La imagen de Tiffany Dover desmayándose tras recibir la vacuna contra la COVID-19 dio la vuelta al mundo. Ocurrió en diciembre de 2020, cuando la mujer atendía a los medios de comunicación tras convertirse en una de las primeras personas en vacunarse en Estados Unidos por su condición de enfermera. Fue un desmayo en directo que los antivacunas utilizaron para decir que las vacunas no son seguras ya que Dover, decían, había muerto.
De aquello han pasado más de dos años y millones de personas en todo el mundo han recibido la vacuna desde entonces, pero el caso de la sanitaria, que está viva, no ha dejado de ser explotado por los desinformadores. Lo de que había muerto fue algo que desminitió Maldita.es pocos días después de que se desvaneciera ante las cámaras, cuando el hospital en el que trabajaba negó un fallecimiento que tampoco recogían los registros.
Tiffany Dover incluso salió en imágenes grabadas en los días posteriores al pinchazo, pero ni eso evitó que la convirtieran en objeto de todo tipo de teorías de la conspiración.
Una de ellas es que había "desaparecido" ya que la enfermera no se había pronunciado sobre lo ocurrido en medios o a través de las redes sociales. Dos años después, ha roto su silencio en una entrevista con NBC News en la que cuenta que se mantuvo al margen con la esperanza de que ese silencio acallara las afirmaciones falsas sobre su muerte, aunque reconoce que no hablar empeoró las cosas. Tanto que hasta se difundieron esquelas que relacionaban esa falsa muerte con la vacuna contra la COVID-19.
"No morí ese día, pero la vida que hasta entonces conocía sí"
El caso de Tiffany Dover muestra hasta qué punto un bulo puede tener consecuencias reales en la vida de sus víctimas. Sobre ella se crearon páginas web, grupos en las redes sociales e incluso canciones que especulaban con el paradero de la enfermera y que ahora recupera en su entrevista con NBC News.
Según afirma, las mentiras que se dijeron sobre ella en esas publicaciones hicieron que en pocas horas recibiera miles de mensajes a través de sus redes sociales. Ella sabía que tenía que aclarar a través de su perfil que estaba bien, pero desde el hospital en el que trabajaba, el CHI Memorial de Tennessee, le ordenaron que no lo hiciera ya que ellos se encargarían de gestionar lo ocurrido, recoge NBC News.
Cuando los medios de comunicación preguntaban por el estado de salud de Dover, el hospital respondía que estaba en casa recuperándose, como señalaron en un mensaje enviado a Maldita.es, pero eso no frenó la avalancha de desinformación que atacaba tanto a la sanitaria como a los responsables de administrar las vacunas.
Como esa ola de bulos no cesaba, Dover publicó en Instagram al cabo de unos meses unas fotos de un viaje que le costaron una reprimenda por parte del centro hospitalario por "adecuación y representación de uno mismo y del hospital a través de las redes sociales”. Según le dijeron desde el CHI Memorial, esa publicación había hecho que las miles de llamadas que recibieron tras el desmayo se volvieran a repetir, "afectando las operaciones del hospital".
"Muerta" o "desaparecida", así describen los desinformadores a Tiffany Dover
Tiffany Dover dejó su trabajo en el CHI Memorial pero, años después, las imágenes de su desmayo siguen siendo utilizadas para desinformar en las redes sociales. Este mismo 5 de abril de 2023, más de dos años después del incidente, un tuit que decía que la enfermera había "desaparecido" junto con emojis de una vacuna y un ataúd, ha sido compartido más de 1.800 veces.
Es la misma narrativa que ya utilizaron en su día los desinformadores que decían que había muerto sin basarse en absolutamente nada más allá de las imágenes del desmayo y del silencio de Dover en las redes sociales.
De hecho, utilizaron imágenes que ella misma había subido a esos perfiles para hacerse pasar por la familia de la enfermera y crear una página en su memoria.
Aquel no fue sólo uno más de los 1.300 bulos que Maldita.es ha desmentido a lo largo de la pandemia. Puso en el foco el nombre y el apellido de Tiffany Dover, que siempre será la enfermera que se desmayó tras recibir la vacuna contra la COVID-19 y que, aunque no muriera ese día, sí lo hizo "la vida que hasta entonces conocía".