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En la Semana Mundial del Agua, siete claves para comprender la importancia de este recurso esencial

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Como cada año desde 1991, la última semana de agosto está dedicada a un elemento indispensable en nuestras vidas: el agua. El Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI, por sus siglas en inglés) conmemora, entre el 23 de agosto y el 1 de septiembre, la Semana Mundial del Agua bajo el lema "Ver lo invisible: el valor del agua".

Personas de todo el mundo se reúnen durante estos días para abordar nuevas formas de gestionar un recurso cuya disponibilidad no solo se está viendo mermada por los efectos de la crisis climática, sino también por la acción humana.

En Maldita.es te traemos una recopilación de siete claves sobre el agua para comprender la delicada situación en la que se encuentra este recurso natural que cubre aproximadamente el 70% de la superficie terrestre.

1. Un tercio de España sufre una sequía prolongada que ha motivado restricciones al consumo de agua

Un 32,6% del territorio de España se encuentra en una situación de "sequía prolongada", según el informe de la situación de sequía y escasez de julio de 2022 del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).

Esta situación ha motivado que distintas comunidades y municipios establezcan sistemas de alertas y restricciones en el uso del agua. Así, entre otras medidas, ya se han puesto en marcha cortes nocturnos del suministro, cierre de duchas en las playas o limitaciones en el consumo, junto a la prohibición del llenado de piscinas o el lavado de coches.

Algunas localidades de Aragón y Castilla y León que reciben ya agua potable para su abastecimiento a través de camiones cisterna y municipios de hasta siete comunidades autónomas se ven afectados de forma parcial por las restricciones de agua, tal y como detalla la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) en un documento publicado el pasado viernes 19 de agosto.

En Maldita.es te explicamos cómo están respondiendo las comunidades autónomas a la sequía.

2. La crisis climática, el clima mediterráneo y los cultivos de regadío, las principales causas de la sequía y escasez de agua en España

Con los embalses por debajo del 40%, casi un tercio de España se encuentra en una situación de sequía prolongada ante la cual ya se han tomado algunas medidas restrictivas, aunque España no es el único país en Europa que se está viendo afectado por la falta de este recurso natural.

Una de las causas principales de esta escasez son unas sequías cíclicas típicas del clima mediterráneo, que se ven aumentadas por el cambio climático. A esto se suma el aumento de la demanda de agua en un contexto de acuíferos sobreexplotados, principalmente por un incremento de la demanda en el área dedicada a cultivos de regadío.

Además, la crisis climática está provocando un aumento de sequías agrícolas y ecológicas, aunque existen otros tipos de sequía como ya hemos explicado. Esto ocurre, sobre todo, en regiones como Europa central, occidental y la cuenca mediterránea debido a una mayor evapotranspiración, como explica el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) en su sexto informe.

A nivel global, las sequías han aumentado en frecuencia e intensidad desde la década de 1950 y, conforme aumenten las temperaturas, las intensidades y frecuencias de las mismas irán a más en algunas regiones, indica el IPCC [pág. 8].

3. La sequía disminuye la generación de energía hidráulica

La hidráulica “puede ayudar a controlar los cambios de la oferta y la demanda [de electricidad] minuto a minuto”, tal y como indicaron en The Conversation las ingenieras civiles Caitlin Grady y Lauren Dennis. Pero, con los embalses de la España peninsular al 36,88% (dato del 23 de agosto de 2022), la producción de energía a partir de los embalses se ha reducido a la mitad con respecto al año pasado, según el boletín mensual de REE.

La producción hidráulica interanual podría ser a finales de agosto la más baja, como mínimo, desde 1999, estima Xavier Cugat, jefe de proyectos de plantas fotovoltaicas y divulgador miembro de Bendita Energía. “Se está viendo desde hace meses la bajada de generación de la hidroeléctrica. No es sólo una bajada estival o puntual, son valores a la baja mantenidos semanas”, explicaba a Maldita.es Marcial González, del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Carlos III de Madrid y también miembro de Bendita Energía.

“En los meses de verano ningún año se produce mucho con agua, pero desde octubre sí afectará” al precio, indicaba a El País el analista energético Ignacio Gistau. A menor agua embalsada, mayor consumo de combustibles fósiles más caros para cubrir el hueco dejado por una menor producción hidráulica.

4. Confeccionar una camiseta de algodón requiere el agua que una persona bebe en dos años y medio

No todos los elementos que contribuyen a la sequía y a la escasez de agua son de carácter natural. El factor humano es determinante: el consumo medio de agua por habitante a nivel mundial es de 660 metros cúbicos al año, según un informe elaborado por la Empresa Social AUARA con motivo de la Semana Mundial del Agua.

En esta cifra se incluye no sólo la agricultura (70%), sino también la actividad industrial (20%) y el consumo doméstico (10%). Ya hemos mencionado el gran impacto de los cultivos de regadío en la gestión de los recursos hídricos, pero conviene recordar que industrias como la textil son, según un estudio publicado en Environmental Quality Management, una de las mayores amenazas para el medio ambiente.

La industria de la moda consume cada año 79 billones de litros de agua, según un estudio publicado en la revista científica Nature Reviews Earth & Environment. Así, para elaborar una sola camiseta de algodón, el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (EPRS) estima que se necesitan unos 2.700 litros de agua dulce. O lo que es lo mismo, “la cantidad de agua que una persona bebe en dos años y medio”.

A esto hay que añadir que los tintes y otros productos usados son responsables de, aproximadamente, el 20% de la contaminación de agua potable mundial, según EPRS. Y no parece que estas cifras vayan a mejorar, sobre todo, si consideramos que los europeos tiran hasta 11 kilos de ropa al año, el equivalente a entre 55 y 110 prendas, como ya te explicamos.

5. ¿Agua desalada o depurada para el consumo humano frente a la sequía? Sólo la desalada se puede beber

El uso que estamos haciendo del agua dulce ha superado el límite de seguridad y está poniendo en riesgo la estabilidad de todo el sistema planetario. Según Unicef, 750 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso directo al agua potable.

Aunque este no es un problema generalizado en España, que el trimestre mayo-junio-julio de 2022 haya sido el más seco en nuestro país desde al menos 1961 y que los embalses estén a un 40% de capacidad a 23 de agosto de 2022 (casi 20 puntos menos que la media de los últimos 10 años) os a llevado a preguntarnos si es posible usar agua desalada o residual tras ser depurada para luchar en lo posible contra esta escasez.

La respuesta corta es que ya se usa agua desalada para consumo humano y la residual depurada se destina a otros usos, aunque esta no es la solución porque el problema principal de la escasez de agua está en el elevado consumo y no en la disponibilidad de agua, según Julia Martínez Fernández, directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA).

Del agua del mar, a través de procesos como la ósmosis inversa, se logra agua potable. Así, por ejemplo, “en Lanzarote y Fuerteventura el suministro de agua potable se realiza totalmente a través del agua desalada. España es pionera en el proceso de desalinización de agua y es uno de los líderes mundiales tanto en capacidad instalada como en la fortaleza de su industria”, indica a Maldita.es Laura Fernández, responsable de contenidos de iAgua.

Respecto a las aguas depuradas, procedentes de aguas residuales tras ser tratadas, está permitido su reutilización y las condiciones las fija una ley del año 2007, que prohíbe su consumo humano directo.

6. El agua de lluvia de todo el planeta está contaminada por 'sustancias químicas para siempre'

Otra de las preguntas que más se han planteado ante la escasez de agua potable es si el agua de lluvia constituye una alternativa salubre para beber. La respuesta es no.

Existen una serie de agentes químicos, conocidos como sustancias químicas para siempre’, que han sido producidos por los seres humanos en ingentes cantidades y se encuentran ahora en la atmósfera, en el agua de lluvia y en la nieve de las regiones más recónditas del planeta. Estos son perjudiciales para la salud humana y los ecosistemas por su toxicidad persistente y, si el cuerpo humano los absorbe a través de los alimentos o el agua, lejos de deshacerse de ellos, los acumula.

Así, "según las últimas directrices estadounidenses sobre el PFOA (ácido perfluorooctanoico) en el agua potable, el agua de lluvia de todo el mundo se consideraría insegura para beber. Aunque en el mundo industrializado no solemos beber agua de lluvia, mucha gente del planeta espera que sea segura para beber y abastece con ella a muchas fuentes de agua potable".

7. Todavía hay margen de acción: el futuro pasa por una reducción en el consumo de agua

Sin embargo, aunque es cierto que la actividad humana está llevando al límite la estabilidad de la Tierra, todavía hay margen de acción, como explica este artículo de Climática que republicamos en Maldita.es y recomienda la comunidad científica

La directora técnica de la FNCA, Julia Martínez Fernández, asegura que para poner fin a este problema en España se necesita una transición hídrica. Sólo de este modo se podrá devolver el buen estado a los ecosistemas acuáticos, frenar la pérdida de biodiversidad y asegurar que estos ecosistemas nos sigan proveyendo de agua de calidad.

Esta transición pasa necesariamente por una reducción de las demandas, especialmente la del regadío, por ser la mayoritaria. De otro modo, “la adaptación al cambio climático sería inviable, así como la recuperación del buen estado de nuestros ríos, acuíferos y humedales”, añade Martínez.

Reducir a la mitad los gastos superfluos de agua y consumir de forma responsable los alimentos que necesitan mucha agua, como fresas, aguacates y melones exclusivamente cuando estén en temporada también ayudaría desde el punto de vista del consumidor a disminuir los efectos de un futuro con menos agua disponible, consideró la geóloga Guillermina Garzón preguntada por Maldita.es.

Por último, también a título individual, comprar menos prendas de ropa y aumentar la vida útil de las mismas sería un buen primer paso para reducir nuestro impacto ambiental y, con ello, el consumo excesivo y la contaminación del agua, indica el artículo ‘The environmental price of fast fashion’.


Primera fecha de publicación de este artículo: 26/08/2022

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