Se acercan fechas de reuniones, villancicos, luces… Y comida y bebida por doquier. Esto puede traducirse en una mayor posibilidad de que, tanto a nosotros como a alguien, ‘se le vaya el canapé por el otro lado’. Ojo, que no solo podemos atragantarnos comiendo, sino también al manipular algún objeto cerca de la boca estando despistados. De hecho, suelen ser los casos más comunes.
En cualquier caso, para saber cómo reaccionar ante situaciones como esta (en las que, no lo olvidemos, podemos incluso salvar la vida del atragantado) y después del éxito de sus recomendaciones al ritmo de ‘La Macarena’ si nos encontramos en la necesidad de practicar una reanimación cardiopulmonar (RCP), dos vecinas de Écija (Sevilla), Trini y Emilia, nos enseñan cómo actuar ante un atragantamiento.
Tos, golpes entre los omóplatos y maniobra de Heimlich
Como señalan Trini y Emilia, ante un atragantamiento, lo primero que debemos hacer es “animar a la víctima a que tosa”, incluso gritándole si hiciese falta. Como explicamos en Maldita.es, cuando un poco de líquido o una miguita ‘se te va por otro lado’, lo habitual es que la tos sea suficiente para liberar de nuevo tus vías respiratorias y acabar con la situación de atragantamiento. Es decir, cuando un cuerpo extraño queda atrapado de forma accidental en las vías respiratorias, obstruyéndolas e impidiendo que el aire llegue a los pulmones y haya riesgo de asfixia.
“Es importante que todo el mundo sea consciente de que, ante un atragantamiento con posible obstrucción de vía aérea, es necesario provocar la salida del cuerpo. Eso sí, nunca se debe hacer manipulando la boca con los dedos ni provocando el vómito”, recordaba a Maldita.es Juan Carlos Montalvá, coordinador del grupo de trabajo de Urgencias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Según diferentes instituciones sanitarias, y como recuerdan en el vídeo Trini y Emilia, lo primero que debemos hacer ante alguien en esta situación es ponernos detrás de él o ella, inclinarle hacia adelante y darle varios golpes secos entre los omóplatos. El objetivo es que sea capaz de expulsar aquello que está causando el atragantamiento.
Si con este gesto no logramos extraerlo, lo conveniente es realizar la maniobra de Heimlich. “Esta consiste en entrelazar las dos manos, cerrando el puño, alrededor de la cintura y por debajo del tórax. Una vez colocadas, realizar un abrazo fuerte de unos segundos unas 3 o 4 veces, para facilitar la expulsión del cuerpo extraño”, indica el médico.
Para evitar una situación similar, como medidas básicas de prevención en adultos, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) recomienda cortar los alimentos en piezas pequeñas, masticar los alimentos lenta y completamente, no reírse ni hablar mientras se mastica y traga y evitar la ingesta excesiva de alcohol antes y durante las comidas.
¿Qué ocurre si quien se atraganta es un niño?
Si quien está sufriendo el atragantamiento no es un adulto, sino un niño menor de un año, el primer gesto será mirar la boca. “Si vemos el objeto lo sacaremos, con mucho cuidado de no empujarlo hacia adentro (haciendo un gancho con el dedo por la cara interna de la mejilla)”, explica la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
En caso de que no veamos o no podamos sacar el cuerpo, se debe girar al niño y ponerlo sobre las piernas con la cabeza algo más baja que el cuerpo. Una vez adoptada la postura, darle cinco golpes secos en la parte alta de la espalda, entre los omóplatos. Después le daremos la vuelta para comprobar si respira.
Si seguimos sin ver nada en la boca y el niño no puede respirar, “haremos cinco compresiones en el centro del pecho con dos dedos de la mano. El lugar donde se comprime es justo debajo de la línea imaginaria que une ambos pezones”.
Lo más importante para evitar este tipo de situación en niños es mantener objetos pequeños (todo lo que entre por el agujero de un rollo de papel higiénico) fuera de su alcance; evitar que caminen, corran o jueguen con alimentos o juguetes en la boca y supervisarles al comer.
Aunque la mayoría de las obstrucciones son leves, otras pueden hacer que la víctima entre en parada cardiorespiratoria por falta de oxígeno.