos desmienten estas declaraciones que se hacen sin aportar evidencia.
“Si esa persona no ha visto muertes súbitas en niños, deportistas, etc., es porque no ha trabajado de médico forense. Es nuestro pan de cada día. Se han producido antes, durante y después de la pandemia”, aclara a Maldita.es Joaquín Lucena, jefe del Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Sevilla y socio fundador y primer presidente de la Sociedad Española de Patología Forense (SEPAF).
Además, el experto consultado añade que lo que aparece en las imágenes no son trombos, como se da a entender, sino son coágulos post mortem. Es decir, masas de sangre endurecida que aparecen tras la muerte de la persona. “Es un hallazgo relativamente frecuente. Aparecen sobre todo en el corazón y en el tronco arterial pulmonar”, explica Lucena.
Una investigación con datos de la provincia de Sevilla (España) en la que participó Lucena constató que, entre los fallecidos a los que se les practicó una autopsia entre 2004 y 2022, se habían observado 18 muertes súbitas por cada 100.000 habitantes al año. Según los resultados, en Sevilla fueron 339 las muertes súbitas en personas de entre uno y 35 años desde 2004 hasta 2021, la mayoría de origen no cardiovascular y en varones.
Además, la estadística muestra que en España las muertes por miocarditis, pericarditis, enfermedades “súbitas”, del corazón y cerebrovasculares no han aumentado significativamente con respecto al año 2021, cuando comenzó la campaña de vacunación masiva contra la COVID-19. En algunos de estos casos las muertes incluso han descendido.
Respecto a los trombos o coágulos de sangre, el prospecto de la vacuna de AstraZeneca, incluye los “trombos sanguíneos en combinación con niveles bajos de plaquetas en sangre (síndrome de trombosis con trombocitopenia, STT)” entre los posibles efectos secundarios que se dan “muy raramente”, tras la administración del fármaco. Este posible efecto secundario se considera “muy raro” por su baja frecuencia: puede afectar a una de cada 10.000 personas.
El Comité de Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento considera que, pese a este efecto secundario “muy raro”, la vacuna tiene muchos más beneficios que riesgos en la prevención de sufrir COVID-19 grave. Dentro de ese caso de trombos en cada 10.000 vacunados, hay ocasiones en la que la situación ha acabado siendo grave e incluso con “un desenlace fatal”, según la ficha técnica de la vacuna.
Un médico jubilado en prisión por falsedad documental
La persona a quien se entrevista en el vídeo es Manuel Jesús Rodríguez Rodríguez, quien se presenta como “médico con diferentes especialidades”. Una de ellas, señala, es “médico forense durante 15 años en la administración de justicia”. En el registro de colegiados del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos Rodríguez aparece como médico general “sin ejercicio jubilado”, es decir, aunque pertenece a la Organización Médica Colegial, actualmente no ejerce la profesión.
Además, en una entrevista de septiembre de 2020 en el programa Todo Es Mentira, afirmó ser “médico de UVI”. Sí era médico forense en 2007 en los Juzgados de Luarca y Castropol (Asturias), según una sentencia judicial que lo absolvió de los delitos de violencia psíquica, lesiones mentales y coacciones del que le acusó su expareja.
El 13 de junio de 2024, Rodríguez fue detenido y encarcelado por una condena de seis meses por falsedad de documento público, al falsificar justificantes para la exención del uso de mascarilla durante la pandemia de COVID-19, según una entrevista que hizo una familiar a su abogado, Luis de Miguel. En 2020, una llamada grabada de una periodista infiltrada de Todo es Mentira reveló cómo Rodríguez compartía un certificado médico modelo, preparado para poder rellenar con nombre y DNI del ‘paciente’, que informaba sobre un supuesto trastorno neurorrespiratorio para justificar ante la Policía el no usar mascarillas cuando era obligatorio.
La entrevista es parte de un ‘documental’ desinformador contra la Agenda 2030
‘The Blue Dot Movie’ es parte de un autodenominado documental crítico con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, repleto de bulos y desinformaciones. Esta película incluye, entre otras, narrativas desinformadoras como el supuesto derribo de presas en España, los denominados “confinamientos climáticos” y la referencia al dióxido de carbono (CO₂) como “el nuevo virus”.
