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Si termina el cambio de hora, ¿con cuál nos quedamos? Los pros y contras del horario de invierno y verano

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Claves:
  • Existe debate sobre si es mejor quedarse con el horario de invierno (UTC+1) o de verano (UTC+2) en el caso de que se termine con el cambio de hora bianual en España peninsular
  • Una comisión de expertas para reformar la hora no consiguió llegar a una conclusión unánime en 2019 sobre esto, pero señalaba que el de invierno tenía una exposición de luz solar más equilibrada en todo el año
  • El horario de verano podría tener ventajas en el impacto económico del turismo y la seguridad vial, además de ser el favorito en las encuestas

Si se pone fin a los cambios de hora en el reloj de marzo y octubre, debe elegirse cuál es la nueva hora para todo el año. En España peninsular se valoran dos opciones: mantenerse con el horario de invierno (UTC+1 u hora central europea) o el de verano (UTC+2, hora central de verano europea).

Presentamos las evidencias disponibles sobre ambos horarios y qué decía una comisión de expertas formada por el Gobierno en 2018. Esta comisión no llegó a una conclusión unánime, más allá de “no producir ningún cambio precipitado” sin consenso e información práctica a la ciudadanía, aunque muchas de sus integrantes veían más favorable el horario de invierno.

Contexto: horas de amanecer y atardecer con un horario permanente

Mostramos tres escenarios de a qué hora sale y se pone el sol en dos puntos extremos de España que mantienen el mismo horario: Fisterra (A Coruña) y Maó (Baleares). Usamos como referencia la herramienta Suncalc.org y cuatro fechas: los días con más y menos luz solar del año (aproximadamente) y los equinoccios.

Hay que tener en cuenta que el momento del amanecer y atardecer (cuando el sol atraviesa el horizonte) no coincide exactamente con el crepúsculo, que es cuando el cielo tiene algo de luz porque el sol sigue iluminando las capas altas de la atmósfera.

Fuente: Solinruiz/Wikimedia

Argumentos para mantener el horario de invierno todo el año: el más “equilibrado” por luz solar

Aunque no se llegó a ninguna conclusión unánime, varias integrantes de la comisión de expertas para reformar la hora destacaba que el horario de fijo de invierno es “el que proporcionaría una exposición más equilibrada entre la luz de la mañana y la de la tarde para la mayoría del territorio español, con la salvedad de las Baleares”. Este informe destaca que esta postura la defienden expertos en cronobiología y sueño, como la Sociedad Española del Sueño o la Sociedad Europea de Ritmos Biológicos.

María de los Ángeles Rol de Lama, profesora de Fisiología e investigadora en Cronobiología de la Universidad de Murcia, explica a Maldita.es que su equipo preparó simulaciones de cuánta luz recibían ciudades de España para esta comisión. Esto es para ver cómo incide la luz solar en el reloj biológico interno (sistema circadiano) de los humanos.

“En el sistema circadiano existe algo llamado la curva de respuesta de fase a la luz, la capacidad que tiene la luz de adelantar o retrasar nuestro reloj interno. La luz de la mañana tiende a adelantar ese reloj, y la de la tarde, a atrasarlo”, detalla Rol de Lama. Con estas simulaciones, su equipo veía que el horario más equilibrado era el de invierno, “excluyendo Canarias y Baleares”. Esto se traduciría en una mejora de la calidad del sueño y “una mayor sincronía con la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar”, como defiende la Sociedad Española del Sueño.

Vinculado con el sueño y el “equilibrio” del reloj biológico, la comisión señalaba que desde el punto de vista de la educación, resultaba mejor el horario permanente de invierno. Tener todo el año el horario de verano “supondría que en lugares como Galicia, en el invierno, no amanecería hasta cerca de las 10:00h, retrasándose la exposición de los y las escolares a la luz solar”.

Este comité incidía en que la luz por la mañana era “especialmente efectiva” al ofrecer beneficios para la salud, al ser esta la que “sincroniza nuestro ritmo circadiano” y la que mejor impacto tiene para sintetizar la vitamina D y “reducir síntomas depresivos”. La exposición a la luz solar en cualquier momento del día también trae beneficios: se asocia a más actividad física y menos sedentarismo, menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas y mejor salud cardiovascular. Con esto, consideran que el horario de invierno es el que permite recibir más luz solar durante la mañana.

El informe del comité también analiza los usos del tiempo de la sociedad española, la jornada laboral y la conciliación y la corresponsabilidad, sin llegar a conclusiones claras sobre qué horario es mejor. Aconseja, eso sí, evitar “demonizar” las horas de oscuridad (las dedicadas para descansar) y “santificar” las de luz (asociadas al ocio, pero también a la producción laboral) “ya que se obvian otros factores como las épocas del año, el clima o la oferta de ocio”. Un ejemplo de esta perspectiva son las dos épocas de rebajas al año: “Hay población en la calle durante las horas de tarde, independientemente de la luz y oscuridad existente”.

Por último, el comité también hace su análisis desde el punto de vista agrario, pero destaca que no hay estudios sistemáticos, ni encuestas sobre preferencias en el sector, además de la gran variedad de labores que se hacen, que implica que en algunas tareas se trabaje con horas de luz mientras en otras se evite la exposición al sol.

Argumentos para mantener el horario de verano todo el año: seguridad vial, turismo y el favorito en las encuestas

El informe de esta comisión de expertas ve que mantener el horario de verano todo el año (UTC+2) puede tener ventajas en dos ámbitos: seguridad vial y turismo. También hay que destacar que, en los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el de verano siempre es el favorito por los encuestados.

El análisis parte de que existe bastante evidencia científica que apunta a que hay más riesgo (entre 30 y 50%) de tener un siniestro de tráfico con víctimas durante las horas de oscuridad. Así, un horario fijo de invierno haría más seguros los desplazamientos matutinos, y un horario fijo de verano haría lo mismo para el tráfico por la tarde. 

¿Qué tendencia evitaría más siniestros? “En general, es preferible disponer de más luz durante la tarde, ya que se asume que los desplazamientos se hacen en condiciones de más fatiga por el cansancio de la jornada laboral”, dice la comisión. Un argumento a favor de esto es que, entre 2014 y 2017, los siniestros mortales por la mañana es similar a lo largo del año, pero hay proporcionalmente más víctimas en los meses con horario de invierno a partir de las 18h. Así, un horario fijo de verano podría aportar más luz a estas horas, lo que estaría vinculado a menos riesgo de siniestro. No obstante, el informe destaca que hay patrones de movilidad, vinculados al ocio o las compras, que son difíciles de calcular y podría no estar tan claro cómo afectaría a ellos la luz vespertina.

Sobre el papel del horario y el turismo, se apunta a que un horario fijo de invierno podría tener efectos económicos negativos en la parte este de España peninsular (Cataluña, Baleares, Comunitat Valenciana, etcétera), que concentra más visitantes y más empleados en este sector. La comisión de expertas considera que tener más horas de luz por la mañana y menos por la tarde (lo que ocurre con el horario de invierno) se traduce en menor actividad turística. 

Como muestra, el Parlament de les Illes Balears hizo una declaración institucional para mantener el horario de verano en todo el año. “Los beneficios que aportaría mantener el horario de verano, además de gozar de más claridad cuando se acaban las obligaciones diarias, son muy elevados en ámbitos como el sanitario, económico, social y familiar. También tendría repercusiones económicas, como la reducción del consumo de electricidad [algo no tan claro], aumento de las ventas del pequeño y mediano comercio, desestacionalización turística y menos paro por la ocupación turística todo el año”, defendía el texto.

Por último, hay que tener en cuenta que el horario de verano siempre ha tenido más respaldo en las encuestas del CIS. En noviembre de 2018, el 65% de los encuestados prefiere el de verano, frente al 14% que dice elegir el de invierno y el 16% que le es indiferente. En abril de 2021, el 69% escogía el de verano; en abril de 2022, este porcentaje subió al 71%; en marzo de 2023, el 66% lo escogía; y en noviembre de 2023, última ocasión en la que se ha hecho esta pregunta, el 68,5% opta por el horario de verano para todo el año.