Nos habéis planteado si lo que comemos, por lo general, puede influir o agravar un brote de dermatitis atópica, un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y picazón. Además, es duradera (crónica) y suele exacerbarse periódicamente.
"Resulta un tema altamente controvertido pero, en líneas generales, se podría decir que no: no hay una clara influencia de la dieta sobre la aparición de brotes de dermatitis atópica", explica a Maldita Ciencia José Carlos Moreno, presidente de honor de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). La dermatóloga Inés Escandell confirma que, en principio, ningún alimento influye en este trastorno.
"Otra cosa es que la persona tenga alergia alimentaria, que es una asociación bastante frecuente", aclara la dermatóloga. "La atopía es una manifestación de lo que se llama marcha atópica (secuencia con que se presentan las enfermedades alérgicas), que también incluye la rinitis estacional (alergia estacional) y la alergia alimentaria. Evidentemente no todas las personas con dermatitis atópica tienen alergia alimentaria, pero hay bastantes que sí", añade.
Aunque, según los expertos, no hay ningún alimento como tal que influya en esta reacción, durante los últimos años algunos estudios han sugerido que la microbiota intestinal, aparte de la microbiota cutánea, tiene bastante relación con el empeoramiento o la mejoría de la dermatitis atópica.
Moreno señala, por otra parte, que pueden darse situaciones concretas en los que sí puede establecerse este tipo de relación entre la alimentación y la dermatitis, y explica cómo sería el caso: "La única forma de saberlo de forma absoluta es revisando la historia clínica y discutiendo con el paciente o con los familiares si existe esta asociación. En todo caso, la dieta solo podría llegar a influir en áreas determinadas como, por ejemplo, si hablamos de la zona de la boca; pero se trataría de un efecto directo, no por absorción de los de los alimentos", continúa.
Por último, añade que, salvo que haya una evidencia clara, nunca se debe establecer una dieta limitante. Como mucho, podría probarse el efecto que podría tener la eliminación temporal en la dieta de un alimento determinado en la evolución de la enfermedad.
Primera fecha de publicación: 3 de agosto de 2020.