La probabilidad de que un número sea el ganador del Gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad es de 1 entre 100.000. Con este escenario, es relativamente sencillo encontrar ejemplos de sucesos insólitos y extraordinarios que pueden suceder con una posibilidad más alta que recibir los 400.000 euros al décimo, como tener gemelos (32,6 por cada 1.000 nacimientos), nacer un 29 de febrero (1 entre 1.461, como el presidente del Gobierno de España) o encontrarte con un pokémon shiny en los juegos de Pokémon de la segunda generación hasta la actualidad (de un color diferente al original, que se puede dar en 1 de cada 8.192 encuentros con un pokémon salvaje).
¿Y al revés? ¿Qué sucesos tenemos la certeza y evidencia de que han sucedido y tenían menos probabilidades de ocurrir que a alguien le toque los cuatro millones de euros del Gordo? Excluyendo otras loterías con aún menos probabilidades de obtener el gran premio y afecciones de salud extremadamente raras, es complicado encontrar eventos de los que se conozcan sus probabilidades de ocurrir y exista evidencia de que han sucedido. Pero haberlos, haylos.
Ser golpeado por un rayo (1 entre 500.000)
Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las probabilidades de que una persona sea golpeada por un rayo en un año son de 1 entre 500.000. Esta cifra de riesgo puede oscilar, detalla el propio centro, según la zona del mundo en la que te encuentres, según la meteorología y según el empleo que tenga una persona, siendo aquellos que trabajan en exteriores los que tienen más riesgo de sufrir este problema. En Maldita.es también hemos escrito sobre dónde colocarte en caso de que te pille una tormenta eléctrica y hemos desmentido que usar el móvil durante una tormenta eléctrica no te expone a más riesgo de sufrir un impacto.
A pesar de las pocas probabilidades, existe un listado de personas que han logrado sobrevivir a la caída de un rayo. Por ejemplo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos recopila en una web relatos de personas que han declarado haber sufrido este impacto y haber vivido para contarlo, en qué punto geográfico ocurrió y cuáles son las secuelas médicas. También existe una organización internacional, Supervivientes de rayos y descargas eléctricas, que brinda apoyo médico y psicológico a quienes han sufrido esta fatalidad. Este reportaje de The Guardian conecta alguna de las historias de estas personas.
Impacto en órbita del satélite Iridium-33 con el satélite inactivo Cosmos 2251 (3 entre 100.000)
El 9 de febrero de 2009, el satélite de comunicaciones estadounidense Iridium-33 y el satélite inactivo de comunicaciones ruso Cosmos 2251 sufrieron un impacto. Ambos artefactos, que se encontraban a una altitud de 790 kilómetros por encima de Siberia, quedaron destruidos y generaron una nube de basura espacial. Aunque las probabilidades de que ambos satélites impactaran era de 3 entre 100.000 (ligeramente más probable que el Gordo de la lotería), esta historia ilustra un suceso inédito en la historia espacial: el grupo de satélites Iridium tenía otras probabilidades de impacto más elevadas y este no estaba incluido en el listado de eventos de riesgo. Uno de los eventos más improbables finalmente ocurrió.
Según el documento Gestión del tráfico espacial en la era del nuevo espacio (abril 2018), del Centro para la Política y la Estrategia Espacial, los gestores del satélite Iridium (que es una constelación, un grupo de 66 satélites que opera de manera conjunta) eran conscientes de todas las trayectorias de peligro: existían rutas con un riesgo de impacto con otro elemento en órbita de 1 entre 100.000 y otras que llegaban a las 2 entre 10.000.
A pesar de las pocas probabilidades que tenía este evento, se puede plantear que estos casos son (y seguirán siendo) excepcionales. Precisamente esto es lo que se preguntó en este artículo el consultor de la NASA Donald J. Kessler: si estos eventos que dejan consigo una gran cantidad de basura espacial serán más probables en el futuro. Su respuesta apunta a que, conforme aumenta el número de satélites artificiales que los humanos lanzamos a la órbita terrestre, esta probabilidad aumenta exponencialmente. El divulgador José Luis Crespo, QuantumFracture, explica este escenario en un vídeo.
¿Nacer? (1 entre 15 millones o 1 entre 400 trillones)
Cada día nacen unos 385.000 humanos en el mundo, según la estimación de la Organización de Naciones Unidas y Unicef. ¿Podría una estadística tan elevada —todos los lectores de este artículo, al fin y al cabo, han nacido— revelar una probabilidad aún más remota que el premio gordo del sorteo de Navidad? Es una cuestión con más tintes filosóficos que científicos (o estadísticos), pero ya hay personas que se lo han preguntado.
Para situar la estadística debemos dirigirnos al proceso más básico que puede desencadenar que un ser vivo nazca: la fecundación, la unión de un espermatozoide con un óvulo. En cada milímetro de semen se estima que se expulsan entre 15 y 200 millones de espermatozoides en una situación normal, según la Clínica Mayo. En teoría todas estas células tienen la capacidad de fecundar un óvulo (y que el óvulo también escoja al espermatozoide más exitoso, ya que cada vez hay más literatura científica que apunta a que esta célula no juega un papel pasivo en la fecundación), por lo que situaría la probabilidad de generar un cigoto que podría dar como resultado a un ser humano en 1 entre 15 millones (como mínimo).
Pero si somos honestos con todo lo que supone crear a una nueva persona, no podemos quedarnos únicamente con el proceso biológico de la fecundación. ¿Cuántas casualidades se han sucedido en la historia para que una persona nazca? Ali Binazir, autor de libros de autoayuda y doctor en medicina, escribió en un blog de la Universidad de Harvard la cadena de sucesos que se tienen que dar en el tiempo que llevan al nacimiento de un humano y cuál es la probabilidad de que suceda uno detrás de otro.
Su conteo no está respaldado por ninguna evidencia científica ni estadística, aunque filosofa y abre la puerta a que otras investigaciones tomen como inspiración su trabajo. La estimación de Binazir, en este caso, es de que una persona tiene una probabilidad entre 400 trillones (un 400 seguido de 18 ceros), después de contar la posibilidad de que dos personas con capacidad reproductiva se encuentren, mantengan una relación y que la fecundación sea exitosa.
Situaciones que nos parecen extrañas pero que en realidad son más probables que ganar el Gordo de la Lotería
En el lado contrario, y para situar el contexto de lo que es la suerte de este sorteo extraordinario, hemos recopilado algunos eventos que nos parece que tienen muy pocas probabilidades de ocurrir y, aún así, son más probables que ganar los cuatro millones de euros del Gordo.
Un embarazo de trillizos o más: según la Asociación Estadounidense de Medicina Reproductiva, las probabilidades de que ocurra un embarazo de trillizos es de 1 entre 10.000 (o 10 entre 100.000). Por su parte, los CDC de Estados Unidos notificaron en el año 2019 un total de 3.286 embarazos de trillizos o más, lo que lo sitúa en una tasa de natalidad de 87.7 por cada 100.000 nacimientos en este país.
Nacer con los ojos de color distinto: la heterocromía completa es una condición en la que una persona tiene los iris al completo (sin ninguna ‘cachito’ pigmentado) de colores diferentes. Según Elena Salobrar-García, doctora en Ciencias de la Visión, esta característica tiene una incidencia de 6 personas por cada 10.000 (o 60 entre 100.000).
Nacimiento de dos personas con una parte del cuerpo unida: los siameses son gemelos cuyos cuerpos siguen unidos después de nacer. Aunque la incidencia de estos partos oscila mucho, casi todas las cifras lo sitúan por debajo de las probabilidades del Gordo: 1 nacimiento por cada 50-60.000 según el Hospital Pediátrico de Filadelfia, o 1 de cada 50-100.000 según la Sociedad Pediátrica Ecuatoriana.
Tréboles de cuatro o cinco hojas: dice la tradición supersticiosa que las personas que encuentran un trébol de cuatro hojas tendrán buena suerte. ¿Y cuan raro es realmente encontrarse con un Trifolium con más de tres hojas? Lidia (flautista profesional) y Uli (doctor en botánica), una pareja que dicen ser apasionados de estas variaciones de tréboles, recopilan en su página web un análisis estadístico tras estudiar más de 5,7 millones de tréboles en 35 localizaciones diferentes de Europa. Aunque no se puede tomar sus resultados como una evidencia científica sólida al no estar publicados en una revista (ni contar con una exhaustiva revisión por pares), estiman que existe un trébol de cuatro hojas por cada 5.076 tréboles estándar de tres hojas, 1 de 24.390 de cinco hojas y 1 de 312.500 de seis hojas (que eso ya sí sería tener más suerte que te toque el Gordo).
Ser llamado para donar médula ósea: según la Fundación Josep Carreras, entidad que creó en 1991 el Registro de Donantes de Médula Ósea y que conecta a los pacientes de España que necesitan un trasplante de este tejido con los donantes de todo el mundo, la probabilidad de localizar a un paciente compatible y completar una donación es de 1 de cada 2.500-3.000 donantes. Esta probabilidad es más baja, como es lógico, cuanto mayor sea el número de donantes voluntarios.
Nacer con más dedos de las manos o de los pies: la polidactilia es un trastorno genético que se detecta normalmente en el nacimiento de la persona. Según la revisión científica de StatPearls, actualizada en 2021, la incidencia de esta condición varía entre grupos de población: 13,5 por cada 1.000 en varones negros, 2,3 por cada 1.000 varones blancos, 11,1 por cada 1.000 mujeres negras y 0,6 por cada 1.000 mujeres blancas.
Primera fecha de publicación de este artículo: 21/12/2021