MENÚ
¿Estás de viaje en una comunidad autónoma distinta a la tuya y necesitas ir al médico? ¿O sacar un medicamento con receta y te la has dejado en casa? La Historia Clínica Digital y la Receta Electrónica son sistemas digitales interoperables, es decir, que te permiten hacer tus gestiones de salud desde cualquier comunidad autónoma del país. “La incorporación de tecnologías de la información a los sistemas sanitarios permite mejorar la calidad del servicio”, afirma La Moncloa.
Sin embargo, más de un 60% de los ciudadanos nunca ha consultado su historia clínica digital, según el Barómetro sanitario 2024 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). De ellos, un 51% dice que no lo ha necesitado, 32% desconoce esa posibilidad y 19% no sabe o no puede usar internet. Sobre la receta electrónica, casi un 40% de los encuestados no sabe que puede utilizarla para retirar medicamentos sin la receta en papel. Para que tengas la opción de elegir de qué porcentaje quieres ser, te contamos cómo funcionan estos servicios digitales de salud.
La Historia Clínica Digital permite a los profesionales sanitarios consultar tu información médica para atenderte en otras comunidades
La Historia Clínica Digital es un sistema que permite el acceso propio y del personal sanitario de las comunidades autónomas a tu información clínica. Si necesitas que te atiendan en un centro de salud distinto al usual, este servicio permite a los profesionales sanitarios consultar digitalmente tus informes para entregarte una asistencia de calidad y evitar repetir procedimientos innecesarios. Además, te permite obtener copia de los documentos electrónicos disponibles, crear tu historia clínica resumida con tus datos más relevantes y generar tu patient summary (resumen de paciente de la Unión Europea) para compartir información clínica con profesionales de otros países de la UE.
Tú también puedes consultar tu historia clínica digital a través de la web habilitada por tu comunidad o ciudad autónoma o desde la aplicación Carpeta Ciudadana, disponible para Android y Apple. No es necesario registrarse, si cuentas con una tarjeta sanitaria individual puedes hacerlo, solo necesitas identificarte con tu DNI electrónico, certificado electrónico o Cl@ve.
Solo tú y los profesionales sanitarios autorizados podéis acceder al registro y siempre puedes revisar quién lo ha consultado. Además, puedes restringir el acceso a un documento: sólo ingresa al índice de informes y presiona el botón ‘Ocultar’ (siempre puedes revertir tu decisión). Si revisas las entradas a tu historial y crees que hubo una injustificada, puedes reclamar. Ingresa al ‘Registro de accesos’ y rellena el formulario de ‘Reclamación sobre un acceso’.
Con la Receta Electrónica puedes retirar medicamentos sin ningún papel y en cualquier comunidad autónoma
Una receta médica es un documento que contiene una prescripción de medicamentos o productos sanitarios por parte de un profesional facultado. La Receta Electrónica es lo mismo pero en formato digital y te permite solicitar tu prescripción en cualquier farmacia, aunque esté en otra comunidad autónoma, sin necesidad de tenerla en papel. Eso sí, no vale presentar una foto o PDF de la receta, solo la receta electrónica.
Para usarla, solo necesitas presentar tu tarjeta sanitaria individual en la farmacia. Si utilizas la receta electrónica en una comunidad distinta a la de residencia, puede que el farmacéutico te pregunte el lugar de la prescripción para acceder al listado de productos correspondiente. Ojo, aunque no sea necesario para retirar el medicamento, a la hora de viajar es recomendable llevar la hoja de prescripción para revisar el tratamiento completo. Además, ten en cuenta que sólo puedes pedir medicamentos autorizados, efectos y accesorios (como gasas, esparadrapo, etc.) y algunos productos dietéticos. El sistema no es válido para productos de parafarmacia como tiras de glucemia, jeringas y otras.
Los Servicios de Salud autonómicos custodian los datos de salud de los pacientes
Todo esto significa que hay mucha información sobre tu salud almacenada en algún sitio y que hay gente que tiene, en momentos puntuales, acceso a ella. Entonces, ¿cómo se protegen nuestros datos?
El acceso a los datos de salud de la historia clínica digital se protege a través del sistema de identificación: sólo puede consultarlo el paciente o los profesionales autorizados. Además, estos últimos deben hacerlo únicamente con fines asistenciales, sus consultas son registradas y pueden ser objeto de autoría. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha creado un decálogo de protección de datos para el personal sanitario y administrativo que promueve un uso responsable de los sistemas.
El Ministerio de Sanidad afirma en su Base legal del tratamiento de datos de salud que el Servicio de Salud autonómico se ocupa de la custodia de los datos “a través de medidas técnicas y organizativas que permiten garantizar la privacidad”. Por su parte, la autoridad sanitaria no guarda informes clínicos y coordina el sistema a través de la Subdirección General de Información Sanitaria.
En el caso del sistema de receta electrónica, este ofrece confidencialidad, según afirma el Ministerio de Sanidad: “Cualquier ciudadano podrá solicitar protección y confidencialidad para una dispensación diferenciada”. El servicio notifica automáticamente a la comunidad autónoma de origen que el producto y envase prescrito ha sido retirado para descontarlo de las siguientes dispensaciones.
