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En la noche del 5 al 6 de noviembre se celebran elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los ciudadanos tendrán que elegir entre el republicano Donald Trump o la demócrata y actual vicepresidenta Kamala Harris. Para seguir los últimos días de campaña, la jornada electoral y el proceso posterior a los comicios en Maldita.es hemos recopilado una serie de fuentes, datos y herramientas para que no te la cuelen.
Además, estamos verificando las narrativas desinformadoras que alientan un supuesto fraude electoral, con contenidos similares a los que vimos en 2020 y que eran falsos. También hay bulos que circulan específicamente sobre ambos candidatos. Igualmente, hemos recopilado las desinformaciones que ha difundido Elon Musk y cómo ha tratado de influir políticamente en la campaña.
Cómo funciona el sistema electoral estadounidense
Estados Unidos es una república federal compuesta por 51 estados y con un sistema de elecciones presidencialista, es decir, elige directamente a su presidente en unas elecciones que se dan cada cuatro años. Cada uno de los territorios que componen la federación elige un número determinado de compromisarios, que suman un total de 538. Se necesitan 270 para obtener la mayoría (aunque, como ocurrió en 2016, ganar el voto popular no significa ganar en el número de votos electorales).
El mecanismo funciona con una dinámica de mayorías, por lo que el partido que obtiene más de la mitad de los sufragios en un estado se lleva todos los votos electorales del mismo. Este sistema solo es diferente en los estados de Nebraska y Maine, donde el reparto de votos electorales se hace de forma proporcional, por distritos electorales independientes que dividen esos territorios.
Por ejemplo en California, el estado que más delegados reparte (54), el partido que consiga superar a su contrincante, aunque sea por una diferencia mínima, se lleva toda la representación.
Aproximadamente un mes después de las elecciones, los 538 votos electorales se reúnen en el conocido como Colegio Electoral. Ahí es cuando se proclama oficialmente al ganador, que obtiene como mínimo 270 compromisarios, aunque normalmente suele quedar claro al finalizar el recuento de votos. Después de esto, el Colegio Electoral envía los resultados al Capitolio para ratificar el resultado en una sesión bicameral, de la Cámara de Representantes y el Senado, el 6 de enero.
El traspaso de poder y la consiguiente toma de posesión del nuevo presidente será el 20 de enero en la escalinata del Capitolio. Estas son las fechas clave:
5 de noviembre: día de las elecciones.
11 de diciembre: se verifican los resultados en cada Estado.
17 de diciembre: se reúne el Colegio Electoral y los compromisarios votan.
6 de enero: sesión conjunta de Cámara de Representantes y Senado donde se vuelven a contar los votos electorales.
20 de enero: traspaso de poder e inauguración del nuevo ciclo presidencial.
Puedes consultar el calendario de las anteriores elecciones en este enlace.
Qué dicen las encuestas de las elecciones en Estados Unidos
Hay una gran variedad de encuestas en torno a las elecciones de Estados Unidos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos de los pronósticos tienen metodologías que hacen que algunos de ellos no sean tan fiables y hay que atender a los márgenes de error. Tanto en las elecciones de 2016 como en las de 2020, las encuestas apuntaban a que los demócratas aventajaban a los republicanos.
Por contra, con el resultado de 2016, cuando Trump se impuso ante Hillary Clinton, quedó patente que la mayoría de pronósticos habían infraestimado las capacidades del republicano. En 2020, por otra parte, se aproximaron más al resultado, pero el margen de ventaja que se preveía para los demócratas fue más reducido de lo esperado.
En esta ocasión, la batalla demoscópica entre la candidata demócrata Kamala Harris, y el republicano Donald Trump está muy ajustada.
FiveThirtyEight: es un agregador de encuestas, ahora de la cadena ABC. En su web actualizan diariamente un promedio de las encuestas que se publican en Estados Unidos y su evolución desde el inicio de la carrera presidencial. A 3 de noviembre, Harris aventaja a Trump por 0,9 puntos de diferencia.
El estadístico y exfundador de FiveThirtyEight, Nate Silver, tiene también un promedio de encuestas con una metodología propia. En su modelo, la demócrata está también por delante en 0,7 puntos con un 48,5%, frente al 47,8% de Donald Trump.
Metaculus: es una comunidad de pronosticadores que basa su modelo en las predicciones de sus usuarios, las cuales luego son cocinadas por un grupo de moderadores. En términos generales, la comunidad otorga a Trump un 50% de posibilidades de ganar frente a un 51% de Harris, lo que en la práctica supone, con los márgenes de error, casi un empate técnico.
The New York Times/Sienna: es una de las encuestadoras con mejor valoración. En su último promedio de encuestas del 4 de noviembre, sitúan a un punto de diferencia a los dos candidatos, con Harris por delante.
The Economist también ha hecho una media de encuestas entre Trump y Harris con una horquilla de porcentaje de voto, en la que Kamala Harris está en cabeza en esa media en 1,2 puntos.
Cook Political Report, un portal de análisis político en EEUU, otorga también una diferencia de 0,7 puntos: Harris 48,6% y Trump 47,9% de probabilidades de ganar, a 4 de noviembre.
Por último, la web 270towin ha elaborado un mapa, a partir de encuestas de terceros con una predicción de cuántos compromisarios tiene cada uno de los candidatos. Fija los que tienen seguros (191 Harris, 122 Trump), los que probablemente puedan conseguir (97 Trump, 35 Harris) y los 93 en disputa.
¿Los mercados de apuestas son más fiables que las encuestas y predicciones?
Es posible que hayas escuchado que el mercado de apuestas muestra que Trump ha conseguido un ventaja muy amplia con respecto a Harris. Sin embargo, si conviene mirar con cautela las encuestas por estar muy ajustadas, con los mercados de apuestas hay que tener aún más cuidado.
El analista de datos, doctor en ingeniería y jefe de la sección de datos y nuevas narrativas de El País, Kiko Llaneras, habla sobre esto en sus últimas newsletters, que se han centrado en la carrera presidencial estadounidense. El periodista valora las apuestas, en el sentido de que pueden servir para corregir tendencias o ver hacia dónde pueden ir estas en base a errores que pudieran haber cometido en el pasado.
Por contra, Llaneras también advierte sobre las distorsiones que pueden producir. La ventaja de Trump en las apuestas se ha acrecentado a golpe de talonario. Cita el ejemplo de un usuario francés, Fredi9999, que ha inyectado, él solo, 30 millones de dólares en criptodivisas a las opciones de que el republicano regrese a la Casa Blanca. Es probable que este tipo de apostantes sean los responsables, en buena medida, del aumento de la distancia entre Trump y Harris.
¿Significa esto que habría que mirar más a las encuestas que a las apuestas? Ambas son fuentes que muestran una información específica diferente. En las apuestas hay una mayor implicación de deseos subjetivos, mientras que las encuestas también tienen un margen de error, aunque sí sirven para reducir la incertidumbre.
En última instancia, en una situación como la actual, técnicamente de empate, conviene recordar que una variación de apenas unas décimas hacia una opción u otra pueden dibujar un escenario completamente diferente al pronosticado.
Dónde atender en la noche electoral: los estados bisagra y el voto popular
Las elecciones presidenciales se decidirán en algunos estados clave donde la carrera entre Trump y Harris está más igualada, son los llamados estados bisagra, estados en los que de una elección a otra cambian su color. En esta ocasión son siete, que reparten 93 votos electorales:
Pensilvania: según las encuestas, puede ser el estado que decida todo. En 2016 fue para Trump, pero en 2020 volvió a los demócratas. Reparte 19 votos electorales.
Carolina del Norte: en 2020 ganaron los republicanos, una tendencia que se ha mantenido en buena parte de las últimas citas electorales. Reparte 16 votos.
Georgia: como Arizona, los republicanos han ganado con más frecuencia, aunque en 2020 los demócratas ganaron por un margen de apenas 12.000 votos. Reparte 16 votos.
Míchigan: en 2016 ganó Trump, pero hasta entonces también había sido para los demócratas desde los años 90, quienes volvieron a ganar en 2020. Reparte 15 votos.
Arizona: en 2020 fue demócrata, aunque tradicionalmente los republicanos han ganado en más ocasiones. Reparte 11 votos electorales.
Wisconsin: aunque tradicionalmente han ganado los demócratas desde los años 90, salvo en 2016, que ganó Trump. Reparte 10 votos.
Nevada: en 2020 fue demócrata. Reparte 6 votos electorales.
Los resultados de otras elecciones no implican tradición de voto, los mencionamos por contexto. Puedes consultar todos los resultados históricos de las elecciones en EEUU en esta herramienta creada por El País.
En la noche electoral no conoceremos los resultados oficiales, como en España, sino que en Estados Unidos son los medios y agencias como AP los encargados de, con datos provisionales, un sondeo y datos históricos, declarar a un ganador por cada estado que irá sumando compromisarios. En Factchequeado, el proyecto que lucha contra la desinformación en español en Estados Unidos, puedes conocer más sobre cómo es el proceso de conteo de votos.
*Artículo actualizado a 4 de noviembre de 2024 para incluir los últimos cambios en las encuestas.
Primera fecha de publicación de este artículo: 30/10/2024
