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Falta de suministro eléctrico en la central nuclear de Chernóbil: qué riesgos supone

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El pasado 9 de marzo, distintos organismos de Ucrania anunciaron que la antigua central nuclear de Chernóbil, que se encuentra bajo el control de tropas rusas, se había desconectado de la red eléctrica. Según planteó el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, la falta de electricidad en los sistemas de enfriamiento podría generar “fugas de radiaciónde manera inminente.

Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) afirmó que la desconexión de la red "no tendría un impacto crítico en las funciones esenciales de seguridad" de la central. Los expertos consultados por Maldita.es coinciden en que el posible riesgo de fugas radiactivas no es inminente, aunque alertan de los riesgos que supone la falta de electricidad para el emplazamiento.

El 13 de marzo, Ucrania informó de que se había logrado reparar una red eléctrica para reanudar el suministro de la central. Un día después, el 14 de marzo, Ukrenergo, la empresa estatal energética, afirmó que la red había vuelto a ser dañada. Sin embargo, según ha comunicado el OIEA, se ha restablecido el suministro y el personal de la central está trabajando para reconectar la planta a la electricidad. *

Se ha restablecido el suministro de electricidad y el personal de la central está trabajando para reconectar la central de Chernóbil a la red *

Ukrenergo, la empresa nacional de energía de Ucrania, anunció el 9 de marzo que la central nuclear de Chernóbil había sido desconectada de la red eléctrica debido “a las acciones militares” de las tropas rusas. También señaló que no había posibilidad de llevar a cabo las labores de reparación para restablecer el suministro porque “​​las acciones militares" estaban "en curso”.

En un vídeo publicado en YouTube, el director general de Ukrenergo, Volodímir Kudrytskyi, explicó que la central estaba alimentada por una sola red eléctrica, ya que “las otras dos líneas fueron cortadas debido a los bombardeos”. En este sentido, el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania señaló que la línea de alta tensión ChNPP de 750 kV de Kiev era la que había sufrido daños.

Asimismo, la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania, el órgano nacional encargado de regular la seguridad nuclear y radiológica del país, informó de que el apagón se había producido alrededor de las 11:22 horas del 9 de marzo, hora local ucraniana. Por consiguiente, los generadores de diésel de emergencia se pusieron en marcha para alimentar los sistemas “importantes para la seguridad”. También el Organismo Internacional de la Energía (OIEA) emitía un comunicado en el que afirmaba que, según las autoridades ucranianas, la central nuclear de Chernóbil se había desconectado de la red eléctrica y había perdido el suministro de energía externa, dos semanas después de que las fuerzas rusas tomaran el control.

Según NetBlocks, una plataforma de monitorización global de Internet, los datos de la red en tiempo real corroboraron que hubo un apagón en las cercanías de la central nuclear “desde aproximadamente las 9 am UTC en la mañana del 9 de marzo”.

Este 14 de marzo, Ukrenergo ha informado de que la línea eléctrica que había sido reparada el día anterior ha sido dañada por las fuerzas rusas: "Antes de que el suministro de energía se restableciera por completo, las fuerzas de ocupación lo dañaron nuevamente".

Sin embargo, según indicó el OIEA en un comunicado, "la autoridad reguladora le dijo al OIEA que a las 13:19 CET se había restablecido nuevamente la energía externa y que el personal de la central nuclear de Chernóbil había reiniciado las operaciones para volver a conectar la central nuclear a la red".

El OIEA no considera que haya habido un “impacto crítico en las funciones esenciales de seguridad” nuclear de la central por el apagón eléctrico

El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, expresó el 9 de marzo su preocupación, ya que el "suministro seguro de energía externa de la red para todos los emplazamientos nucleares" es uno de los pilares indispensables de la seguridad nuclear.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, apuntaba en Twitter que los generadores diésel de reserva “tienen una capacidad de 48 horas” para alimentar la central. Pasadas esas 48 horas, según Kuleba, “los sistemas de enfriamiento de la instalación de almacenamiento de combustible nuclear gastado se detendrán”, lo que podría provocar que “las fugas de radiación sean inminentes”.

Como explica a Maldita.es Eugenio Gil, que fue jefe del Área de Ingeniería Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) cuando ocurrió el accidente en la central de Chernóbil en 1986 y encargado de coordinar el seguimiento radiológico de su impacto en España, el combustible que utilizan los reactores cuando están en operación sigue emitiendo calor después de terminar la reacción en cadena, que es producido por la gran cantidad de radiación que emiten los productos radiactivos que contiene. 

“Al terminar la reacción en cadena, este calor es muy intenso, por lo que es imprescindible refrigerar el combustible. Para ello se le mantiene bajo agua en las piscinas de combustible gastado, que disponen de un sistema de refrigeración del agua que cubre el combustible”, indica. “La pérdida de la refrigeración en ese momento podría resultar muy peligrosa”, añade. No obstante, con el tiempo, los productos de fisión se van desintegrando y el calor residual va disminuyendo. “En el caso de Chernóbil, hoy, 35 años después de pararse los reactores, el calor que desprende el combustible gastado es muy bajo, con lo que la refrigeración, aunque sigue siendo necesaria, ya no es tan crítica”, destaca.

José Manuel Udías Moinelo, investigador del Grupo de Física Nuclear de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), explica a Maldita.es que las barras de combustible nuclear “gastado”, si no se enfrían en las piscinas, “se calentarían mucho y podría afectar a su integridad y estructura, o sea, se podrían producir grietas. Si hay muchas barras 'calientes' en una piscina y no se enfría, esta se acaba secando (evaporando) y ese vapor de agua puede contener radiactividad”.

Según el experto, el riesgo depende mucho de cuánto combustible haya en las piscinas y cuánto tiempo lleva allí. “No creo que el riesgo de fugas sea inmediato al cortar la luz”, afirma.

Por su parte, el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania señaló el 9 de marzo que la temperatura de las “piscinas de retención” de este combustible gastado podría aumentar, dado que los sistemas de refrigeración necesitan electricidad. Y este aumento de la temperatura, según el servicio ucraniano, podría llevar a la “evaporación” del agua, lo que conduciría a “la descarga nuclear”. Y, supuestamente, el viento podría “transferir la nube radiactiva a otras regiones de Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Europa”. También advertían de que no había ventilación dentro de la instalación y el sistema de extinción de fuegos tampoco funcionaba.

Sin embargo, según afirmó el OIEA el 9 de marzo, “la desconexión de la red de la central no tendría un impacto crítico en las funciones esenciales de seguridad del emplazamiento, donde se encuentran varias instalaciones de gestión de residuos radiactivos”. En concreto, en lo que respecta a la instalación de almacenamiento de combustible gastado del emplazamiento, el volumen de agua de refrigeración de la piscina es suficiente para mantener la eliminación efectiva del calor del combustible gastado sin suministro de electricidad, según el organismo. La central también cuenta con suministros de energía de emergencia de reserva con generadores diésel y baterías.

Si tenemos en cuenta que el último reactor de la central de Chernóbil se paró hace más de 20 años, “no debería haber mucho combustible ‘caliente’”, según Udías Moinelo, dado que “tras 5-10 años, normalmente ya requiere estar en las piscinas y se puede almacenar en seco”.

Geraldine Thomas, patóloga molecular que dirige el Banco de Tejidos de Chernóbil en el Imperial College de Londres, señala en declaraciones a Science Media Centre de Reino Unido (SMC) que el combustible gastado almacenado se ha estado enfriando durante más de 20 años, por lo que es “muy poco probable” que se produzca una liberación de radiación. Y, en todo caso, “esto sería sólo en el área local inmediata y, por lo tanto, no representaría una amenaza para Europa occidental: no habría una nube radiactiva”.

Mark Wenman, profesor de materiales nucleares en Nuclear Energy Futures, del Imperial College London, explica al SMC que las piscinas de almacenamiento de combustible gastados son muy profundas por lo que “es probable que el agua tarde semanas en hervir incluso sin las bombas de enfriamiento activas. Con suerte, esto debería permitir suficiente tiempo para que se restablezca la energía a los sistemas de enfriamiento”.

No obstante, hay otros riesgos: “Es probable que la falta de electricidad provoque un mayor deterioro de la seguridad radiológica operativa en el emplazamiento y genere un estrés adicional para los cerca de 210 expertos técnicos y guardias que no han podido rotar durante las últimas dos semanas, viviendo de hecho allí las 24 horas del día”, añadió Mariano Grossi.

El OIEA ha informado de que se ha perdido la transmisión de los datos de los sistemas de vigilancia de la central de Chernóbil

El 8 de marzo, el director general del OIEA señaló que se había perdido la transmisión de datos a distancia desde los sistemas de vigilancia de salvaguardias instalados en la central de Chernóbil, a los que también se une la falta de datos de la central de Zaporiyia, controlada por fuerzas rusas, y que Mariano Grossi anunciaba un día después. A fecha del 14 de marzo, el OIEA aún no recibe la transmisión remota de datos de sus sistemas de vigilancia instalados en Chernóbil. *

El motivo de la interrupción de la transmisión de datos de salvaguardias no estaba claro, según el organismo. El OIEA sigue recibiendo esos datos de otras instalaciones nucleares de Ucrania, incluidas las otras tres centrales nucleares. A través de las medidas técnicas de salvaguardia, el OIEA verifica que los países cumplen sus obligaciones legales internacionales de utilizar el material y la tecnología nucleares únicamente con fines pacíficos.

"La transmisión remota de datos desde los equipos de salvaguardias del OIEA situados en instalaciones nucleares de todo el mundo es un componente importante de nuestra aplicación de salvaguardias, en Ucrania y en todo el mundo", dijo Mariano Grossi. "Estos sistemas están instalados en varias instalaciones de Ucrania, incluidas todas las centrales nucleares, y nos permiten supervisar el material y las actividades nucleares en estos lugares cuando nuestros inspectores no están presentes", añadió.

Como explica Gil, “la central necesita tener permanentemente activos varios sistemas, por ejemplo, sistema de refrigeración de las piscinas de almacenamiento del combustible gastado, sistema de vigilancia de la radiación, sistema de ventilación, sistema de protección contra incendios (PCI), iluminación para la inspección de rutina del estado de la planta o sistemas para controlar posibles vertidos de material radiactivo, entre otros”.

“Si se pierde la corriente eléctrica, estos sistemas pueden dejar de funcionar. Hay una serie de ellos, los más críticos para la seguridad que se alimentan de fuentes eléctricas auxiliares”, añade. En cuanto al sistema de vigilancia de la radiación, según el experto, necesita corriente eléctrica para funcionar. “Sin este sistema es muy difícil detectar cualquier incidente que suponga un cambio en los niveles de radiación dentro de la planta. Por esta razón, suele estar conectado a los circuitos de alimentación eléctrica de los servicios esenciales”, resalta.

El control ruso de la central de Chernóbil vulnera varios de los siete pilares de seguridad nuclear

Como hemos visto, además de la falta de suministro eléctrico y de la falta de comunicación con la central de Chernóbil, el OIEA ha alertado de que los 210 miembros del personal técnico y guardias de la central de Chernóbil llevaban trabajando sin rotar desde que las fuerzas rusas tomaron el control, la víspera del 24 de febrero.

La capacidad del personal para tomar decisiones sin presiones indebidas es uno de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear tecnológica y física. Los siete pilares son los siguientes:

  1. Se debe mantener la integridad física de las instalaciones, ya sean los reactores, las piscinas de combustible o los almacenes de desechos radiactivos.
  2. Todos los sistemas y equipos de seguridad tecnológica y física deben permanecer en pleno funcionamiento en todo momento.
  3. El personal de operación tiene que poder desempeñar sus funciones en materia de seguridad tecnológica y física y tener la capacidad de tomar decisiones sin presiones indebidas.
  4. Se debe garantizar el suministro eléctrico desde el exterior a partir de la red para todos los emplazamientos nucleares.
  5. Debe haber cadenas y transporte ininterrumpidos de suministro logístico hacia y desde emplazamientos.
  6. Deben existir sistemas eficaces de monitorización radiológica dentro y fuera del emplazamiento, así como medidas de preparación y respuesta para casos de emergencia.
  7. Debe haber una comunicación fiable con el regulador y otras entidades.

En el caso de la central de Chernóbil, al menos tres de ellos no se estarían cumpliendo según el OIEA: el relativo a la seguridad del personal, el referido al suministro eléctrico y el que se refiere a una comunicación fiable.

* Este artículo se ha actualizado el 15/03/2022 para incluir nueva información.


Primera fecha de publicación de este artículo: 10/03/2022

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