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Salud mental en las comidas navideñas: cómo manejar las conversaciones delicadas, la soledad no buscada y las posibles ausencias

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Las comidas y cenas navideñas implican en muchas ocasiones juntarse en la misma mesa con personas con las que no compartimos opinión en muchos aspectos de la vida. Esto puede suponer desagradables discusiones o al menos un ambiente incómodo. También es una época en que las ausencias se notan mucho y más si son las primeras navidades tras el fallecimiento de un ser querido. Con la ayuda de psicólogas, os contamos cómo afrontarlo.

Respuestas evasivas y temas de conversación alternativos para cerrar el tema

Como nos recordó en nuestro canal de Twitch la psicóloga clínica Miriam Rocha Díaz de ITEMA, aunque seamos familia, todos tenemos experiencias y formas de pensar distintas y diferentes habilidades emocionales que pueden llevar a confrontaciones.

Si sabemos por experiencia previa que se va a hablar de temas delicados o con alta carga emocional, podemos llevar preparadas respuestas evasivas que ayuden a dar el tema por zanjado, señala Rocha. El hecho de ir preparado además ayuda a que no nos enfademos ante la pregunta con frases internas como “no entres”. 

Otra táctica que dio Miriam Rocha es planificar temas de conversación alternativos que sacar o usar el sentido del humor con frases como “ya hemos hablado de mí. ¿Qué tal vosotros?” para redirigir la conversación: “Hay que saber renunciar a nuestro deseo de quedar por encima en una discusión, de hacernos entender o imponer nuestra opinión”. El debate se debe hacer desde el respeto hacia el otro y la empatía, controlando el tono y la gesticulación, de forma que sea constructivo, sin faltar al respeto ni ponerse a la defensiva.

En concreto, ¿qué pasa si nos sentamos en la mesa con un familiar que difunde bulos y teorías de la conspiración? Como contamos el año pasado, los principales consejos son no atacar o ridiculizar a la persona a la que intentamos convencer, tratar de entender por qué alguien difunde una desinformación, rebatir para convencer y no para quedar bien con nuestros amigos o el resto de la familia, mejor hablar en positivo que en negativo, hacer la corrección aunque sea con tacto, convencer con argumentos sencillos pero sólidos y tener especial cuidado cuando hables con personas muy polarizadas.

Si hay una persona que es más abiertamente hostil o vehemente, podemos buscar una persona aliada en la mesa que pueda hacernos gestos si ve que nos estamos encendiendo. Otra técnica que la psicóloga Miriam Rocha recomienda es el banco de niebla, es decir, correr un tupido velo conviniendo con la parte que la que estemos de acuerdo en la afirmación de la otra persona (“tienes razón en esta parte”) o con la posibilidad (“puede que tengas razón”) pero sin posicionarnos en el resto con lo que no estamos de acuerdo. “Al dar la razón (aunque sea parcial) no nos pueden recriminar nada”, añade la psicóloga. De esta forma se busca desarmar la posibilidad de que la otra persona insista para que le demos la razón.

Con las estrategias asertivas (expresar nuestra opinión de manera firme) “buscamos ejercer nuestros derechos a opinar lo que queramos desde el respeto intentando prevenir que la otra persona no se ponga a la defensiva al validar su postura aunque no la asumamos como propia”, aclara Rocha.

Otra opción es ir con mucha información fiable para los temas que puedan salir, pero “¿cómo voy a poder con tres frases cambiar la idea del otro?”, señaló en Twitch la psicóloga clínica Aurora Gómez Delgado, quien mejor plantea evitar los temas dolorosos o espinosos en la mesa y preguntar individualmente antes de la reunión grupal para saber si quiere hablar de cierto tema durante la comida o cena. “La comida no es un tema neutro entre las personas con intolerancias, trastornos de alimentación o adicciones”, indicó la psicóloga. En Maldita.es ya os contamos qué tener en cuenta para facilitar estas fechas a quienes padecen trastornos de la conducta alimentaria.

Navidades sin familia o con familiares ausentes

Hay personas que prefieren pasar las fiestas lejos de la familia por diversas razones. Pero dado que la convención social nos ‘obliga’ a hacerlo en comunidad, no siempre es fácil. El primer obstáculo es transmitirlo dando nuestros argumentos, aunque hay que dar tiempo para que la familia se adapte, indicó Rocha.

La muerte es inevitable y la pandemia ha supuesto un aumento de comidas y cenas navideñas donde por primera vez falta alguien que nunca va a volver. ¿Cómo podemos afrontar este duelo y ausencia en Navidad, una fecha especialmente significativa? Miriam Rocha señala que el duelo es un período de adaptación para volver a hacer las cosas que antes hacíamos sin la persona querida: “Es importante mantener las tradiciones que hasta entonces eran satisfactorias porque progresivamente volveremos a disfrutarlas. Al comienzo habrá esa nostalgia, recuerdos y tristeza pero nos adaptaremos a que esa persona no esté y generaremos nuevos recuerdos”.


Primera fecha de publicación de este artículo: 22/12/2021

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