Una consulta navideña recurrente estos días es si es cierto que meter una cucharilla al revés en las botellas de cava o champán podría ayudarnos a mantener el gas de su interior. Por muchas veces que lo hayas hecho o visto hacer, la ciencia tiene algo que decir al respecto: que ningún cubierto va a impedir el contenido de estas se quede sin gas. Para conseguirlo, es necesario un tapón hermético y mantenerla en frío.
Según opina Richard Zare, químico de la Universidad Stanford (EEUU), en este artículo de la revista Scientific American, esto es un mito. De hecho, Zare llevó a cabo un experimento en el que se descorcharon 26 botellas y se preservaron de distintas maneras (algunas con cucharillas y otras sin ellas). Después, los investigadores las probaron y puntuaron a ciegas, sin detectar ninguna diferencia entre ambos grupos.
Los mismos resultados consiguieron los científicos del Centro Interprofesional de Vinos de Champaña (Francia): descorcharon y vaciaron parcialmente varias botellas de champán, manteniéndolas después abiertas utilizando distintos métodos (algunas no las taparon, a otras les colocaron cucharas de diferentes metales, a un tercer grupo las taparon con el tapón original y, a las últimas, con uno hermético). ¿Conclusión? Según se puede leer en el libro Gastronomía Molecular, del físico-químico francés Hervé This, solo los dos últimos grupos (tapadas con tapones) mantuvieron el gas en su interior.
Si preguntamos al sector empresarial dedicado a estas bebidas, el único método que garantizará que el contenido de la botella no pierda el gas, según explican Freixenet a Maldita Ciencia, será utilizar un tapón hermético. También ayudará mantenerla a baja temperatura.
Primera fecha de publicación de este artículo: 24/12/2019