Se está difundiendo un contenido que afirma que ha aumentado en un 5.400% el número de abortos "como consecuencia" de que las madres se vacunaran contra la COVID-19 en el Reino Unido. Es un bulo.
La publicación se basa en informes que recogen sospechas de posibles efectos secundarios de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca, registradas en el sistema Yellow Card Scheme (programa de tarjeta amarilla, en español). El contenido compara los datos de estos informes en distintas fechas, pero la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA por sus siglas en inglés) del Reino Unido explicó a Maldita.es que el número de notificaciones de este programa no deben compararse de un periodo a otro o entre vacunas ya que no tiene en cuenta el avance de las campañas de vacunación. Por ejemplo, a fecha de 24 de enero, el número de personas que habían recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 era de 7.169.410 en total, según los datos aportados por la MHRA. Pero, a día 3 de agosto, el número de personas que han recibido la primera dosis asciende a 46.898.525 millones.
Además, los datos de estos informes no son efectos secundarios de las vacunas probados, sino notificaciones de efectos secundarios que se revisan a posteriori, por lo que no se puede afirmar que los abortos registrados son "consecuencia" de que las mujeres se vacunaron contra la COVID-19. De hecho, según la MHRA, "no hay ningún patrón que sugiera un riesgo elevado de aborto espontáneo relacionado con la exposición a las vacunas COVID-19 durante el embarazo".
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.
Los informes recogen sospechas de efectos secundarios no probados
El contenido utiliza dos informes que resumen la información recibida sobre las vacunas de Pfizer y de AstraZeneca a través del Yellow Card Scheme (programa de tarjeta amarilla, en español). Este programa, según la MHRA, "es el sistema del Reino Unido para notificar sospechas de efectos secundarios de medicamentos y eventos adversos con dispositivos médicos".
Las notificaciones recibidas a través del Yellow Card Scheme "no son efectos secundarios probados" de las vacunas, sino sospechas de posibles efectos secundarios, según la MHRA. Es decir, que una persona notifique un aborto como sospecha de efecto secundario en el sistema no quiere decir que haya ocurrido "como consecuencia" de la vacuna contra la COVID-19.
Según la MHRA "enfermedades coincidentes subyacentes o no diagnosticadas previamente también pueden ser un factor en los informes". La agencia asegura que, además de estos documentos, utilizan otras fuentes adicionales (como registros médicos electrónicos) para rastrear sospechas de efectos secundarios. "Todos los informes se revisan continuamente para identificar posibles nuevos riesgos", apunta.
Además, como se señala en este otro informe sobre las notificaciones del programa Yellow Card con respecto a las vacunas contra la COVID-19, cualquier persona puede notificar una sospecha de efecto secundario a la vacuna, no sólo los sanitarios.
No se ha observado ningún riesgo de aborto espontáneo relacionado con las vacunas contra la COVID-19, según la MHRA
El contenido compara los datos de los informes de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca de distintos meses, ya que es un documento que se actualiza semanalmente, según la MHRA. En el primer caso, utiliza la versión del informe de Pfizer del 31 de enero y la compara con la versión del 1 de julio:
En el segundo caso, usa la versión del informe de AstraZeneca del 28 de enero y la compara con la del 1 de julio:
Lo que hace el contenido es sumar todas las notificaciones que vemos en las capturas de ambos informes y compararlas en el tiempo. De ahí sale el porcentaje de incremento (5.400%) del que habla la publicación. No obstante, las notificaciones que vemos en estos informes no son efectos secundarios confirmados a las vacunas. Y la MHRA indica que no se deben comparar los registros de un periodo a otro ya que no se tiene en cuenta el avance de la campaña de vacunación. A fecha del 24 de enero, alrededor de 7 millones de personas en el Reino Unido habían recibido la primera dosis de la vacuna. Pero, a fecha del 3 de agosto, esta cifra asciende a más de 46 millones.
La agencia británica afirma que han recibido "una pequeña cantidad" de notificaciones de abortos espontáneos en las primeras 12 semanas de embarazo tras la administración de las vacunas contra la COVID-19, que se están monitorizando de cerca. Pero aclaran que "no hay ningún patrón que sugiera un riesgo elevado de aborto espontáneo relacionado con la exposición a las vacunas COVID-19 durante el embarazo".
La agencia explica que el aborto espontáneo en el Reino Unido ocurre en aproximadamente 1 de cada cuatro embarazos (en 25 de cada 100) y la mayoría ocurre en las primeras 12 semanas (primer trimestre) del embarazo, "por lo que es de esperar que ocurran algunos abortos espontáneos después de la vacunación por pura casualidad". En el caso de los nacimientos prematuros, la MHDA apunta que ocurren en aproximadamente 8 de cada 100 nacimientos en el país, "por lo que también es de esperar que ocurrieran algunos nacimientos prematuros después de la vacunación por pura casualidad". Y, según apunta la MHRA, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos llegó a conclusiones "similares" respecto a las tasas de aborto espontáneo en EEUU.
Además, en Maldita.es ya hemos desmentido otros bulos que relacionaban las vacunas contra la COVID-19 con casos de abortos en Reino Unido y EEUU que también utilizaban los informes del Yellow Card Scheme.
En el Reino Unido se recomienda vacunar a las mujeres embarazadas contra la COVID-19
El Comité de Vacunación e Inmunización (JCVI) del Reino Unido recomienda vacunar a las embarazadas al mismo tiempo que al resto de la población, según su edad y grupo de riesgo. "Las vacunas de Pfizer y Moderna son las preferidas por las mujeres embarazadas de cualquier edad que van a recibir su primera dosis", puntualiza el gobierno en su web.
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