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MALDITO BULO

No, el Gobierno no puede saber por la nueva ley de Telecomunicaciones qué personas participan en una manifestación accediendo a su dirección IP a través de WhatsApp

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Se ha viralizado un contenido publicado por OKDiario -que ha corregido su versión inicial *- (y que otras páginas han reproducido) que afirma que, a raíz de la tramitación de la nueva Ley General de Telecomunicaciones, el Gobierno tendrá "control y acceso" sobre nuestro móvil, lo cual no es cierto. Además, asegura que con esta normativa se puede "acceder a la dirección IP" por "triangulación" de un dispositivo para identificar a personas que acuden "a una manifestación contraria al Gobierno". Es un bulo.

LAS CLAVES

  • La dirección IP de un dispositivo no se obtiene a través del proceso de triangulación.
  • Datos como la dirección IP o la ubicación de un terminal solo se obtienen mediante autorización judicial.
  • La triangulación de un dispositivo, el uso de WhatsApp y el acceso a una dirección IP no guardan relación.
  • WhatsApp no se "intervendrá" para leer mensajes sino que se usaría como canal de difusión de alertas públicas.

El acceso a una dirección IP no se produce mediante la triangulación de un dispositivo y para rastrear y ubicar a una persona a través de su móvil hay que solicitar una autorización judicial. El anteproyecto de la ley no modifica ese supuesto. Os lo explicamos.

La ubicación no se puede conocer sin autorización judicial

El contenido se apoya en que, supuestamente, el anteproyecto de la Ley General de Telecomunicaciones presentado este 11 de septiembre abre la puerta a que el Gobierno pueda "controlar" plataformas como WhatsApp.

En su versión inicial, OKDiario exponía lo siguiente: "Accediendo a esos servicios de mensajería se accede por triangulación a la ubicación de cada sujeto que utiliza las redes o WhatsApp. Traducido: se accede a la IP -identificación de cada terminal que se conecta- y a la ubicación personal en el momento deseado. Y ello implica que, por ejemplo, una persona que acuda a una manifestación contraria al Gobierno puede ser identificada y localizada en esa ubicación".

Sin embargo, a través del proceso de triangulación no se puede acceder a las direcciones IP y solo se puede conocer la ubicación por orden judicial. La Ley 25/2007 de Conservación de Datos establece que ese seguimiento a los teléfonos móviles debe almacenarse durante un tiempo limitado (art. 3). En caso de requerimiento judicial para investigar, por ejemplo, un delito de especial gravedad, es cuando se puede pedir esa información a las operadoras. El anteproyecto de la ley no incluye que el Gobierno tenga acceso indiscriminado a este tipo de datos. Vamos con más explicación.

Para qué sirve la triangulación

"A día de hoy, los dispositivos suelen localizarse usando la conexión satélite que todos disponen (GPS), que es mucho más exacta y suele estar además siempre activa en los terminales móviles. La información obtenida desde la red del dispositivo es solamente el identificativo del equipo, ninguna información más se utiliza a nivel de red", explica a Maldita Tecnología Daniel Marín, un maldito ingeniero de telecomunicaciones que trabaja en una operadora y nos ha prestado sus superpoderes.

¿Para qué sirve el proceso de triangulación, entonces? Ya os hemos hablado de él cuando se anunció por primera vez el estudio de movilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE): este proceso se lleva a cabo para localizar dispositivos (de forma aproximada) que estén conectados a determinadas antenas de telefonía a través de la red móvil.

A través de esta conexión es posible deducir dónde se encuentra un dispositivo en un radio cercano a la antena. Se llama triangulación cuando el dispositivo está conectado a tres antenas a la vez, por lo que se puede reducir más el punto donde se encuentra un dispositivo, a pesar de que siga sin ser exacto.

"Si un teléfono ve señal de la antena A con 5mW de potencia, de la Antena B mide 1mW y de la Antena C con 0,1mW, se puede saber o estimar que está junto a la antena A y lejos de la C. Jugando con esas medidas se puede deducir un area donde probablemente este ese terminal", explica a Maldita Tecnología Julián Hernández, otro maldito que es ingeniero de telecomunicaciones y nos ha prestado sus superpoderes.

"Una operadora sabe perfectamente a qué celda de radio (antena) está conectado el dispositivo, lo que limita la búsqueda a cientos de metros dependiendo de la zona (en zonas urbanas la precisión es mayor porque las celdas son más pequeñas, hay más antenas), y es capaz de precisar aún más analizando los tiempos de respuesta con las celdas circundantes", detalla Jorge García, otro de los malditos especializado en telecomunicaciones que nos presta sus superpoderes.

Sin embargo, "para correlacionar un dispositivo con un usuario, es necesario cruzar la información con la base de datos del operador, cosa que no está permitida según la Ley Orgánica de Protección de Datos salvo bajo petición judicial", añade Marín.

Por triangulación no se puede acceder a una dirección IP

La triangulación de un dispositivo, el uso de WhatsApp y el acceso a una dirección IP no guardan relación. Principalmente, porque la dirección IP es una especie de matrícula que se usa para identificar a los dispositivos que navegan por Internet: lo que registra es nuestra conexión a Internet, por lo que siempre vamos a tener una asociada, pero esta puede variar y no tiene nada que ver con la triangulación.

"En las redes se usa una asignación de IPs dinámica, lo que implica que de una conexión a otra varía", explican a Maldita Tecnología desde la patronal DigitalEs. Es decir: cuando te das de alta en una operadora, lo más probable es que se te asigne una dirección IP dinámica, ya que las fijas suelen ser de pago. Que sea fija implica que siempre que tengas conexión a Internet, vas a tener la misma identificación, y esa dirección no la tendrá nadie más.

Esa dirección IP podría identificar a un cliente (ya que son las operadoras quienes almacenan qué IP corresponde a quién) y por ello viene citada en la Ley 25/2007 de Conservación de Datos como uno de los datos que los servicios de comunicaciones electrónicas (en este caso, las operadoras), deben guardar, en caso de necesitar rastrear a una persona. Asímismo, en el artículo 6 viene recogido que tales datos "sólo podrán ser cedidos de acuerdo con lo dispuesto en ella" y "previa autorización judicial".

Ley 25/2007 de Conservación de Datos.

García nos explica que la dirección IP pública de un dispositivo no tiene que ver con el proceso de triangulación y que no es efectiva para localizar a una persona porque "se puede asociar a un rango de cientos de kilómetros en la mejor de las situaciones debido a que en muchos casos se reusan IP dentro de una misma zona".

Explica que la dirección IP se distribuye "de forma aleatoria cada vez que el dispositivo se conecta", a menos que tengamos un servicio de IP fija. Es decir, que llegado el caso, varios dispositivos de una misma operadora podrían estar usando de forma aleatoria cualquiera de las direcciones IP públicas que esa operadora ofrece.

"Saber mejor o peor dénde esta el terminal, no implica saber quién es el dueño del mismo, sus datos, NIF, nombre, etc. Habría que cruzar esos datos 'técnicos', por ejemplo obtener la IP asignada al terminal por el operador, y de allí, el numero de teléfono asociado al subscriptor de red comercial y cruzarlo con los datos de clientes para obtener su identidad, NIF, dirección, etc.", recalca Hernández, a través de las operadoras.

Y aclara: "Whatsapp, Messenger o Telegram no pueden saber la ubicación si no tienen permiso de acceso al GPS del terminal. Conocen la dirección IP 'pública' con la que acceden los usuarios, pero no tienen capacidad para vincular esa IP pública con una identidad mas allá de los datos del cliente que facilitó al crear la cuenta".

Con todo, la asociación a una dirección IP no tiene que ver con el uso de un servicio de mensajería como WhatsApp.

La "intervención" a servicios de mensajería como WhatsApp se refiere al envío de alertas en casos de emergencia

Esto es algo que os hemos explicado cuando se viralizó hace unos días que el Gobierno podría acceder a nuestro móvil para leer o enviar mensajes. Es falso. En este otro artículo, explicamos a qué se refiere el anteproyecto de ley en cuanto a las plataforma de WhatsApp y ampliamos la información.

"Las plataformas de mensajería, de nuevo, poco tienen que ver con la triangulación o la localización", explica García.

Texto del anteproyecto de la Ley General de Telecomunicaciones.

El anteproyecto de ley no habla de una "intervención" directa en los servicios de mensajería, sino de mandar mensajes gubernamentales a través de ellas. Y no de cualquier temática: precisa que si hablamos de servicios de comunicaciones interpersonales independientes de la numeración (en cristiano, plataformas del tipo WhatsApp), estas comunicaciones se harían de forma "excepcional".

Sí que es cierto que el texto no especifica cuáles serían esos casos de "grandes catástrofes o emergencias inminentes o en curso". La directiva europea que transpondrá el proyecto de Ley de Telecomunicaciones señala que estas alertas las deben recibir los usuarios "presentes en las zonas geográficas que se pueden ver afectadas por las grandes catástrofes o emergencias inminentes o en curso durante el período de alerta, según las determinen las autoridades competentes".

La capacidad para intervenir infraestructuras digitales se fijó por decreto ley en noviembre de 2019

Respecto a la capacidad para "intervenir" en redes de comunicaciónes electrónicas, te contamos más información en Maldita.es cuando se aprobó el decreto de administración digital (que a su vez modificaba la actual Ley General de Telecomunicaciones).

El decreto hacía referencia a las infraestructuras de estas redes y no a plataformas concretas como WhatsApp: el anteproyecto de ley las incluye en el texto que tiene que aprobarse porque su intención es que pasen a inscribirse en el Registro de Operadores y, por tanto, a cumplir ciertas obligaciones con las que ya cuentan las operadoras a día de hoy. Puedes leer más en este artículo explicativo sobre el anteproyecto de ley.

En ningún caso significa eso que puedan intervenir tu WhatsApp para leer su contenido, controlar tu móvil o, como hemos visto, identificarnos a través de la dirección IP.

En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Julián Hernández, Daniel Marín y Jorge García.

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*Este artículo ha sido actualizado el 07/10/2020 para incluir la corrección que OKDiario ha realizado de su contenido.

Primera fecha de publicación de este artículo: 29/09/2020.

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