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Localizar llamadas como en las películas, conectarnos a la wifi de nuestro vecino y navegar sin conexión: el 77º consultorio de Maldita Tecnología

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¡Hola, malditas y malditos! Hoy es martes de consultorio tecnológico, así que vamos al lío. Entre las preguntas que nos habéis hecho en estos días tenemos: ¿de verdad se pueden localizar las llamadas telefónicas tan fácilmente o es una cosa de las películas? ¿Me podría conectar a la red wifi de mi vecino si está desprotegida o me meto en un lío? ¿Qué es “navegar offline” y para qué me sirve? Quedaos y os lo explicamos.

¿Seguís teniendo dudas? Enviádnoslas y las responderemos en los siguientes consultorios. Podéis hacerlo escribiéndonos un mensaje al correo [email protected], completando este formulario o enviando un mensaje a nuestro Twitter, a Facebook o a nuestro bot de WhatsApp: +34 644 229 319.

¿Es fácil localizar una llamada como en las películas?

Lo hemos visto muchas veces en series y películas: policías y agentes de investigación entreteniendo a un sospechoso en una llamada telefónica para así localizar su ubicación exacta. Acto seguido, aparece en la pantalla de la comisaría la posición exacta de la persona. ¿Cuánto tiene esto de realidad y cuánto de ficción? ¿Es posible localizar tan fácilmente un teléfono? ¿Se hace en la vida real?

David Medrano, ingeniero de telecomunicaciones y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, nos explica que “técnicamente la geolocalización es sencilla: se puede triangular la ubicación de un terminal gracias a la medición de los niveles de señal del móvil contra las diferentes antenas de su entorno”. De esta técnica te hemos hablado en otras ocasiones, por ejemplo cuando el Gobierno usó datos anónimos de localización de los teléfonos para medir la movilidad de la ciudadanía durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19. 

“Es fácil técnicamente porque los teléfonos móviles están constantemente intentando conectarse a varias antenas de su entorno analizando la mejor cobertura de cada una de ellas, saltando automáticamente de una a otra sin que notemos el cambio”, añade Medrano. 

Pero no siempre se dan las condiciones para que sea fácil triangular la posición. El ingeniero especifica que si “se está conectado a tres antenas, es suficiente, mientras que con dos antenas es un poco más difícil y ya únicamente con una sólo se puede hallar un radio mucho más amplio en el que pueda estar el teléfono”.

Todo esto se lleva a cabo con la señal móvil, pero prácticamente todos los móviles modernos traen GPS, que es otra manera de geolocalizar la ubicación de un terminal. Este método es utilizado por numerosas aplicaciones para analizar nuestra posición, como mapas o las aplicaciones de mensajería que nos permiten compartir nuestra ubicación. 

Según el especialista, es habitual que se usen los dos métodos combinados. “Servicios como ‘Encuentra tu móvil’, un servicio ofrecido por los fabricantes para intentar localizar un teléfono perdido, utilizan ambas formas para poder ubicar correctamente y con mucha precisión el terminal”, comenta este especialista, que también explica que “esta suma es útil, por ejemplo, si nos hallamos en interiores, donde es más difícil obtener la señal GPS”. 

Esto también se está empezando a utilizar en las llamadas al 112 en España, como recuerda nuestro maldito y también ingeniero de Telecomunicaciones Norman López-Manzanares: a través del sistema AML (Advanced Mobile Location), los smartphones, tanto si llevan Android como iOS, tienen la capacidad de enviar al centro de emergencias los datos de localización obtenidos a través del GPS, antenas de la red móvil o el bluetooth (aunque estas opciones no estuviesen activadas por el usuario antes de la llamada), con una precisión de 15 metros. 

Ahora bien, sabiendo todo esto, ¿bajo qué otros supuestos legales se puede localizar una llamada? ¿Es igual que en la ficción? En cierto modo sí, ya que esta técnica sólo puede utilizarse cuando hay una orden judicial de por medio, tal y como explica a Maldita.es David Maeztu, abogado especializado en tecnología y protección de datos: “La Ley 25/2007 de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y la Ley de Enjuiciamiento criminal establecen que es necesaria siempre una autorización judicial para consultar este tipo de datos con las operadoras”.

¿A qué se le llama navegar offline y para qué sirve?

¿Navegar sin conexión? ¿Cómo puede ser eso si Internet se sostiene precisamente en estar conectado? Aunque te parezca extraño y una contradicción, esto se puede hacer y en algunos casos es una herramienta interesante que nos puede sacar de un apuro.

Como su nombre bien indica, cuando hablamos de navegar “sin conexión” nos referimos a llevar a cabo acciones que normalmente haríamos conectados a internet. El caso más frecuente de la navegación offline es el de los mapas. Ana Navarro, ingeniera informática y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, comenta que es “una función muy útil, porque cuando viajas es interesante llevar los mapas de las zonas a dónde vas descargados previamente para no depender de tu conexión, ya sea porque no tienes cobertura o para ahorrar los datos de nuestra tarifa”. 

Además, añade que “en el caso de rutas de senderismo, es muy recomendable llevar descargados los mapas por lo que pueda pasar. Para ello hay aplicaciones como Google Maps u otras más específicas que lo realizan por ti y lo preparan de forma sencilla”. 

Para hacerlo en Google Maps, existen dos métodos, como señala nuestra también maldita y técnico superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red, Olga Pau. La primera forma es pinchar en el lugar (como una ciudad o un municipio) y seleccionar “Descargar”. La segunda, a través del menú de “Mapas sin conexión” que está situado en nuestra cuenta y que nos permite ajustar qué zona queremos descargar.

Pero la navegación offline no se limita a esto. También podemos consultar páginas web mientras no estamos conectados a la red. Eso sí, como avisa Pau, “tenemos que hacerlo de antemano, como los mapas”. “Se necesita espacio y pensar con anterioridad exactamente qué páginas vas a necesitar y qué contenidos de las mismas”, añade Navarro.

¿Cómo funciona y cómo podemos hacerlo? Para poder navegar offline, “los navegadores utilizan la memoria caché, una memoria temporal donde se almacena información referente a las páginas que visitamos de internet (entre otros usos)”, especifica Pau. 

Para hacerlo en nuestro ordenador, depende del navegador que utilicemos. En el caso de Mozilla Firefox viene incorporado por defecto: primero, visitamos las páginas y los apartados que queramos guardar para ver offline, y luego pinchamos en Archivo (en la barra superior de MacOS o en el menú superior del navegador, que puedes mostrar pulsando la tecla ‘Alt’ en Windows y Linux) y activamos la opción “Trabajar sin conexión”.

Si usas Google Chrome, primero tienes que activar esta función en los ajustes introduciendo esta URL en la barra de direcciones: chrome://flags/#enable-new-download-backend. Después de reiniciar el navegador, tendremos las páginas que hayamos visitado mientras estábamos conectados preparadas para hacerlo sin conexión. 

Si estamos en el móvil, el proceso en iOS es similar en todos los navegadores: tenemos que abrir la página que queramos guardar y hacer clic en “Añadir a lista de lectura”.

En cambio, en Android solo lo podemos hacer en Chrome: pinchando en el menú y seleccionando la opción “Descargar”. Si usamos Firefox, tendremos que echar mano de Pocket, su servicio para ‘leer más tarde’ que se encuentra como una aplicación externa al navegador.

¿Es legal conectarse a la WiFi del vecino si está desprotegida?

En Maldita.es ya os hemos hablado largo y tendido de las wifis públicas, de sus usos y posibles peligros al conectarnos a una red que carece de seguridad. Pero en esta ocasión el enfoque es diferente: ¿qué pasa si tengo un vecino cuya red wifi está abierta y sin protección? ¿Nos podemos conectar o es ilegal?

En este caso, la respuesta no es un blanco o un negro, sino que entramos en la escala de grises. El Código Penal, en su artículo 256, sí que menciona el “uso de cualquier equipo terminal de telecomunicación sin consentimiento de su titular y causando a éste un perjuicio económico” y en el artículo 623 señala la “estafa, apropiación indebida, o defraudación de electricidad, gas, agua u otro elemento, energía o fluido, o en equipos terminales de telecomunicación”.

“Acceder a una red Wi-Fi ajena se traduce jurídicamente en conectarse fraudulentamente a través de un sistema de conexión inalámbrico para evitar tener que soportar su coste y que lo asuma la empresa proveedora del servicio o bien un particular”, explica en el blog El Derecho la abogada Cristina Ribas. 

La abogada considera que “en España, el mero hecho de acceder a una red wifi es una conducta prevista y penada”, pero que una de las dificultades de condenar esta práctica reside en las diferentes interpretaciones que se pueden hacer de una “norma que no se ajusta al funcionamiento de la tecnología actual”

Es decir, que se deba interpretar que la conexión wifi de una persona cercana está incluida en esa categoría de “equipos de telecomunicaciones” que menciona la ley. “En cualquier caso, sirva de toque de atención para los/as que se dedican a lo que coloquialmente se conoce como ‘robar la wifi del vecino’”, señala.

Para Rubén Sánchez, secretario general de FACUA, “en realidad existe un vacío legal, pues no hay una norma que distinga entre las wifis abiertas de establecimientos comerciales, que facilitan a sus clientes acceso a Internet mientras estén en sus locales, de las redes de internet de particulares”. 

Sánchez explica que, además, al tener configurada su red de esta manera se entiende que no hay ninguna limitación (como podría ser conocer la contraseña) para acceder a la misma. No obstante, Sánchez puntualiza que “sólo se incurriría en un posible delito si el uso que se hace de esta red es para realizar actos ilegales, pero eso es una cuestión relacionada con el mero uso más que con la forma de acceso”. Por ejemplo, hackear o usar sin autorización la red wifi de tu vecino para cometer un acto delictivo, como podría ser compartir pornografía infantil, por supuesto que sería ilegal.

Otro factor que debemos tener en cuenta es la forma en la que se accede a esa red, ya que compartir una red wifi con uno o varios vecinos sí que está contemplado. La Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) contempla que un prestador de servicios de internet sí que podría dar cobertura a una comunidad de vecinos a través de una sola red de conexión. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que los usuarios tienen derecho a cambiar de operador o acceder a otros si lo desean.

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En este artículo ha colaborado con sus superpoderes los ingenieros de Telecomunicaciones  David Medrano y Norman López-Manzanares, la ingeniera informática Ana Navarro y la técnico superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red Olga Pau.

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