Nos habéis preguntado por unas mascarillas de la marca Biovest. Concretamente, las del modelo expression. El fabricante indica que “están confeccionadas con un tejido semitransparente y transpirable que permite ver las expresiones faciales” y afirma que cuentan con un certificado de ITEL. Pero el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual cuestionan la fiabilidad de los certificados emitidos por este laboratorio. Además, la Sociedad Española de Medicina del Deporte desaconseja a Maldita Ciencia su uso. Os contamos todo lo que sabemos al respecto.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual cuestionan la fiabilidad del laboratorio que las certifica
En Maldita Ciencia ya os hemos explicado cómo saber si una mascarilla incumple la mascarilla en España y en qué debes fijarte al comprar mascarillas de tela. Los fabricantes de las mascarillas por las que nos habéis preguntado disponen de un certificado emitido por una entidad externa llamada ITEL. En él, se asegura que la mascarilla cumple la norma UNE 0065: 2020.
Pero el Consejo General de Colegios Farmacéuticos cuestiona en un documento publicado el 8 de septiembre la fiabilidad de los certificados emitidos por esta entidad. “Es recomendable prestar atención especial a certificados que tienen gran número de incoherencias y no se consideran válidos, como los del laboratorio ITEL, que actualmente se encuentra expedientado por el Ministerio de Industria y que está generando grandes problemas en el mercado”, señala. Por lo tanto, recomienda no comercializar mascarillas ni filtros certificados por este laboratorio.
Además, desde el Consejo indican a Maldita Ciencia que "no se pueden sacar conclusiones al respecto de la eficacia filtrante de una mascarilla en base a pruebas caseras. En el caso concreto de las mascarillas higiénicas, tal y como se recoge en la Orden SND/354/2020, deben cumplir los requisitos establecidos en las especificaciones técnicas UNE 0064-1:2020, UNE 0064-2:2020, UNE 0065:2020 o cualquier norma equivalente que garantice el cumplimiento de los criterios de aceptación establecidos en las citadas especificaciones".
La farmacéutica Gemma del Caño confirma que ITEL no es un laboratorio acreditado para certificar mascarillas. “Pese a que ponen allí su sello, no es posible decir que estas famosas mascarillas sirvan para nada”, señala en Twitter.
Del Caño explica a Maldita Ciencia que “las acreditaciones para homologar mascarillas por un laboratorio deben estar expedidas por ENAC (la Entidad Nacional de Acreditación)”. En su página web, se puede ver que ITEL no tiene ninguna acreditación expedida por esta entidad. “Otros laboratorios pueden hacer ensayos, evidentemente, pero si no están acreditados tienen tanta validez como si lo hago yo”, señala.
En Maldita Ciencia nos hemos puesto en contacto con ITEL pero, por el momento, no hemos obtenido ninguna respuesta al respecto. Del Caño afirma que también ha preguntado al laboratorio sobre el tipo de ensayos que han realizado, cómo lo han certificado y qué validez tienen. La única respuesta que ha obtenido por el momento es la siguiente: “Efectivamente, son seguras, la filtración la hace el acabado hidrófugo y antibacteriano”.
Texcon y Calidad, la empresa fabricante de estas mascarillas de la marca Biovest, ha remitido a Maldita Ciencia a esta página web. "Todo el trabajo está bien desarrollado y cumple la normativa de mascarillas higiénicas. No es una mascarilla quirúrgica, no es una mascarilla FFP2 ni pretende serlo, pero es una mascarilla higiénica que ha supuesto una importante mejora de las relaciones sociales en tres puntos: expresiones faciales, expresiones fonéticas y respirabilidad", señala a Maldita Ciencia.
Respecto a ITEL, según cuenta Texcon y Calidad, "lo que sucede es que es independiente y no depende de nadie". A pesar de que no cuentan con ninguna certificación de ENAC, la empresa nos ha facilitado un documento en el que el laboratorio asegura que están "perfectamente autorizados para la certificación de mascarillas". *
La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) recomienda a todas las partes interesadas en la comercialización y el uso de las mascarillas prestar atención a los resultados “imposibles o incoherentes”.
“Uno de los ejemplos de resultados imposibles, o al menos muy improbables, que con mayor frecuencia nos hemos encontrado en informes de laboratorio, es el del cumplimiento de las propiedades asociadas a las mascarillas después de un número de ciclos de lavado extraordinariamente elevado, alcanzando en ocasiones los 150 ciclos de lavado”, señala. Asepal indica que en el mercado hay mascarillas higiénicas avaladas hasta 150 lavados que además cuentan con el certificado de ITEL.
Texcon y Calidad ha obtenido la licencia de productos sanitarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Sin embargo, esta licencia solo hace referencia a las mascarillas quirúrgicas de un solo uso. No es el caso de la mascarilla higiénica reutilizable expression, que según el fabricante soporta 50 lavados.
La Sociedad Española de Medicina del Deporte afirma que dichas mascarillas no evitan la transmisión de aerosoles
El fabricante indica que estas mascarillas son ideales “para diferentes entornos sociales y para todas las personas que necesiten una mayor respirabilidad o que usen gafas, ya que no se empañan”. Uno de nuestros lectores nos ha contado que estas mascarillas “son llamativas por dejar transpirar mucho, lo que las hace muy cómodas para hacer deporte”.
La Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) indica a Maldita Ciencia que “esas mascarillas no ofrecen protección frente a la transmisión de aerosoles, por lo que no son aconsejables para evitar la trasmisión de ningún germen patógeno, incluido el SARS-CoV-2”. En Maldita Ciencia ya os hemos dado varios consejos para practicar deporte de forma segura durante la pandemia.
Kika Colom, profesora de la Universidad Miguel Hernández y miembro de la Sociedad Española de Microbiología (SEM), indica a Maldita Ciencia que "a la vista de las pruebas que hay en Twitter, la mascarilla no tiene absolutamente ninguna eficacia y la retención que anuncian de un 91,7% es sencillamente mentira".
"Parece una simple red fina que por supuesto no empaña las gafas y te deja la sensación de respirar mucho más cómodamente que con las quirúrgicas o las FFP2 ¡Naturalmente! Porque deja pasar el aire sin problemas." La experta considera que "llevar ese tipo de mascarilla cosmética para hacer deporte y no llevar mascarilla es lo mismo".
De los pelos de la barba al agua: todo lo que la mascarilla deja pasar
El químico Luis Jiménez, autor del blog de Centinel, cuenta en su blog y en un hilo de Twitter su experiencia al probar esta mascarilla. Nada más ponérsela vio cómo los pelos de su barba la atravesaban. “¿Si deja pasar el pelo, es posible retener partículas microscópicas con virus y bacterias? La pregunta suena a chiste, ciertamente”, señala.
Jiménez explica que para que algo sea semitransparente, hay dos opciones: “O está fabricado con un material que por su naturaleza deja pasar la luz o tiene amplios agujeros que lo permiten”. Señala que en alguna fotografía de la página web del fabricante “se aprecia que la transparencia de la mascarilla con toda seguridad se debe a la segunda opción, gracias a los espacios libres de un tejido con forma de rejilla”.
El químico incluso ha sacado una fotografía poniendo la mascarilla bajo un microscopio de 10 aumentos, para poder apreciar mejor el tejido con forma de rejilla.
También ha medido los agujeros de la rejilla con una regla y posteriormente ha comprobado sus mediciones con un microscopio profesional. “En un milímetro entran aproximadamente tres cuadros de la rejilla”, señala.
Por lo tanto, indica que el espacio de separación entre los hilos es de aproximadamente 0,25 milímetros: “Es físicamente imposible que este tejido bloquee los tipos de partícula respiratoria más frecuentes”. “Los espacios entre hilos son entre 10 y 100 veces mayores que muchas partículas respiratorias”, afirma.
Del Caño explica que “pese a que las mascarillas captan partículas por cargas electrostáticas, los poros de esta mascarilla son tan grandes que parece poco probable que lo consigan”. “Las pruebas caseras no son 100% fiables tampoco, pero en este caso, viendo que salen hasta pelos de la barba, o tosiendo y viendo cómo se eliminan partículas, parece claro que estas mascarillas no son seguras”, señala.
El químico ha realizado algunas otras pruebas con las mascarillas. Por ejemplo, las ha rociado con un spray de agua, ha escupido con ella puesta y directamente le ha echado encima un chorro de agua. ¿El resultado? El agua traspasa las mascarillas.
El laboratorio dice que tiene un acabado hidrófugo y antibacteriano. “El primero es evidente que sólo lo tendrá donde no hay poros y el segundo no es algo que suponga una diferencia. El material de las mascarillas por sí mismo no facilita el crecimiento de bacterias, y de poco sirve con esos agujeros tan grandes”, señala Del Caño.
Jiménez considera que “no hace falta tener un doctorado para entender que cualquiera de estas características es bastante incompatible con ser capaz de filtrar y retener partículas de milésimas de milímetro y que portan virus y bacterias”.
* Actualizado el 4 de enero con las declaraciones de Texcon y Calidad, la empresa fabricante de las mascarillas expression de la marca Biovest y Kika Colom, profesora de la Universidad Miguel Hernández y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.
Primera fecha de publicación de este artículo: 31/12/2020