No es raro que comidas y cenas navideñas impliquen coincidir con quienes no compartimos opiniones y punto de vista sobre temas más o menos sensibles. Tampoco que esto suponga discusiones y ambientes incómodos. Por otro lado, se trata de una época en que las ausencias son más evidentes, especialmente en los primeros años tras el fallecimiento de un ser querido. Para situaciones parecidas, estas son las recomendaciones que nos han propuesto las psicólogas a las que hemos consultado.
Respuestas evasivas y temas de conversación alternativos para cerrar el tema
Como recuerda Miriam Rocha Díaz, psicóloga clínica de ITEMA, aun siendo familia, cada uno de nosotros tenemos experiencias, puntos de vista y formas de pensar distintas, así como diferentes habilidades emocionales. Y esto puede llevar a confrontaciones.
Si consideramos probable que durante la reunión surjan temas delicados o con alta carga emocional, Rocha recomienda prepara respuestas evasivas que ayuden a dar el tema por zanjado.
Otra de las tácticas que sugiere es la propuesta de temas de alternativos y el uso el sentido del humor (“Ya hemos hablado de mí. ¿Qué tal vosotros?”) para redirigir la conversación: “Hay que saber renunciar a nuestro deseo de quedar por encima en una discusión o de imponer nuestra opinión”. Añade que lo ideal es que el debate trate de llevarse a cabo desde el respeto y la empatía hacia el otro, controlando el tono y la gesticulación, de forma que sea constructivo, sin faltar al respeto ni ponerse a la defensiva.
En concreto, ¿qué pasa si nos sentamos en la mesa con alguien que difunde desinformación y teorías de la conspiración? Primero, no atacar o ridiculizar quien intentamos convencer y tratar de entender por qué se hace eco de esa desinformación. Es importante rebatir para convencer y no para quedar bien con el resto de participantes en la conversación. Además, tratar de hablar en positivo mejor que negativo y, al explicar la verdad sobre el tema, que se haga con tacto, utilizando argumentos sencillos pero sólidos y teniendo especial cuidado en caso de personas muy polarizadas.
Si esta es más abiertamente hostil o vehemente, podemos buscar aliados en la mesa que nos avisen sutilmente si la conversación se vuelve agresiva. Otra de las técnicas propuestas por Rocha es el banco de niebla: subrayar la parte del discurso con la que sí estemos de acuerdo (“tienes razón en esta parte”) o utilizar la posibilidad (“puede que tengas razón”) sin posicionarnos con lo que no coincidimos. “Al dar la razón (aunque sea parcial) no nos pueden recriminar nada”, añade la experta. De esta forma se busca desarmar la posibilidad de que la otra persona insista para que le demos la razón.
Con las estrategias asertivas, como expresar nuestra opinión de manera firme, “buscamos ejercer nuestros derechos a opinar lo que queramos desde el respeto intentando prevenir que la otra persona no se ponga a la defensiva al validar su postura aunque no la asumamos como propia”, aclara Rocha.
Otra opción es ir con mucha información fiable para los temas que puedan salir, pero “¿cómo voy a poder con tres frases cambiar la idea del otro?”, señaló en Twitch la psicóloga clínica
Aurora Gómez Delgado, psicóloga clínica, recomienda, antes de empezar la comida o cena, que se proponga conjuntamente el tratar de evitar los temas dolorosos o espinosos. Recuerda, además, que “la comida no es un tema ‘neutro’ entre las personas con intolerancias, trastornos de alimentación o adicciones”. En Maldita.es ya os contamos qué tener en cuenta para facilitar estas fechas a quienes padecen trastornos de la conducta alimentaria.
Navidades sin familia o con familiares ausentes
Hay personas que prefieren pasar las fiestas lejos de la familia por diversas razones. Pero dado que la convención social nos ‘obliga’ a hacerlo en comunidad, no siempre es fácil. El primer obstáculo es transmitirlo dando nuestros argumentos, aunque hay que entender que la familia puede tardar tiempo en adaptarse, como recuerda Rocha.
En caso de pérdidas cercanas, ¿cómo podemos afrontar el duelo y ausencia en Navidad, siendo esta una fecha especialmente significativa? Rocha recuerda que el duelo es un período de adaptación para volver a hacer las cosas que antes hacíamos sin la persona querida: “Es importante mantener las tradiciones que hasta entonces eran satisfactorias. Progresivamente volveremos a disfrutarlas. Las primeras veces, la nostalgia, los recuerdos y la tristeza serán inevitables, pero con el tiempo nos adaptaremos a que esa persona no esté y generaremos nuevos recuerdos”.