La fiebre es una defensa natural de nuestro organismo contra algunas infecciones que se caracteriza por un aumento de la temperatura corporal. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) define febrícula como una temperatura mayor de 37ºC y fiebre si es mayor a 37,8 ºC en medición axilar (si se registra en la boca o el recto, es aproximadamente 0,5 ºC mayor). Nos habéis preguntado por qué tiende a subir a última hora del día.
Beatriz Torres Blanco, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la SEMG, explica a Maldita.es que la temperatura corporal normal varía de una persona a otra e incluso en uno mismo a lo largo del día. La temperatura normal está sometida a un ritmo biológico circadiano que alcanza su valor máximo por la tarde, para después ir descendiendo hasta alcanzar su valor mínimo de madrugada, tengamos fiebre o no.
“Sigue un ritmo circadiano. Esto significa que existen momentos donde la temperatura será ligeramente más elevada”, afirma. Normalmente se produce un aumento de la temperatura corporal “entre las 16:00 y las 20:00 para posteriormente descender hasta aproximadamente las 6:00”, según Torres. Es decir, la temperatura alcanza los valores mínimos de madrugada y los máximos al anochecer.
Los ritmos circadianos regulan los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. Una revisión publicada en Biology indica que la temperatura corporal muestra un ritmo circadiano y se mantiene dentro de un rango específico para facilitar el funcionamiento óptimo de los procesos fisiológicos.
Los autores subrayan que el aumento de la temperatura corporal que se da durante el día o cuando se tiene fiebre prepara al organismo ante algunas infecciones al promover la activación, el funcionamiento y el suministro de células inmunitarias.
Rodrigo Córdoba García, miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), explica que estos cambios debidos al ritmo circadiano ocurren también en otras constantes como la presión arterial. En la temperatura corporal, “las variaciones son de hasta 1 °C”.
Tenemos fiebre porque nuestro cuerpo está tratando de matar el virus o la bacteria causante de una infección, según recoge Medline Plus, el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos: “A la mayoría de esas bacterias y virus les va bien cuando su cuerpo está a su temperatura normal. Pero si tienes fiebre, es más difícil que sobrevivan. La fiebre también activa el sistema inmunológico de su cuerpo”.
Para tratar la fiebre, Córdoba aconseja tomar cada ocho horas un paracetamol de 650 mg o un ibuprofeno de 400 mg si la temperatura corporal supera los 38 grados. También recomienda bañarse con agua tibia, mojar la frente y el cuerpo con una esponja o un paño húmedo y no abrigarse en exceso.
Si se empieza a tener dificultad para respirar, manchas en la piel, confusión, una bajada de la presión arterial importante u otros síntomas graves o si la fiebre no persiste, lo mejor sería acudir a un especialista.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.