Después de la alerta sanitaria por casos de viruela del mono, varios contenidos desinformadores están intentando relacionar este virus y la enfermedad que causa con las vacunas aprobadas contra la COVID-19. Algunos de ellos intentan vincular la administración de las vacunas contra la COVID-19 con el virus responsable de esta viruela. Pero es un bulo: ninguna de las vías de transmisión de este virus tiene relación con las vacunas contra el SARS-CoV-2.
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica viral, es decir, el virus que la causa puede pasar de animales a humanos. Se considera endémica en el centro y oeste de África, aunque antes de esta alerta se han reportado casos esporádicos fuera del continente por contacto con animales infectados o viajes a zonas endémicas.
Existe desde hace años literatura científica que describe sus vías de transmisión o las formas en las que la enfermedad puede contagiarse. Las principales son el contacto estrecho con la saliva o secreciones respiratorias, sangre, líquidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de personas y animales infectados. También el contacto con las erupciones de la piel o costras que provoca; la excreción viral de las heces y el consumo de animales contaminados. Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web.
Tanto el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, Raúl Rivas, como el profesor de Parasitología de la Universidad de La Laguna, Jacob Lorenzo-Morales, han coincidido en lo expuesto por la OMS en Maldita.es. La conclusión, en palabras de los expertos y como podemos comprobar en la lista anterior, es que ninguna de estas vías de transmisión está relacionada con las vacunas contra la COVID-19 ni con sus efectos adversos.
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/05/2022