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Junto con la imagen del guardia civil rescatando a un bebé en el mar, la captura de la voluntaria de Cruz Roja abrazando a un migrante en la Playa del Tarajal se ha convertido en una de las fotografías más relevantes y comentadas que ha dejado la llegada de miles de personas desde Marruecos a Ceuta.
La fotografía en cuestión se ha compartido en redes sociales, medios de comunicación y desde las cuentas oficiales de Cruz Roja España y Cruz Roja Ceuta, desde dónde han recordado que son “una organización en la que hay muchas Lunas” (así se llama la voluntaria de la imagen viral).
La protagonista se llama Luna, es estudiante del grado en integración social y realiza voluntariado en Cruz Roja
Las imágenes de la escena muestran a la joven voluntaria de la ONG dando agua y abrazando a uno de los más de 8.000 migrantes que desde el pasado 17 de mayo han entrado a la ciudad autónoma. En una entrevista en TVE, la trabajadora de Cruz Roja afirmó que “no sabía cómo se llamaba el joven subsahariano, solo que procedía de Senegal” y describió que “lloraba desconsoladamente” y no la dejaba de abrazar. Tal y como explicó este medio, la protagonista de la escena se llama Luna Reyes, tiene 20 años y se encuentra en Ceuta desde marzo realizando las prácticas del grado superior de integración social, donde, además, realiza voluntariado en la Cruz Roja de la ciudad autónoma.
También el padre de la joven, Luis Reyes, atendió este 19 de mayo a Telemadrid afirmando que la crisis migratoria y humanitaria en la Playa del Tarajal “ha desbordado todas las previsiones” y que la joven está muy emocionada.
En TVE, la voluntaria señaló que su intención era acompañar al migrante llegado desde Senegal hasta las naves habilitadas para atenderlos, pero fue devuelto al otro lado de la frontera y no lo ha vuelto a ver.
Una campaña de acoso y derribo
Las reacciones a la escena no tardaron en llegar en redes y pronto la joven de Cruz Roja comenzó a recibir cientos de mensajes machistas y racistas cuando se hicieron públicas sus redes sociales y vida personal. “Es una puta de negros” o “se lo quería follar” son algunos de los comentarios que cientos de usuarios difundieron compartiendo, también, imágenes de sus perfiles en Instagram y Twitter. Esto ha obligado a la joven a proteger sus cuentas en redes sociales y restringir el acceso sólo a seguidores que ella decida.
También en "Ceutonenas", un blog en el que la joven y sus compañeras relatan su experiencia en la ciudad autónoma realizando sus prácticas, podemos ver comentarios de odio hacia ellas.
De hecho, hasta personalidades públicas como el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch comentó la escena en Twitter: “La víctima y la salvadora o el abusador y la idiota. Toda una representación de Europa haciendo el gilipollas”. Por su parte, Cristina Seguí publicó un tuit, actualmente ya eliminado pero que puedes ver en esta versión archivada, en el que decía que la “oenegista” abrazaba a “un ilegal tras pasar 4 min en las “gélidas” aguas mediterráneas” y que él “aprovechó la turgencia de sus senos”.
También hubo quien dijo en redes que durante el abrazo "ella parecía que intentaba separarse" y que "no podía", a lo que la joven respondió, antes de privatizarse la cuenta, que su única intención era que el migrante "se tranquilizara y se hidratara".
Una contrarrespuesta de apoyo a Luna
Ante la oleada de insultos y comentarios de acoso hacia la joven, miles de usuarios en redes han organizado una contrarrespuesta solidaria en homenaje a la voluntaria de Cruz Roja. Bajo el hashtag #GraciasLuna y #OrgulloLuna diversos perfiles han mostrado su apoyo hacia la joven, entre ellos, miembros del Gobierno como las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, la ministra Isabel Celáa o personalidades de la cultura como Ismael Serrano.
