En Maldita Ciencia ya hablamos sobre cómo actuar en casos de cortes más o menos profundos. Esta vez, nos habéis preguntado por heridas, en general, y cuál sería el método más recomendable para curarlas. En concreto, os ha llamado la atención este artículo que explica que el agua oxigenada, aunque sea un remedio muy recurrente, no es la mejor opción en estos casos. Aunque es un tema sobre el que existe debate, es cierto que el agua oxigenada desinfecta pero puede empeorar la cicatrización.
Según Juanjo de la Fuente, médico de urgencias en el Área Sanitaria Norte de Córdoba, "el agua oxigenada destruye el tejido de granulacion parcialmente y retrasa la cicatrización de las heridas leves". Con respecto a heridas difíciles y según explica a Maldita Ciencia Jaime Ribas Escalera, enfermero de urgencias, "el agua oxigenada no se utiliza, porque no es lo suficientemente potente".
Este estudio, publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología, explica que, en concentraciones bajas, el agua oxigenada podría llegar a causar tan solo síntomas transitorios, como blanqueamiento o ampollas. Sin embargo, las de concentración más alta (de entre el 9 y el 45%), podría originar daños más graves en la piel.
Por norma general, al hacerse una herida, lo recomendable es limpiar su superficie con agua y jabón líquido, con toques suaves y sin frotar. Para ello, hay que asegurarse de que las manos estén limpias y retirar de la zona ropa y accesorios. Después de lavar la lesión, secarla con gasas estériles. Estas son las instrucciones que proporciona la Asociación Española de Pediatría (AEPED), el Instituto Nacional de Salud (NHI, por sus siglas en inglés), esta guía del portal Salud Madrid y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Según esta guía de primeros auxilios de SAMUR y Protección Civil, también podría utilizarse alguna sustancia antiséptica que no tiña, comprobando antes que la víctima no sea alérgica a sus componentes. Entre aquellos actos que habría que evitar, incluye teñir la herida que vaya a suturarse con productos antisépticos que contengan yodo o mercurocromo, aplicar pomadas sin prescripción médica o utilizarse algodón o alcohol.
De hecho, el NHI especifica que "no deben usarse limpiadores cutáneos, alcohol, peróxido, yodo ni jabones con químicos antibacterianos, ya que pueden dañar el tejido de la herida y demorar su cicatrización".
El vinagre, aunque sea un remedio popular, tampoco es la solución. Según explica Ribas, "este es un ácido con una ligera función desinfectante, pero de curar una herida olvídate porque no tiene las cualidades necesarias". En esto coincide Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el hospital Clinic, en Barcelona: "En principio, el vinagre no está indicado para curar una herida".
Gómez indica que, en caso de hacerse una herida, solo habría que acudir al médico en caso de que esta se complique (que se haga más grande, que el dolor vaya a má y se inflame más de lo esperado) y, sobre todo, si esta supura líquido verdoso o con mal olor. "Cuando hay dudas sí que habría que acudir al médico, porque a veces no es tan fácil interpretar una herida, pero la gran parte de las lesiones se curan lavando bien con agua y jabón y poniendo desinfectante".