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MALDITA CIENCIA

Argumentos para contestar a los negacionistas climáticos de la ola de calor y los incendios de este verano

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Julio de 2022 será recordado por una ola de calor muy intensa y duradera en Europa. Mientras que en Reino Unido ha sido histórica ya que por primera vez desde que hay registros se han superado los 40 ºC, en Alemania y Francia se han roto numerosos récords de temperaturas elevadas. Por su parte, en España también se han logrado máximas y mínimas muy elevadas. Además, en nuestro país en lo que va de año ya se han quemado más hectáreas que en cualquier año desde que en 2008 los satélites de Copernicus comenzaron este registro. Pese a ello, surgen voces que niegan la crisis climática con diversas narrativas desinformadoras. Las resumimos aquí y os contamos cómo desmontarlas.

“Este calor es normal, estamos en verano”

Quizás el ‘argumento’ más frecuente que oigas es que es normal que haga calor en verano. Pero hace unos años no eran habituales estas olas de calor tan frecuentes, intensas, extensas y duraderas. De hecho, las olas de calor han aumentado entre tres y cuatro veces más rápido en Europa que en el resto de las latitudes medias del norte como Estados Unidos o Canadá, según un estudio publicado en Nature Communications. Este aumento se explica por los cambios en la atmósfera, en concreto en la corriente en chorro que sobrevuela la región euroasiática, señala el estudio.

¿Pero qué se considera una ola de calor? En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pone tres condiciones para hablar de este fenómeno meteorológico: duración (un episodio de al menos tres días consecutivos), extensión (al menos el 10% de las estaciones) e intensidad (que registren temperaturas máximas entre el 5% de las más cálidas de los meses de julio y agosto en el periodo 1971-2000). La propia definición ya indica que no es el calor habitual para el verano.

Como ejemplo, el siguiente gráfico de las temperaturas en la Comunitat Valenciana muestra que lo que va de verano de 2022 no es lo normal: los últimos 72 años en esta comunidad autónoma nunca habían sido tan cálidos en junio y la primera quincena de julio.

"En un clima no afectado por la influencia humana, los modelos climáticos muestran que es prácticamente imposible que las temperaturas en el Reino Unido alcancen los 40°C”, ha explicado Stephen Belcher, científico jefe del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido.

En España, el mayo de 2022 fue el más cálido de este siglo y el segundo de la serie que comenzó en 1961, donde hubo días con temperaturas “extremadamente altas” hasta 15 ºC por encima de lo normal en la península ibérica. Este calor excepcional es la nueva normalidad: enero de 2022 tuvo las temperaturas diurnas más altas desde 1961 y diciembre de 2021 fue el tercero más cálido desde que hay registros en España y el segundo menos frío de lo que va de siglo.

Junio de 2022 en Europa fue el segundo más cálido en Europa desde que hay registros (1,6 ºC por encima de la media 1991-2020) y el tercero a nivel mundial, como muestran los datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. España tuvo una ola de calor muy temprana que fue la más intensa desde 1981, como explicamos en Maldita.es. Como explicamos en este otro artículo, no era el calor normal para esas fechas, ni siquiera para julio o agosto.

Anomalías mensuales de la temperatura del aire en superficie, media mundial y media europea, relativas a 1991-2020, desde enero de 1979 hasta junio de 2022. Las barras de color más oscuro indican los valores de junio. Fuente de datos: ERA5. Crédito: Servicio de Cambio Climático de Copernicus/ECMWF.

Las previsiones a futuro siguen esta misma línea. El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, ha indicado que "en el futuro, este tipo de olas de calor van a ser normales”. “Veremos extremos más fuertes. Hemos bombeado tanto CO2 a la atmósfera que la tendencia continuará durante décadas”, ha explicado

"El cambio climático, impulsado principalmente por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ha calentado el clima medio en más de 1°C. Así que, cuando los patrones de circulación atmosférica se unen con el calentamiento de fondo, experimentamos condiciones aún más cálidas. En un escenario de emisiones muy elevadas, podríamos ver temperaturas que superen los 40 grados con una frecuencia de hasta cada tres años a finales de siglo en el Reino Unido", ha aclarado Stephen Belcher.

El IPCC (Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático por sus siglas en inglés) prevé que las temperaturas aumenten más rápidamente en Europa que en otras zonas, indica la OMM. Además, si el calentamiento global supera los 2 °C, en el Mediterráneo se espera una “preocupante combinación de cambios climáticos” (calentamiento, temperaturas extremas, aumento de las sequías y la aridez, disminución de las precipitaciones, aumento de los incendios forestales, niveles medios y extremos del mar, disminución de la capa de nieve y disminución de la velocidad del viento) para mediados del siglo XXI, indica la organización meteorológica.

Mientras que el verano más cálido en España desde que hay registros, el de 2003, fue 1,8 ºC más caluroso que la media 1981-2010, el IPCC prevé para la región mediterránea que entre 2041 y 2060 un verano normal sea unos 2,5 ºC más cálido que el promedio de 1981 a 2010.

“Hubo un verano en que hizo tanto o más calor”

Pese a que la evidencia científica señala cómo la frecuencia e intensidad de eventos de temperaturas extremas será mayor que en un clima sin influencia humana, se rescatan portadas, noticias o imágenes que supuestamente muestran cómo hace décadas hacía tanto o más calor que en las olas de calor actuales.

Antes de desmentir algunos de estos supuestos extremos calurosos, hay que aclarar que, aunque fuesen reales, “nada de eso habría invalidado el hecho indudable de que la temperatura media en España está en ascenso en las últimas décadas, que ese ascenso está siendo más intenso en verano y que a consecuencia de ello se están incrementando las olas de calor y el número de días de ola de calor en nuestro territorio”, como señala en el blog de la AEMET el meteorólogo José Ángel Núñez Mora.

Porque el cambio climático no implica que cada año y cada verano vaya a ser más cálido que el anterior y que ya nunca más vaya a hacer frío. Lo que realmente significa es que hay “una tendencia general de temperaturas al alza, lo que hace cada vez más probable que se produzcan períodos de temperaturas altas y olas de calor y menos probable que se produzcan olas de frío y días muy fríos”, aclara el experto de la AEMET. Es decir, el tiempo atmosférico (el día a día) y el clima (la tendencia de fondo) son conceptos diferentes.

Dicho esto, quizás te enfrentes a una portada del semanario El Español de agosto de 1957 donde se afirma que se han alcanzado “temperaturas de 50 grados en algún lugar de La Mancha”. Pero es un bulo: no se alcanzaron los 50 grados en 1957. El récord en España “medido de forma confiable” es de 47,6 ºC y se alcanzó el 14 de agosto de 2021, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Ocurrió lo mismo con la ola de calor de junio de 2022. Se utilizó una portada de ‘ABC’ que decía que se habían alcanzado los 45 ºC en Sevilla en junio de 1981. El diario decía también que “los termómetros se acercaron a la barrera de los cincuenta -en algunos se registraron más de 46 grados”. Pero las temperaturas que marcan los termómetros de las marquesinas como el de la portada no son fiables, como hemos explicado en Maldita.es.

Además, la medición oficial registrada por la AEMET en una garita meteorológica en aquel junio de 1981, comparable con las temperaturas que mide la agencia meteorológica en 2022, fue de 41 ºC de máxima. Concretamente, la medición del 13 de junio de 1981 en el Aeropuerto de Sevilla. Al ser el periódico del 14 de junio, la temperatura a la que se refería era a la del día previo. Los días 14 y 15 de junio se llegó al máximo de 43 ºC en Sevilla, según AEMET. Como explicamos, la ola de calor de junio de 2022 fue más intensa que la de 1981.

“No hay relación entre el cambio climático y los incendios”

Como hemos indicado, España está viviendo un récord de grandes incendios en lo que va de verano de 2022. Pese a ello, hay voces que niegan que la crisis climática tenga un papel en que haya tantos grandes incendios. La realidad es que, aunque haya otros factores, el calentamiento global aumenta la intensidad y el riesgo de los fuegos forestales.

En la zona mediterránea, que incluye la península ibérica, el IPCC espera que el cambio climático incremente el riesgo de incendios forestales. El grupo internacional de expertos prevé que las áreas propensas a los incendios se extiendan por toda Europa. Estas nuevas regiones europeas propensas a los incendios surgirán sobre todo en el norte y el oeste, señalan los expertos climáticos de la ONU.

En un clima 2,5 ºC más caliente que el de la época preindustrial, el IPCC calcula que los incendios provocados por el calor aumenten un 14% en el sur de Europa. Eso respecto al número de fuegos forestales. En cuanto a la superficie calcinada, con sólo 1,5 ºC más, el área quemada en la Europa mediterránea podría incrementarse un 50%.

Quizás te digan que en España ha disminuido la superficie quemada. Y es verdad, pero se debe a que han aumentado las medidas de extinción y detección de incendios. “Pero el área quemada no es un buen indicador de la gravedad del problema”, indicó a Maldita.es Víctor Resco de Dios, profesor de Ingeniería Forestal en la Universitat de Lleida. De hecho, con esta exitosa extinción “se acumula biomasa, que puede quemarse, y crear incendios de grandes dimensiones” en un futuro cercano, aclaró la ingeniera de montes, profesora en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y presidenta de la Sociedad Española de Pastos, Sonia Roig. Por eso lo ideal es prevenir, recuperar y tratar los combustibles, incluyendo la quema prescrita o quema controlada, según el IPCC.

En realidad, está aumentando la intensidad de los incendios y “es muy probable que el descenso en el área quemada sea sólo un espejismo y que pronto veamos un rebote y aumente la superficie quemada por el aumento en la intensidad”, señaló Resco de Dios. Porque las olas de calor, las sequías y los veranos más largos, consecuencias de la crisis climáticas, facilitan mayores fuegos al aumentar y secar el combustible que arde en los incendios.

“Los años más cálidos y secos hay más incendios y aumenta la posibilidad de que haya incendios. La sequía y las olas de calor han alargado la estación en que los fuegos son posibles. Al acortarse la primavera y alargarse el verano, aumenta la temporada de fuegos. Así se incrementa la probabilidad de incendios y se dificulta su extinción”, destacó a Maldita.es Juli Pausas, investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertificación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Otras causas detrás del aumento de la intensidad de los incendios forestales son la despoblación y abandono del campo. Lo aclaró Víctor Resco de Dios: “Los grandes incendios actuales son el resultado de las grandes acumulaciones de combustible por la mala gestión forestal que favorece que la vegetación esté más seca y de su continuidad porque los cultivos hacían de cortafuegos. Pero con el clima que teníamos a principios de siglo, los incendios no tendrían la gravedad que tienen ahora”.

“Están creando alarmismo con los mapas del tiempo”

Una vez aclarado que el calentamiento global está detrás de que este calor sea tan intenso, frecuente y duradero, quizás te enfrentes a que, pese a hacer más calor, ahora se ponen colores más oscuros en los mapas meteorológicos para asustar a la población. Es una desinformación tan habitual que ha saltado de país en país y que hemos recopilado en este artículo.

El caso más reciente es el que acusa a Antena 3 de manipular los mapas del tiempo comparando uno de supuestamente 2017 con otro de 2022. Pero en realidad, uno representa el nivel de avisos meteorológicos y el otro la temperatura máxima prevista.

Dos mapas del tiempo en Suecia enfrentados: uno supuestamente de 1986, otro que se atribuye a 2022 con temperaturas similares pero con un fondo rojo. Ambos con el texto “En 1986 se llamó un verano normal. Hoy colorean el mapa de rojo y lo llaman calor extremo”. Pero es un bulo: el mapa de la izquierda es de 2016, el de la izquierda de 2021 y pertenecen a medios diferentes.

Con la ola de calor de julio de 2022 en Reino Unido se han viralizado dos mapas, acompañados de diferentes textos, para poner en duda que realmente la ola de calor de julio de 2022 en Reino Unido sea “histórica”, como la ha calificado el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido. Pero la imagen que utiliza el montaje no es actual, sino que corresponde a una predicción para el 19 de julio de 2016. En ese año, la temperatura máxima registrada en Reino Unido fue de 34,4ºC, por lo que las temperaturas que el mapa señala en rojo oscuro (hasta 33ºC) entonces sí podían considerarse “extremas”.

“Verano 1968, Verano 1985, Verano 2007, Verano 2022 Emergencia climática”, dice el texto que acompaña a cuatro mapas meteorológicos que muestran temperaturas elevadas en la península ibérica. Pero es un bulo que cuadriplica el mismo mapa con la previsión de la ola de calor de junio de 2022 y la atribuye a distintos años. Además, los datos de 2022 ni siquiera son de verano. Encima, en los tres primeros años, los veranos fueron más fríos de lo normal. Por último, los veranos sí son cada vez más calurosos. Si quieres saber más sobre qué indican los colores de los mapas del tiempo, lo aclaramos en este artículo.

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