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En artículos para el cuidado personal, de la piel o del cabello, en perfumes… Hay veces que los símbolos en los envases de productos cosméticos parecen más intuitivos de lo que realmente son. ¿Qué significa cada uno de ellos? Atento, que su interpretación puede permitirte saber cuánto tiempo puedes utilizarlos una vez abiertos, cómo deshacerte de ellos o qué cantidad de producto contienen.
“Los consumidores tienen derecho a recibir una información correcta y completa sobre los cosméticos que van a utilizar, de forma que puedan identificar el producto, su función y sus ingredientes. También deben recibir información sobre su modo de uso y sobre cualquier precaución que deban adoptar para evitar riesgos”, señala la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en una nota informativa sobre las garantías sanitarias de los productos cosméticos.
¿Hasta cuándo se puede utilizar un producto cosmético?
Para señalar hasta qué momento es seguro utilizar un producto cosmético y durante cuánto tiempo se garantizan sus propiedades si se almacena adecuadamente, encontramos dos símbolos diferentes: un reloj de arena o un bote destapado, dependiendo de si su duración en condiciones óptimas supera o no los 30 meses desde su compra.
En aquellos cosméticos cuya vida mínima es superior a 30 meses, se utiliza el icono del bote abierto en cuyo interior aparece un número seguido de una M. No, no indica la caducidad de un producto sino los meses que puede usarse tras haberlo abierto. De ahí su denominación: Period After Opening (PAO), período después de abrir. En estos casos no es obligatorio señalar la fecha de caducidad.
“Por ejemplo, si un producto tiene una vida útil de 12 meses tras su primera apertura, el símbolo sería ‘12M’”, explica en su blog la farmacéutica Mónica Catalá.
Si la vida mínima del producto es inferior a 30 meses desde su adquisición, el símbolo que se utiliza es un reloj de arena. Aquí sí es necesaria la fecha de caducidad o de duración mínima (mes y año). “Se indica mediante la mención ‘utilícese preferentemente antes de final de…’, indicándose a continuación, o bien la propia fecha, o bien la indicación del lugar del etiquetado donde figura”, detalla el Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas.
“Es muy importante que los consumidores conozcan el significado y puedan entender las etiquetas: hay mucha gente que piensa que nunca caducan y no es así”, explica a Maldita.es María Celeiro, química experta en sustancias potencialmente peligrosas en cosméticos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. “El uso de cosméticos caducados (especialmente aquellos que se emplean en zonas delicadas como ojos o mucosas) puede suponer un riesgo real para el consumidor”, añade la experta.
¿De qué está hecho el envase de un cosmético y cómo se recicla?
Otro de los datos sobre el producto que podemos conocer gracias a su embalaje es el tipo de material plástico que compone el envase. Suele ir acompañado de números y siglas informativos como PET o PETE (polietileno tereftalato), HDPE (polietileno de alta densidad) o PVC (vinílicos o cloruro de polivinilo)... El número en el interior hace referencia al tipo de plástico.
No debemos confundirlo con el triángulo de tres flechas símbolo del reciclaje, el anillo de Möbius, que señala que los envases del producto se pueden reciclar. El porcentaje que muestra en algunos casos hace referencia a la cantidad de producto que será reciclable.
Relacionado con este último, el símbolo de ‘punto verde’, un círculo con una flecha blanca y otra negra, indica que el fabricante está cumpliendo con la ley de Envases y Residuos de Envases y garantiza que los materiales usados en su fabricación no dañan el medioambiente. Además, a veces aparece acompañado indicaciones sobre el contenedor al que debes tirarlo para su correcto tratamiento o reciclado.
Sobre envases y embalajes también podemos encontrar el icono llamado Tidyman (hombre ordenado), que recuerda la importancia de deshacerse de los residuos de forma adecuada.
¿Qué otra información nos aportan los símbolos del envase de cosméticos?
Otro de los símbolos más comunes es el que indica el ‘contenido nominal’, representado por una especie de “e” minúscula. Este hace referencia a la cantidad exacta del producto en su interior en el momento del envasado.
Es importante subrayar esto último: “Con el paso del tiempo, [el contenido de los productos cosméticos] pueden conllevar ligeras diferencias respecto al contenido que aparece en la etiqueta”, aclara la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA).
Existen otros símbolos similares con los que podríamos confundir el símbolo de cantidad exacta de producto. Esta especie de “E” mayúscula al revés aparece en aquellos cosméticos que se aplican mediante aerosoles. Significa que cumple con la normativa legal y no daña la atmósfera.
Por otra parte, ¿sabías que no solo los productos alimenticios hacen referencia a los ingredientes en su etiquetado? Los fabricantes de cosméticos también están obligados a indicar la lista completa. Si hablamos de envoltorios o envases demasiado pequeños en los que no quepa esta información, se indicará con este símbolo, remitiendo al folleto que acompaña al producto. En él encontraremos la lista de ingredientes y otros datos que se deben aportar por ley, como el modo de empleo.
En Maldita.es ya os hemos hablado de la importancia de utilizar protector solar tanto para evitar manchas, arrugas y posibles consecuencias cutáneas como cáncer de piel. “El factor de protección solar es una indicación de la cantidad de protección que proporciona un producto frente a la radiación que genera eritema (principalmente la radiación UVB)”, explica STANPA.
Las siglas UVA y UVB “indican si un producto cosmético, además de las cremas solares, contiene un factor de protección contra los rayos ultravioletas del sol. Puede ser el caso de ciertos maquillajes o cremas hidratante”, explica Catalá.
Todos los productos comercializados en Europa deben cumplir con el Reglamento EC Nº 1223/2009 donde se detalla toda la información que debe figurar obligatoriamente en etiquetado del embalaje o recipiente de forma fácilmente legible y visible, sea o no a través de símbolos (nombre o razón social y dirección de la persona responsable, contenido nominal, fecha de duración mínima, las precauciones de uso…).
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes María Celeiro.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 29/09/2021
