Es una de las excepciones a las limitaciones de movimientos impuestas por el Gobierno, la de ir a la compra de alimentos. Sin embargo, como momento de potencial riesgo de contagio, es necesario cumplir con algunas medidas de seguridad para reducir ese riesgo. Te explicamos las precauciones que debes tomar cuando bajes al súper.

Si tienes algún síntoma de COVID-19, no salgas

Esto es lo primero y más importante que debes tener en cuenta: si tienes algún tipo de síntoma, como tos o un poco de fiebre, no salgas. Podría ser un resfriado común o podría ser una infección por coronavirus. No lo sabes. La contención de la enfermedad depende de frenar los contagios y por lo tanto es básico que cualquier persona con síntomas permanezca tan aislada como sea posible. Eso incluye evitar las salidas especialmente a lugares cerrados como las tiendas y los supermercados donde cierto contacto con otras personas es inevitable.

Organízate, no te des paseos innecesarios por el supermercado

Cuanto menos tiempo pasemos en el supermercado, menor riesgo correremos de entrar en contacto con el virus. Para esto, lo más eficaz es la organización. ¿Cómo? Piensa y programa las próximas comidas y cenas, haz una lista con los productos que vas a necesitar y ve directamente a por ellos. Pasarnos media mañana o tarde dando vueltas y vagando por el súper sólo hará que aumentemos las posibilidades de contagio.

En Maldita Ciencia ya te hablamos aquí sobre qué carritos de la compra aprobarían los dietistas-nutricionistas y cuáles se llevarían, junto con las decenas de rollos de papel higiénico, un merecido suspenso. Recuerda: alimentos no perecederos y productos de limpieza habitual que eches en falta en casa, todo ello en cantidades razonables (no hay peligro de desabastecimiento). Además, por tu salud, evita los ultraprocesados o los productos excesivamente azucarados.

Simón: los guantes, solo para la fruta

El pasado lunes 16 de marzo Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, respondió a una pregunta sobre este tema en rueda de prensa. Explicó que no es necesario ir con mascarilla al supermercado ni utilizar guantes para hacer la compra, excepto en el momento de manipular la fruta (como es aconsejable hacer siempre). Además, "todos los alimentos deberían estar cubiertos y en ningún caso expuestos a los clientes", según explica Gemma del Caño, experta en I+D y Seguridad Alimentaria, en este artículo en El Comidista.

Ve solo, mantén las distancias y paga con tarjeta

Igual que en las demás situaciones previstas como excepciones en el real decreto, en las salidas a hacer la compra se deben cumplir una serie de precauciones orientadas a reducir el riesgo de contagio.

Para empezar, debe ir una sola persona, excepto en aquellos casos en los que se esté acompañando a una persona dependiente.

Es importante mantener la distancia de seguridad de un metro y medio como mínimo con el resto de las personas que se encuentren en el establecimiento. También en el momento de hacer cola. Muchos supermercados han encargado a alguno de sus trabajadores que vayan controlando la entrada de forma que no se amontone mucha gente en el interior con el objetivo de facilitar este punto.

Puesto que los trabajadores de la tienda no tienen otra alternativa más que estar en su puesto, piensa en ellos y reduce todo lo que puedas el riesgo al que se ven expuestos. Eso significa mantener las distancias con ellos y siempre que sea posible pagar con tarjeta para que no tengan que manipular dinero.

Lo básico: lávate las manos, tose en el codo y no te toques la cara

En estas salidas acuérdate de mantener los consejos básicos de higiene que debes mantener el resto del tiempo: lávate las manos antes de salir de casa y nada más llegar cuando vuelvas. Si durante la salida llevas contigo una botellita de gel hidroalcohólico también puedes lavarte en algún momento intermedio.

Como ya hemos dicho, si tienes alguna sintomatología lo mejor es que no salgas de casa. Aun así, si tienes que toser o estornudar hazlo siempre en el interior del codo o en un pañuelo de papel desechable. Sé especialmente escrupuloso con este punto cuando te encuentres cerca de alimentos.

El último punto que debes tener en cuenta es quizá el más difícil de cumplir: evita tocarte la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos, ya que esto aumenta el riesgo de contagio.