Republicamos este artículo de Verónica Fuentes, publicado originalmente por la Agencia Sinc el 29 de julio de 2021.
En España, el sol es el protagonista indiscutible de la época estival. Y con él, los daños que trae su exposición sin la protección adecuada. Ángeles Flórez, coordinadora de la campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana de la Asociación Española de Dermatología, responde las preguntas básicas sobre cosméticos solares.
¿Cuál es la cantidad apropiada de crema que debemos usar?
Unos 2 mg/cm2. Sin embargo, es frecuente que la cantidad que aplicamos normalmente no sea suficiente para alcanzar el nivel de fotoprotección que se indica en el etiquetado. Además, zonas como las orejas o la parte posterior del cuerpo suelen quedar descubiertas. Por ello, la cantidad necesaria para lograr dicho nivel depende de la composición del fotoprotector y viene indicada en la información que lo acompaña. Es importante leerla cuando se compra el envase.
¿Cada cuánto tiempo habría que volver a ponérsela para alcanzar una óptima protección solar?
Se considera un tiempo medio de 2-3 horas, pero va a depender del tipo de fotoprotector, su capacidad para mantener la capacidad de filtrado en las diferentes condiciones ambientales, contacto con el agua, sudoración, etc.
¿Cómo se sabe qué tipo de protección debemos utilizar? ¿Debe ser distinta para cara y cuerpo?
Se deben utilizar filtros que protejan frente a UVA y UVB, aplicados en la cantidad adecuada y renovados de forma periódica. En población sana, se recomienda un filtro con SPS 30 o superior. Además, es importante usar fórmulas que se adapten a la piel de cada edad y área corporal. Por ejemplo, en adolescentes y adultos jóvenes se deben evitar excipientes grasos en la cara que favorecen la aparición de acné. De la misma forma, en los ancianos se utilizarán fundamentalmente cremas que eviten la sequedad, sobre todo en las extremidades.
La gente suele echarse crema para ir a la playa o la montaña, pero olvida hacerlo para otras actividades como tomar algo en una terraza o pasear al sol. ¿Cuál es el peligro de no protegerse adecuadamente?
Es importante recordar que, durante la época estival en el área mediterránea, y especialmente en las horas centrales del día, la quemadura solar puede ocurrir con menos de media hora de exposición directa a la luz solar. Eso sí, es cierto que el riesgo se incrementa sobre superficies como la arena o a medida que vamos ascendiendo en altura.
Este año con la pandemia la gente ha salido menos. ¿Debemos protegernos más del sol?
Las normas son las mismas. Se deben hacer exposiciones lentamente progresivas, buscar la sombra, evitar las exposiciones directas en las horas centrales del día y ser muy cuidadosos con las superficies que reflejan la luz, como la arena y el agua. Las cremas fotoprotectoras son un elemento más de la fotoprotección, pero no son más importantes que el resto.
¿Se aconseja el uso de complementos para la protección?
Sí, como utilizar sombreros de ala ancha y gafas de sol adecuadas que protejan correctamente los ojos y los párpados. También ropa, idealmente de manga larga y con tejidos con mayor capacidad de filtrado.
Si sobran botes de crema solar de un año a otro, ¿podemos usarla?
Esto realmente obedece al tipo y las condiciones ambientales en las que la hemos mantenido, de la humedad, de la temperatura, etc.
¿Hay concienciación suficiente sobre el cáncer de piel?
Una gran parte de la población sigue buscando el bronceado. En nuestra sociedad está muy vinculado a descanso, tiempo libre, belleza, incluso éxito social. De ahí que las campañas de concienciación continúen siendo necesarias.
El cáncer de piel en España
Producidos por el crecimiento anormal y descontrolado de las células cutáneas, que se han alterado debido a la acción de la radiación ultravioleta (UV), los carcinomas de piel en España tienen una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en el año 2020, con una tendencia al aumento en los últimos años.
Así, el pasado 2020 se han detectado 22.229 casos de cánceres de piel no melanoma, mientras que han sido diagnosticados 5.489 casos de melanoma, que tiene una tasa de incidencia mucho menor: 12 casos por cada 100.000 habitantes.
Por su parte, los carcinomas de células basales y de células escamosas son los más frecuentes en su presentación (253 y 38,16 casos por 100.000 personas y año, respectivamente). Son los de mejor pronóstico, frente a los mucho más infrecuentes como el carcinoma de células de Merkel y el melanoma, que poseen un comportamiento habitualmente más agresivo.