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¿Caducidad o consumo preferente? Lo que hemos explicado en Maldita Ciencia sobre cuánto duran los alimentos

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Gracias a los avances de las últimas décadas en tecnología alimentaria, los alimentos que adquirimos hoy son más seguros y duraderos de lo que lo han sido nunca antes en la historia. Además, en sus envases nos proporcionan información muy valiosa sobre su conservación. Parte de esa información es la fecha que aparece en en etiquetado. Pero para entrepretarla correctamente hay que tener claros algunos conceptos que no siempre conocemos de verdad. Aquí recogemos algunos aspectos sobre la caducidad de los alimentos que hemos explicado en Maldita.es y que conviene saber.

Diferencias entre caducidad y consumo preferente

Empezamos por la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente de los alimentos y qué hacer si se tiene en la nevera algo pasado de fecha. Los huevos, la leche, la carne envasada o las legumbres son solo algunos de los alimentos que llevan en su envase una u otra fecha. Os explicamos cuál es la diferencia entre ellas y cuándo puede ser peligroso consumir comida cuando ya han pasado.

El dietista-nutricionista Daniel Ursúa explica a Maldita Ciencia que la “diferencia entre ambas fechas está en lo que sucede en el alimento una vez pasado ese tiempo”. “En el caso de la fecha de caducidad, el alimento puede desarrollar microorganismos patógenos, por lo que su consumo puede ser peligroso”, afirma. 

En el caso de la fecha de consumo preferente, pasado ese tiempo, “no se puede asegurar que el alimento mantenga todas las propiedades organolépticas (por ejemplo su sabor, textura, olor o color)”. En este caso, una vez vencida la fecha, el alimento “pierde calidad pero sigue siendo seguro y puede consumirse sin riesgos”, según cuenta a Maldita Ciencia la dietista-nutricionista Beatriz Robles. 

¿Cómo se fijan esas fechas para un alimento?

Teniendo claro qué significan esas fechas que vemos en el envase, ¿cómo se deciden? Como explica el tecnólogo de los alimentos Miguel Ángel Lurueña, los huevos son el único alimento donde está estipulada legalmente la fecha que debe llevar la bandeja: “Fecha de consumo preferente de 28 días desde la puesta”. Según el Instituto de Estudios del Huevo, el dato indica el tiempo durante el que los huevos se pueden considerar huevos frescos porque, bien conservados, mantienen su calidad y seguridad.

En el resto de alimentos, “su duración va a depender de las materias primas, la composición, el tratamiento tecnológico, las condiciones de envasado y almacenamiento… Es decir, de variables específicas del producto que cambian de una empresa a otra”, como explica a través de un hilo de Twitter Robles.

Es por ello por lo que tiene lógica, según la experta, que sea la empresa que ha elaborado el producto quien establezca hasta cuándo es seguro su consumo (fecha de caducidad, usada en productos muy perecederos) o hasta cuándo mantendrá las características que se le atribuyen (fechas de consumo preferente, en alimentos más duraderos). 

¿Cuándo caducan las cosas que (parece) que no caducan?

Hay alimentos que parecen inmortales. Por ejemplo, ¿se ponen alguna vez malos productos como la mermelada, la miel o el cacao en polvo? Aunque en ocasiones pueden durar años si han sido sometidos a tratamientos para eliminar los microorganismos o tienen poca agua, esto no quiere decir que sean eternos. Influirá, por ejemplo, si los hemos conservado en las condiciones adecuadas o si se encuentran abiertos.

La dietista-nutricionista Fátima Japón cuenta a Maldita Ciencia que siempre nos debemos fijar en si un producto tiene fecha de caducidad, y nunca comérnoslo pasada esa fecha. “Hay una alta probabilidad de que las bacterias patógenas hayan proliferado en el alimento”, explica la experta.

En cambio, hay algunos productos que no tienen fecha de caducidad, sino de consumo preferente, tal y como cuenta Robles a Maldita Ciencia. Según indica, suele ser el caso de la miel, el cacao en polvo, la mermelada, las conservas, las legumbres secas, el arroz seco, la pasta seca, las bebidas envasadas o las salsas.

Sí, los helados también caducan

No son pocos los helados que sobreviven en nuestro congelador de un verano al siguiente. ¿Significa eso que entran en ese grupo de alimentos inmortales? Pues no. Ursúa explica a Maldita Ciencia que cualquier alimento, con el paso del tiempo, caduca o se estropea. “Si tiene proteínas y agua, más todavía. Los microorganismos, para crecer, necesitan actividad de agua, es decir, que haya algo de agua en su entorno”, señala. 

Ursúa subraya que el frío no mata los microorganismos: “Solo ralentiza su actividad, pero esta se sigue dando, por lo que tarde o temprano crecerán en una cantidad suficiente como para causarnos daños”. Si además se abre el helado, “estamos dejando entrar nuevos microorganismos y, al descongelarlos, aceleramos su actividad, por lo que, aunque luego lo volvamos a congelar, la carga microbiana total habrá crecido muchísimo”.

No solo caducan los alimentos: también los medicamentos tienen fecha

Además de los alimentos, hay otros productos en los que conviene consultar la fecha marcada en el envase antes de utilizarlos. Un ejemplo son los medicamentos. Nos habéis preguntado qué pasa si se usan fármacos caducados, es decir, tomarlos unos días o incluso meses más tarde de la fecha que aparece impresa en su envase. Estos medicamentos podrían haber perdido su eficacia y no se descarta que incluso puedan resultar perjudiciales para la salud, por lo que no es recomendable usarlos.

No se recomienda bajo ningún concepto que se usen pasada esa fecha, ya que cuando respetas la fecha de caducidad se tiene la certeza de que no se ha perdido la actividad del medicamento y no han aparecido sustancias potencialmente tóxicas”, afirma Rocio Asensi a Maldita Ciencia, miembro del grupo GENESIS (Grupo de Evaluación de Novedades, Estandarización e Investigación en Selección de Medicamentos) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). 

Y en cuanto a la fecha de caducidad de los medicamentos, las vacunas no son una excepción.

Una última aclaración: recuerda que todo esto será así siempre que hablemos de envases cerrados y si se mantienen las condiciones de almacenamiento que indica el fabricante. Si el envase se ha abierto, hay que fijarse en la 'vida útil secundaria', información que se añade en algunos productos.

Este contenido es apoyado por la iniciativa “Alimentando el cambio” de DANONE EDP en el que Maldita.es colabora elaborando contenidos independientes según su metodología.


Primera fecha de publicación de este artículo: 13/07/2021

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