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MALDITA CIENCIA

Por qué las duchas vaginales no sirven para prevenir la candidiasis y otros mitos sobre esta infección

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La mayoría de las mujeres contraerá candidiasis vaginal en algún momento de su vida, según la Oficina para la Salud de la Mujer (OASH) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Quienes la padecen pueden tener un flujo vaginal anormal y experimentar picor vaginal, además de dolor durante las relaciones sexuales y al orinar. Existen múltiples mitos sobre esta infección, como que sólo afecta a mujeres con una higiene inadecuada o que las duchas vaginales sirven para prevenirla.

La cándida, el hongo causante de la infección, normalmente vive en la piel y dentro del cuerpo, en lugares como la boca, la garganta, el intestino y la vagina, sin causar ningún problema, tal y como señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. No obstante, puede causar infecciones “si crece sin control o si penetra profundamente en el cuerpo (por ejemplo, en órganos internos como los riñones, el corazón o el cerebro)”.

La candidiasis no sólo afecta a mujeres con una higiene inadecuada

Es falso que la candidiasis vaginal sólo se produzca en mujeres que no tienen una higiene adecuada. De hecho, Xusa Sanz, enfermera experta en salud menstrual, cuenta a Maldita.es que también puede proliferar en mujeres que “limpian en exceso la zona íntima usando jabones inadecuados o detergentes y perfumes que pueden irritar y desequilibrar el medio vaginal”.

En Maldita.es ya os hemos contado por qué no hay que lavar la vagina y para la vulva debe usarse agua tibia o, si es necesario, jabones especiales para ello (aquellos que tienen un pH similar al de la vagina, para no alterarla).

Vicent Carmona, ginecólogo y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explicaba a Maldita.es que esto se debe a que en la parte más interna de la vulva, en el límite con la vagina, “la piel es mucho más fina y sensible (labios menores, clítoris y capuchón del clítoris) y por tanto es una zona especialmente sensible a los jabones, los perfumes y otros irritantes”.

Las duchas vaginales no previenen la candidiasis (de hecho, pueden favorecerla)

Otro mito bastante extendido es que las duchas vaginales (que consisten en lavar la vagina con agua u otras mezclas de líquidos) pueden prevenir la candidiasis, según Sanz. Pero, en realidad, recurrir a ellas puede contribuir a que aparezcan infecciones molestas.

Un estudio publicado en la revista Journal of Obstetrics and Gynaecology y realizado in vitro (es decir, en el propio laboratorio, no en humanos) indica que las duchas vaginales pueden tener efectos perjudiciales sobre la microbiota o flora vaginal, el conjunto de bacterias que tienen por objetivo evitar que proliferen organismos patógenos en la zona que puedan producir infecciones y/o problemas vaginales.

La ducha vaginal puede alterar el equilibrio indispensable de la flora vaginal y la acidez natural de una vagina sana”, afirman desde la OASH. Esto puede provocar “un crecimiento exagerado de las bacterias nocivas y originar candidiasis vaginal”.

No es cierto que la candidiasis siempre se adquiera por transmisión sexual

La candidiasis vaginal no se considera una infección de transmisión sexual (ITS). Sanz señala que, si bien es posible contagiarse por practicar sexo, “también puede suceder sin contacto sexual, al ser un hongo que vive en nuestras mucosas de manera natural”. 

La experta sostiene que otros motivos por los que puede proliferar la cándida es por tomar antibióticos o por cambios en las condiciones vaginales producidos por alteraciones hormonales o ambientales.

Las condiciones vaginales pueden cambiar, por ejemplo, “cuando llevamos ropa húmeda; con el uso de ciertos productos de higiene menstrual, como los tampones, o con los cambios hormonales y del pH que se producen a lo largo del ciclo menstrual”, recuerda la experta.

Restringir la ingesta de alimentos con hidratos de carbono no sirve para tratar la candidiasis

También es un mito que restringir la ingesta de alimentos con hidratos de carbono (especialmente de azúcares) sirva para tratar la candidiasis, según destaca el nutricionista Juan Revenga en su blog. 

Quienes defienden este tipo de remedio sin evidencia científica argumentan que la cándida “es un microorganismo con una dependencia voraz de este tipo de sustratos”. Pero, tal y como asegura Sanz, “la cándida no se alimenta de los azúcares que nosotros ingerimos”.

Algunas dietas para combatir la candidiasis recomiendan eliminar los almidones. Pero la nutricionista Monica Reinagel explica que no hay evidencias científicas de que eliminar la pasta, el pan, las galletas saladas y otros alimentos hechos con harina blanca afecte a la frecuencia o la gravedad de las infecciones por hongos.

No hay evidencias científicas de que el vinagre sirva para tratar la candidiasis

Varias webs recomiendan aplicar vinagre en los genitales para prevenir y tratar la candidiasis. Pero, en realidad, no hay evidencias científicas suficientes de que sea así. Kevin Zoilo, ginecólogo, obstetra y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explicaba a Maldita.es que recurrir a este remedio puede producir lesiones cutáneas e irritación en la piel y las mucosas

Un estudio publicado en la revista Folia Microbiologica concluye que utilizar algunos productos químicos como el vinagre para tratar la candidiasis “puede tener efectos secundarios indeseados, al no haber sido probado mediante estudios clínicos bien diseñados”.

Algunas investigaciones señalan que aplicar este líquido sin diluir sobre la piel o durante periodos prolongados puede provocar quemaduras. Si crees que puedes tener candidiasis, lo más recomendable sería acudir a un especialista para que te indique cuál es el tratamiento más adecuado.

La candidiasis no tiene por qué suponer un riesgo para el bebé durante el embarazo

La candidiasis vaginal puede ser incluso más frecuente durante el embarazo, según una revisión de la biblioteca Cochrane. Pero no hay evidencias de que esta infección suponga un riesgo para el bebé en la gestación.

“El aumento de estrógenos en el cuerpo de una embarazada puede alterar el equilibrio normal de hongos y bacterias en la vagina”, afirma la web de información sobre salud WebMD. 

Una investigación publicada en la revista Current Infectious Disease Reports indica que el mayor riesgo de padecer candidiasis durante el embarazo puede deberse a los niveles elevados de estrógenos o las alteraciones inmunológicas que conlleva la gestación.

Sin embargo, tal y como indican desde WebMD, aunque la candidiasis “no sea agradable, no te hará ningún daño ni a ti ni a tu bebé”. Si estás embarazada, el sistema de salud público británico (NHS, por sus siglas en inglés) aconseja consultar a un especialista antes de usar tratamientos para la candidiasis.

Si tienes candidiasis cuando nace el bebé, este podría contraerla durante el parto, según el NHS. Sin embargo, el organismo subraya que esto no debe ser motivo de preocupación, ya que se puede tratar fácilmente.

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.

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