"La Corte Suprema de Estados Unidos anula la vacunación universal". Esto afirma un texto que está circulando en varios idiomas (también en inglés y en francés) por el que nos habéis preguntado a través de nuestro chatbot de WhatsApp (+34 644 229 319). Pero es un bulo. Además, no es cierto que las vacunas de ARN mensajero alteren nuestro ADN, como dice el texto.
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VACÚNAte que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.
La Corte Suprema de EEUU nunca se ha pronunciado respecto a la vacunación universal - el acceso de todos los ciudadanos a la vacuna -, según apunta el medio de verificación estadounidense Snopes, miembro del International Fact-Checking Network (IFCN) al igual que Maldita.es. Aunque sí respecto a la vacunación obligatoria.
En este artículo de noviembre de 2020, Joanne Rosen, profesora de política y gestión sanitaria de la Universidad Johns Hopkins (JHU) explica que existe un precedente legal sobre la vacunación obligatoria que se remonta a un caso de la Corte Suprema de 1905, en el que se dictaminó que "está dentro del poder policial de un Estado promulgar una ley de vacunación obligatoria". Según Rosen, "este sigue siendo el caso de referencia sobre el poder del estado para exigir la vacunación". Así que, en cualquier caso, no es cierto que la Corte Suprema haya anulado la vacunación universal.
Además, desde Maldita.es no hemos encontrado ninguna referencia que apunte a que la Corte Suprema haya hecho tal cosa.
El caso al que hace referencia el texto no era de la Corte Suprema ni trata sobre la "anulación" de la vacunación
El contenido que circula también dice que Bill Gates, Anthony Fauci y las grandes farmacéuticas perdieron una demanda de la Corte Suprema "al no demostrar que todas sus vacunas durante los últimos 32 años eran seguras para la salud de los ciudadanos". Según el texto, esta demanda fue presentada por un "grupo de científicos" encabezados por Robert F. Kennedy Jr, que es el nieto del expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy y uno de los grandes impulsores del movimiento antivacunas en el país, como ya os hemos contado en Maldita Ciencia.
Pero el caso del que hablan no es de la Corte Suprema, sino del Tribunal de Distrito Sur de Nueva York. En 2017, un grupo antivacunas estadounidense denominado Red de Acción por el Consentimiento Informado (ICAN) hizo una solicitud de información a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA) al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EEUU. En esta pedían que se aportaran unos informes sobre la seguridad de las vacunas que el HHS debe presentar al Congreso, pero el departamento respondió diciendo que la búsqueda no había dado resultados. Entonces ICAN, junto a Robert F. Kennedy, puso una demanda en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York para que la HHS "declarara ese hecho por escrito", señala Snopes.
Pero que el HHS no facilitara informes, alegando que no se encontraron registros, no quiere decir que las vacunas administradas en EEUU de "los últimos 32 años" no sean "seguras para la salud de los ciudadanos". En este artículo de Politifact, medio que también está en la IFCN, se explica que la HHS sí ha monitorizado la seguridad de las vacunas.
No es cierto que las vacunas de ARN mensajero alteren nuestro ADN
El texto también atribuye la siguiente cita a Robert F. Kennedy sobre las vacunas de ARN mensajero (o ARNm), como las actuales de Pfizer y Moderna:
"La nueva vacuna Covid debe evitarse a toda costa. Llamo urgentemente su atención sobre cuestiones importantes relacionadas con la próxima vacunación contra Covid-19. Por primera vez en la historia de la vacunación, las llamadas vacunas de ARNm de última generación interfieren directamente en el material genético del paciente y por tanto alteran el material genético individual, que es la manipulación genética, que ya estaba prohibida y anteriormente considerada como un delito."
En Maldita.es ya desmentimos una cadena de WhatsApp que incluía una cita atribuida a Kennedy prácticamente idéntica a esta en octubre de 2020. Pero, según dijo el propio Kennedy a Snopes, la frase no es suya:
“Nunca hice esas afirmaciones subyacentes [en la publicación viral] y no creo que sean verdaderas… Muchos foros lo han vuelto a publicar y hemos estado (..) tratando de que lo eliminen".
De todos modos, no es cierto que las vacunas de ARNm puedan hacernos transgénicos o alterar nuestro ADN. Las vacunas de ARNm introducen una secuencia de ARN con las instrucciones para producir el antígeno en nuestras células. De esta forma se entrena al sistema inmune para que reconozca los patógenos que causan enfermedades y así pueda defenderse de ellas. Lo que hacen las vacunas de ARN mensajero es, en vez de introducir en el organismo un patógeno atenuado o una parte de este, introducir las instrucciones para que sea nuestro propio organismo el que produzca el antígeno (en este caso una proteína) que desencadene la reacción del sistema inmune.
En el caso del coronavirus SARS-CoV-2, la vacuna de ARN mensajero provoca que se produzca la proteína S de la superficie del virus y así entrena a nuestro sistema inmune frente al coronavirus antes de que ocurra la infección.
Como explicó a Maldita Ciencia Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y presidente del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "al utilizar ARN mensajero estas vacunas le están proporcionando a las células las instrucciones para que estas fabriquen proteína S del coronavirus. Nada más. Estas moléculas de ARN mensajero son extraordinariamente lábiles [frágiles], y desaparecen muy rápidamente tras ser usadas para producir proteína S. Por eso hay que mantenerlas congeladas a tan baja temperatura".
Montoliu descartó que estas moléculas vayan "a insertarse en nuestro ADN, que sería la única manera de que nuestras células acabaran modificadas genéticamente, es decir, que se convirtieran en transgénicas. El ARN se administra, se usa y desaparece, se destruye y degrada por la propia célula, y ahí acaba su viaje".
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Primera fecha de publicación de este artículo: 16/04/2021