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MALDITA CIENCIA

Mareos en el asiento de atrás, viagra sin receta y fidelidad entre pingüinos. Llega a Maldita Ciencia el consultorio 182º

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¡Hola de nuevo, malditas y malditos! Como buen viernes que es y será para todo el día, volvemos con el consultorio científico con un popurrí de dudas que nos habéis hecho llegar por nuestros canales habituales. En esta edición te contamos qué sabemos sobre los mareos en la parte trasera del coche (y por qué son menores si nos agenciamos el asiento del copiloto), qué son las fístulas obstétricas y el peligro que suponen para la salud de la mujer, por qué es peligroso tomar viagra sin receta y un punto ‘romántico’: la ‘fidelidad’ entre pingüinos. 

Si al terminar de leer, este consultorio se te hace corto y te plantea dudas que podamos resolver con conocimiento científico, te recordamos que aquí estamos nosotros para ayudarte. Puedes enviárnoslas por Twitter, Facebook, correo electrónico ([email protected]) o a través de nuestro chatbot de WhatsApp (¡guárdate el número! +34 644 22 93 19).

¿Nos mareamos más yendo detrás en el coche que en el asiento del copiloto?

Esperamos que, para quienes nos leéis desde España, la vuelta tras el descanso de Semana Santa os haya sentado bien. Posiblemente, más de uno se pasó el viaje en coche de regreso a casa leyendo el consultorio de la semana pasada, quizá incluso en mitad de un atasco, y eso, como habréis podido comprobar, para muchos significa mareo. No hay otra explicación posible, ha tenido que pasar, porque para la nueva edición nos habéis preguntado sobre la cinetosis, esa sensación de desequilibrio, vértigo y mareo que percibimos cuando vamos en medios de transporte como barcos, trenes, aviones y, por supuesto, en coche. 

En concreto, nos habéis consultado si es cierto que la cinetosis nos afecta más si viajamos en la parte trasera del coche en comparación a si lo hacemos en el asiento del copiloto. La respuesta es un sí unánime: expertos y literatura científica coinciden en que se sufre menos mareo en la parte delantera del coche que en la trasera.

Según explica a Maldita.es Guadalupe Fontán, enfermera y miembro del Consejo General de Enfermería y del Instituto Español de Investigación Enfermera, hay dos factores que favorecen que los asientos delanteros sean mejores para evitar el mareo (y los traseros, peores). 

Por un lado, “los delanteros permiten tener mejor visibilidad del trayecto y darle al cerebro más información de la dirección del vehículo. Así, el cerebro se anticipa y reconoce mucho mejor la carretera, de tal manera que se produzcan menos mareos”. No olvidemos que la cinetosis ocurre por una discrepancia entre la información que llega al cerebro por el sistema vestibular, responsable del equilibrio y el control espacial, y la información percibida por los ojos cuando estamos en movimiento. 

Por otro, agrega Fontán, “está demostrado que en el coche se producen movimientos en la parte trasera del vehículo debido al giro del volante y la inercia, lo que provoca que la sensación de mareo sea mayor”.

Ya que nos embarcamos en esta pregunta, hemos aprovechado para consultar cuáles son los mejores sitios de otros medios de transporte para evitar estos mareos —o cuáles deberíamos evitar—. 

Juan Antonio Martín Jiménez, del grupo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, responde a Maldita.es que, en el caso de viajar en barco o avión, los mejores asientos son los de las zonas centrales (las alas en el caso de los aviones, la parte central en el caso de la embarcación) “porque suelen moverse menos”, evitando la parte trasera de ambos vehículos (popa o cola).

En trenes y buses urbanos no existe un sitio óptimo, pero se recomienda “evitar el sentido contrario de la marcha” porque es más complicado recibir información del entorno en el que nos movemos ni anticiparnos al trayecto.

Por último, si recurres a la biodramina para evitar esta molesta cinetosis, te dejamos el artículo en el que explicamos cómo funciona este fármaco y las precauciones antes de consumirlo.

¿Qué es una fístula obstétrica y en qué incidir para evitarla?

Otra de las preguntas que nos habéis planteado esta semana está relacionada con una de las lesiones más graves y trágicas que pueden ocurrir durante el parto, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA): la fístula obstétrica. Se trata de un orificio entre el canal del parto y la vejiga o el recto causado por la prolongación u obstrucción de un parto sin recibir tratamiento médico oportuno de alta calidad. 

“A consecuencia de esta lesión, las mujeres y niñas no tienen control de la orina, las heces o ambas y, con el paso del tiempo, puede derivar en afecciones médicas crónicas, depresión, aislamiento social y una profundización de la pobreza”, señala la UNFPA. “El contenido del recto sale por la vagina y es muy desagradable, además de las infecciones que puede coger”, explica a Maldita.es Lola Ruiz, profesora de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) licenciada en Documentación y Enfermería y experta en historia de la obstetricia, el parto y la violencia obstétrica.

La causa principal de la fístula obstétrica, según Ruiz, suele ser un traumatismo obstétrico, es decir, las lesiones producidas a consecuencia de las fuerzas mecánicas que se ejercen durante el trabajo del parto. 

“Por ejemplo, un desgarro importante o una episiotomía (una cirugía que consiste en un corte en el perineo, la piel y los músculos entre la abertura vaginal y el ano, que ensancha la abertura de la vagina durante el parto). Lo más frecuente es que ocurra en partos instrumentales (donde se utiliza un instrumento llamado fórceps para ayudar a la extracción fetal) en los que no se ha suturado bien el tejido o en los que, por cualquier causa, esta sutura se complica después, aun estando bien hecha (por una infección por ejemplo)”, explica la experta. 

Esta lesión es poco común en países desarrollados. El porqué, en palabras de Kevin Zoilo, ginecólogo, obstetra y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, es que “disponemos de medios para acelerar el parto o realizar una cesárea cuando se diagnostica que existe un parto estacionado o un fracaso de su inducción”, evitando así la principal causa de aparición de las fístulas obstétricas que, como adelantábamos, es el parto demasiado prolongado. Otra situación en la que suele producirse es en los partos de adolescentes que no han alcanzado la madurez sexual

Los pocos casos que se dan en países desarrollados suelen deberse a complicaciones quirúrgicas o radioterapia pélvica. Su tratamiento, en la mayoría de las ocasiones y como explica Zoilo, es quirúrgico. “También puede darse si se usan juguetes sexuales muy agresivos o una fuerza excesiva en las relaciones”, continúa Ruiz.

Ahora bien, en los países de menos recursos, sobre todo África subsahariana, como apunta la experta, estas lesiones tienen una prevalencia mucho más alta y su capacidad de tratamiento es muy baja. También “algunas prácticas arcaicas de países subdesarrollados, como la mutilación genital o el empaquetamieno de la vagina con sales minerales después del parto, puede favorecer su aparición”, añade Zoilo. 

Es más, como indica en su página web la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO, por sus siglas en inglés), unos dos millones de mujeres sufren esta afección en África y algunas partes de Asia y otras 100.000 la desarrollan cada año. “Solo una de cada 50 recibirá tratamiento para ello en toda su vida”, añade la federación.

Para evitar este tipo de lesiones, en palabras de los expertos, es importante detectarlas durante la cirugía, para así poder repararla. “Son los profesionales sanitarios los que las deben evitar en los partos y, en el caso de que su origen sea la práctica de relaciones sexuales, lo que hay que hacer es no cometer barbaridades que puedan producir desgarros (ya sea por penetración anal o vaginal)”, indica la profesora de la UAH.

La ONU recuerda que la fístula obstétrica se trata de un problema “perfectamente prevenible” siempre que se cuente con el correcto asesoramiento y atención médica y que el hecho de que ocurra “es considerado una violación de los derechos humanos y un recordatorio de las graves desigualdades existentes”.

¿Por qué es peligroso el reto viral de la viagra y por qué no debe consumirse este fármaco sin receta médica?

No solo hay quienes han introducido sus partes nobles en salsa de soja con la intención de saborearla o quienes han tratado de curar la falta de gusto y olfato tras haber pasado la COVID-19 con naranja asada y azúcar moreno: ahora varios usuarios de TikTok han utilizado viagra, un fármaco para tratar la disfunción eréctil, disuelta en agua para gastar pesadas bromas a sus compañeros de clase, a modo de reto en esta y otras redes sociales.

Se trata de un ‘challenge’ peligroso que puede pasar factura a la salud cardiaca de las víctimas. De hecho, ni siquiera se permite la venta de este fármaco sin receta médica. Su uso está recomendado en pacientes con disfunción eréctil de origen vascular (la más frecuente) que todos los hombres van sufriendo con la edad. 

“No es posible la dispensación de sildenafilo, el principio farmacéutico de viagra, sin receta; al igual que el resto de los productos para la disfunción eréctil, como tadalafilo o vardenafilo”, explica a Maldita.es Carlos Balmori, urólogo en LYX Instituto de Urología. De hecho, los productos que se pudieran conseguir por internet sin receta “o son ilegales o son fraudulentos”.

Aunque, como afirma Balmori, el margen de seguridad de estos productos es amplio (por eso sus indicaciones con el correspondiente estudio del paciente son cada vez más amplias), como ocurre con cualquier otro medicamento, su uso “no está exento de efectos secundarios”: “El mecanismo de acción del fármaco mejora la dilatación vascular de los vasos sanguíneos, más específicamente del pene, aunque puede afectar a otros vasos sanguíneos produciendo hipotensión”.

Según señala la Fundación Española del Corazón, los pacientes que han tenido problemas cardiovasculares sí pueden tomar fármacos para la disfunción eréctil como sindenafilo (Viagra R), tadalafilo (Cialis) o vardenafilo (Levitra), siempre y cuando, eso sí, no utilicen medicación que esté contraindicada (y siempre con receta médica)

Además, volviendo a los vídeos que nos traen hoy aquí, es posible que, al tratarse de un entorno ‘de broma’, los ‘bromistas’ descuiden las dosis utilizadas, superando las recomendadas. Una de las causas por las que esto podría ocurrir, según Balmori, es que, si el fármaco no es de compra legal, posiblemente “las dosis que tengan no sean controlables”. 

Por otra parte, el producto normalmente está destinado a ser ingerido en forma de comprimido con una cobertura que permite una liberación lenta y progresiva, pero “si rompemos su cobertura y su absorción en el organismo es brusca, esto podría tener consecuencias nocivas”, señala el experto.  

En relación a los vídeos que mencionábamos, el farmacéutico Guillermo Martín (@Farmaenfurecida) ha explicado a través de un vídeo que ha compartido en diferentes redes sociales que no es la primera vez que alguien se toma una de estas pastillas por su cuenta “para intentar aguantar más en la cama” y lo que acaba es “en la cama, pero del hospital”: “Por eso, en las farmacias siempre pedimos receta”. 

Además, añade que dar medicamentos a una persona sin su consentimiento se considera una intoxicación. “Entonces, podrías pasar de la cama del hospital a la cama de la cárcel”, concluye. 

¿Por qué se dice que los pingüinos son los animales más fieles?

En la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, en el hielo y el agua helada. Así parecen quererse los pingüinos, según la sabiduría popular. Esta semana, en la curiosidad animal propia de nuestro consultorio científico, explicamos que la monogamia es habitual en los también conocidos como pájaros bobos, pero ni es universal ni son las únicas especies animales que se emparejan de por vida.

“Los pingüinos son aves monógamas de larga duración, es decir, normalmente y de forma general se emparejan de por vida”, indica a Maldita.es el biólogo Andrés Barbosa, investigador científico en el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en estas aves. “No obstante, esta característica no está sólo presente en los pingüinos, sino que también es común a otras especies de aves marinas y de otros grupos como águilas, cisnes o alguna especie de grulla”, aclara. De hecho, son muchas las especies monógamas en mayor o menor medida.

Pero pese a esta monogamia de larga duración, en algunas especies de pingüinos “se presentan divorcios en un porcentaje bajo de la población”, como señala Barbosa: “Normalmente los factores implicados están relacionados con un éxito reproductivo bajo en esas parejas”. En pocas, pero en algunas ocasiones, los machos de los pájaros bobos tienen descendencia con hembras de otros nidos con las que no están emparejadas, como incide el experto.

También se puede distinguir entre dos tipos de monogamia: la social y la genética. La monogamia social se produce cuando una pareja macho-hembra tiene un vínculo de pareja durante cierto tiempo, pero no implica que sea exclusiva con respecto al apareamiento. 

Por el contrario, la monogamia genética implica que el macho y la hembra sean exclusivos en cuanto al apareamiento y la fecundación, aunque no necesariamente se emparejen. De ahí que existan especies monógamas social y genéticamente, como el búho chico (Asio otus); mientras que otras, como el topillo de pradera (Microtus ochrogaster), son monógamas social, pero no genéticamente: la mayoría de los machos forman parejas y cohabitan con una sola hembra, aunque también se aparean fuera de la pareja.

Quiérete mucho, como la ‘búha’ chica al búho chico. Fuente: Mykola Swarnyk. 

Como continúa Barbosa, hay muchas otras especies de aves, alrededor del 85%, que también son monógamas; pero en las que la pareja sólo se mantiene durante una estación reproductora, cambiando al siguiente año. “Existen, además, otros sistemas de apareamiento que aparecen en porcentajes dependiendo del número de especies, como es la poliginia (un macho y varias hembras), poliandria (una hembra y varios machos) y sistemas promiscuos (hembras y machos se reproducen pero no mantienen vínculos de pareja)”, concluye el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

¡Espera, espera!

Como todos los viernes, toca recordaros que estamos aquí para resolver todas las dudas y preguntas que tengáis respecto a información científica, pero que si lo que te inquieta tiene que ver con un diagnóstico, tratamiento o afección personal, lo único que podemos aconsejarte es que acudas a un profesional sanitario que conozca personalmente tu caso y pueda tratarte adecuadamente. ¡Gracias por leernos y buen primer fin de semana del año!

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes Kevin Zoilo. 

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