“Con Franco se vivía mejor” o “con él (Mussolini), las cosas iban mejor” son las narrativas más repetidas sobre estos dictadores y sus regímenes en redes sociales, de acuerdo a los contenidos analizados por Maldita.es y Facta. Se alimentan de desinformaciones que suelen recobrar fuerza en situaciones de emergencia o que generan debate entre la población en un momento determinado.
También usan otras estrategias que tratan de legitimar la narrativa mediante comparaciones directas con la actualidad con cuestiones como la vivienda o empleando cifras descontextualizadas como prueba de credibilidad.
Utilizadas para presentar ambos regímenes totalitarios como una época de mayor seguridad, bienestar material y estabilidad frente al presente democrático, las narrativas analizadas, muchas circulando desde que estas dictaduras estaban en activo como consecuencia de la propaganda de la época según los expertos, recurren a técnicas como la nostalgia por un pasado, valiéndose de elementos actuales como las redes sociales.
‘Pop Fascismo’: reescribiendo la historia en la era digital
Este artículo es el segundo de una investigación internacional llevada a cabo por Maldita.es (España) y Facta (Italia). El proyecto explora cómo mediante el uso de elementos contemporáneos de las redes sociales el discurso fascista consigue entrar en nuestro día a día en tres fases: normalización, aceptación e idolatrización.
Esta investigación ha sido posible gracias al apoyo de Journalismfund Europe.

Con Franco se vivía mejor: una narrativa construida con desinformaciones, cifras sacadas de contexto y otras estrategias
En España, la expresión “con Franco se vivía mejor” se ha convertido en un atajo para aludir a un conjunto de subnarrativas recurrentes, muchas de ellas desinformadoras, que se repiten en decenas de canales de Telegram, vídeos virales de TikTok, YouTube o en X, entre otras plataformas. “La vida era más segura”, “la vivienda era asequible”, “las obras públicas eran eficientes” o “los impuestos eran más justos”, son algunas de las que podemos encontrar.
Recobra fuerza con sucesos como el apagón del 28 de abril de 2025 o el paso de la DANA por Valencia en octubre de 2024. Usuarios en redes sociales reaccionaron afirmando que “con Franco esto no pasaba” o que “gracias a lo que hizo Franco, las consecuencias no fueron tan graves”, a la par que se compartían contenidos desinformativos.
Por ejemplo, durante las inundaciones en el este peninsular circularon mensajes y desinformaciones sobre los supuestos embalses destruidos por gobiernos democráticos que habían sido construidos en tiempos de Franco.“Franco, tras la riada del 57, ordenó construir el nuevo cauce, junto a una serie de pantanos y embalses que contuviera el agua de estos fenómenos. Este gobierno ha demolido cuatro de estos pantanos y aquí tenemos el resultado”, decía uno de los contenidos más virales. En efecto, tras la riada en 1957 se ordenó reconducir el cauce del Turia y la construcción del embalse de Loriguilla, que sigue funcionando.Pero no es cierto que se hayan demolido embalses: las únicas infraestructuras demolidas son siete azudes y presas pequeñas obsoletas que no estaban construidas para embalsar agua.

La frase también puede verse junto a fotos de los años de la dictadura donde aparecen familias, generalmente numerosas. En publicaciones de Instagram vemos una foto de una familia, que afirman que fue tomada en el barrio madrileño de Vallecas en 1941, con la frase “Con Franco vivíamos mejor”. En otras ocasiones, esta frase se difunde de forma irónica, para expresar lo contrario: por ejemplo ocurrió con la foto de una familia de Málaga, tomada durante el franquismo en 1952, que se hizo famosa después de que Grok, la IA de X, negase que se tratara de la España de Franco y afirmarse erróneamente que fue tomada en Alabama, Estados Unidos, durante la Gran Depresión.

Incluso se utiliza para hablar de la vivienda y comparar la situación actual con la del franquismo. En los últimos años se han atribuido al dictador supuestos logros, como haber impulsado la creación de 4,5 millones de viviendas sociales, un bulo que ya desmentimos en Maldita.es. El historiador Carlos Barciela, en su libro Con Franco vivíamos mejor: pompa y circunstancia de cuarenta años de dictadura, recuerda que la vivienda fue uno de los principales ejes de la propaganda del régimen, presentado como un derecho social pero que en realidad se quedó más en un eslogan.
Los mensajes que alimentan estas narrativas, circulan en la mayor parte de los casos como afirmaciones sin contexto, o son desinformaciones. Para Matilde Eiroa, profesora de Historia de Universidad Carlos III de Madrid, son “un recurso propagandístico fácil de explotar”, que se apoya en “la idealización del pasado, nuestra infancia y juventud”, y con los que la gente puede conectar. El sociólogo, filósofo y ensayista Zygmunt Bauman lo define como “retrotopía”, una nostalgia por un pasado en el que todo era mejor, sea real o no.
De esta manera, la desinformación y los contenidos descontextualizados apelando a la nostalgia se usan como vehículo para propagar esta y otras narrativas, mostrando frases simplificadas, carteles o fotos. Un ejemplo visual muy empleado es hacer una comparativa de fotos, una actual y otra de la época del franquismo, para impulsar narrativas, por ejemplo, en contra de la migración.

Esta narrativa se difunde mediante otras estrategias como las que usa el canal de YouTube RescueYou, con 245.000 suscriptores en octubre de 2025. “¿Con Franco se vivía mejor? Jubilados hablan sin filtros de su vivencia”. Con ese y otros títulos similares, este canal publica vídeos breves en los que entrevista a personas mayores, que vivieron el franquismo, y les pregunta explícitamente si la vida era mejor con Franco.“Yo he vivido con Franco. Yo he vivido en una casa baja, mis padres no cerraban nunca la puerta. Mi madre tenía una cortina, que la echaba por la noche y dormíamos tranquilamente. Ahora no. Yo creo que con eso ya lo he dicho todo; sin decir que yo con Franco tenía trabajo, me iba al fútbol, venía del fútbol y no tenía ningún problema. Yo no he tenido ningún problema con Franco…”, dice uno de los entrevistados.

La frase “con Franco vivíamos mejor”, según cuenta la profesora de la Carlos III, Matilde Eiroa, en su libro Franco, de héroe a figura cómica de la cultura contemporánea, lleva circulando desde “finales de los años 70 y principios de los 80, haciendo alusión al desencanto frente a la democracia y a la idea de que con Franco se vivía en paz, no había delincuencia y había perspectivas laborales”.
Explica que, con un lenguaje simplista y fácilmente comprensible, estos contenidos pretenden hacer un “revisionismo histórico, presentando la dictadura de forma sesgada, destacando los supuestos logros económicos o en el orden social, mientras ocultan cómo se consiguieron esos logros o cómo se consiguió ese orden social, y sin hacer referencia a la persecución política, a la falta de libertades, violencia, de favorecer a los ricos, grandes empresarios y terratenientes a costa del trabajador…”.
Para el catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alicante, experto en historia del siglo XX y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, Juan Antonio Ríos, estos vídeos cuentan el franquismo como un período histórico homogéneo: pero hay mucha diferencia entre la hambruna de la autarquía de la primera etapa del franquismo y el desarrollismo de los años 60, por ejemplo. “El problema es que, por razones obvias, apenas queda gente que viviera la etapa más negra de la dictadura y que tenga la capacidad de recordarlo”, añade. Con estos vídeos de opiniones a pie de calle, supuestamente casuales, afirma, “se huye del discurso histórico para seleccionar una serie de testimonios sin contar ni abordar la representatividad de los mismos”.
En otras ocasiones, tratan de legitimar esta narrativa a través de voces extranjeras usando la misma estrategia de entrevistas casuales a pie de calle. El youtuber David Santos entrevistaba a una joven, enfatizando su nacionalidad ecuatoriana, en una de las manifestaciones en los alrededores de Ferraz, sede del PSOE, tras conocerse el informe de la UCO que apuntaba a la presunta participación de Santos Cerdán en el cobro de comisiones en el marco del denominado caso Koldo. Tras una serie de preguntas, entre ellas la persona que porta el micrófono incluye otra pregunta: “¿Y viva Franco”?, y la chica terminaba exclamando “¡Viva Franco!”. El vídeo lleva el título de “Ecuatoriana ayer en Ferraz: "Viva Franco y Viva España".
El doctor en Relaciones Internacionales e investigador de la Universidad de Oxford, Kye Allen, señala que estos contenidos forman parte “de la normalización de lo que ocurrió bajo estas dictaduras fascistas y regímenes autoritarios y de una especie de trivialización de sus crímenes”, además de la mencionada nostalgia.
La Seguridad Social y otros logros atribuidos a Franco
Que Franco creó la Seguridad Social, las vacaciones pagadas o el descanso dominical son algunas de las desinformaciones relacionadas con Franco y sus supuestos logros que Maldita.es ha verificado en los últimos años.
Según explica Barciela en su libro, todos los estos logros falsamente atribuidos a Franco tienen que ver con que su figura fue reinventada sistemáticamente por la propaganda como la encarnación de todas las virtudes posibles, como “un soldado distinguido, el general más joven de Europa, el hombre que derrotó al comunismo, etc”. En palabras del historiador, “esas pretendidas virtudes no son más que el fruto de la propaganda franquista”. Las narrativas que vemos hoy en día podrían estar basadas o ser consecuencia de las desinformaciones y mensajes propagandísticos que ya circulaban en tiempos de la dictadura.
Para Matilde Eiroa, algo que facilita la difusión de estas narrativas es “la reducida presencia de historiadores profesionales en el entorno digital”, algo que considera “muy perjudicial para la difusión del conocimiento histórico”. Son muy pocos, dice, los que comparten sus trabajos en la red. A esto añade otros factores que dificultan la verificación de estas narrativas, como el hecho de que los libros de la época sólo mostrasen la versión “oficial” debido a la censura propia de la dictadura.
No ocurre sólo en España. En Italia, cada Navidad circulan contenidos con el bulo de que la “tredicesima” (el salario extra que se pagaba en diciembre a empleados y pensionistas) fue un regalo del Duce durante el Ventennio, como se denomina al período fascista italiano. En realidad, se trató de una medida sectorial de 1937 que sólo afectaba a los empleados del sector industrial con la clasificación de “impiegato” (empleados de oficina), mientras que el derecho universal al “decimotercer sueldo” llegó tras la caída del fascismo, en 1946 y 1960.
Hitler: de la reivindicación de su figura al negacionismo del Holocausto y de cualquier responsabilidad
En el caso de Adolf Hitler, la estrategia de los contenidos que podemos ver en redes sociales sigue la misma dirección que los anteriores.
Por un lado, se difunden mensajes que buscan desligarlo de su responsabilidad histórica en el Holocausto y en la Segunda Guerra Mundial, relativizando su papel en el exterminio de millones de personas y presentándolo en cambio como un líder “incomprendido” o “demonizado por los vencedores”. Esta narrativa se apoya en frases recurrentes como “la historia la escriben los vencedores” y en insinuaciones de que los crímenes atribuidos al nazismo estarían “exagerados” o “manipulados”.
Hay contenidos negacionistas y desinformadores que cuestionan directamente la existencia de las cámaras de gas o rebajan la cifra de víctimas judías del Holocausto, en contra de los seis millones de fallecidos documentados a lo largo de la historia por el Museo del Holocausto de Estados Unidos, entre otros. Estos mensajes se presentan como “versiones alternativas” de la historia que habría sido “censurada”, a pesar de que el Holocausto es uno de los acontecimientos mejor estudiados y documentados de la historia. Instituciones como la UNESCO, ofrecen materiales y otros recursos explicativos sobre el mismo.
Otras narrativas relacionadas con este dictador tienen un significado opuesto a las anteriores: no tratan de negar sus actos y reescribir la historia, sino que se enorgullecen y reivindican lo que hizo. Bajo el lema “Hitler tenía razón” (“Hitler was right”), aparecen publicaciones que ensalzan su figura como un líder “visionario”, “último gran defensor de Europa”, que supuestamente defendía a su pueblo frente a enemigos internos y externos.
En muchas de estas publicaciones, la figura de Hitler aparece junto a multitud de contenidos, muchos en contra de inmigrantes o de los judíos, en ocasiones haciendo mención a la masacre que Israel está cometiendo en Gaza para justificar el Holocausto con consignas como “Hitler tenía razón”.
Al igual que en los contenidos que exaltan al franquismo, otros exaltan la retórica y la estética nazi, presentando al Tercer Reich como un periodo de esplendor tecnológico, cultural o económico. Suelen ir acompañados de montajes musicales que refuerzan el carácter épico de las imágenes.
La preferencia por los regímenes autoritarios ha ido creciendo entre los jóvenes españoles e italianos en los últimos años
Para la profesora de la Universidad Carlos III de Madrid, Matilde Eiroa, estas narrativas, la estética que presentan y su propagación en las plataformas son un vehículo “de propaganda para la captación de jóvenes” así como para la “difusión de su ideología”. De esta forma, consiguen “ensalzar las figuras de estos tres líderes: iconos reconocibles que les permiten muy bien conectar con esa audiencia y reclutar a nuevos adeptos”.
En España, los datos de distintas encuestas del CIS, tomando como referencia la pregunta sobre “régimen político preferido” (véase la metodología, al final del artículo), muestran que, aunque la mayoría de la ciudadanía (el 79% en 2025) sigue considerando la democracia como la mejor forma de gobierno, el porcentaje de quienes aceptarían un régimen autoritario ha crecido. Si comparamos los resultados de la encuesta de Calidad de Democracia en 2007 y 2025, vemos que estos valores han pasado del 5,8% al 8,6%, respectivamente, y supera el 18% si se suma a quienes se muestran indiferentes al respecto.
Lo que destaca es que este aumento se concentra entre los más jóvenes. En el grupo de 18 a 24 años, la simpatía hacia el autoritarismo ha pasado del 7,3% en 2007 al 17,3% en 2025, y en el de 25 a 34 años del 5,4% al 17,4%, respectivamente. Es decir, los menores de 35, los cuales nacieron posteriormente a la dictadura de Franco, son hoy quienes muestran mayor apertura hacia alternativas no democráticas.
Una tendencia que también la confirma una encuesta publicada en septiembre de 2024 de 40dB para El País y la Cadena Ser, según la cual, uno de cada cuatro varones de la generación Z (25,9% de los jóvenes de 18 a 26 años) considera que, “en algunas circunstancias”, el autoritarismo puede ser preferible a la democracia. Entre las mujeres del mismo grupo de edad, la cifra se reduce al 18,3%. La brecha de género se acentúa entre los millennials (27 a 42 años): 22,9% de hombres frente a 12,7% de mujeres.
El CIS, en su estudio sobre Ideología y Polarización de octubre de 2024, añadía otro dato revelador, un 27% de la ciudadanía estaba de acuerdo con la afirmación “no me importaría vivir en un país poco democrático si me garantiza una mejor calidad de vida”. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, ese porcentaje se dispara hasta el 38%.
Los jóvenes italianos opinan en la misma línea, según un estudio de YouGov publicado el pasado mes de julio para la fundación alemana Tui Stiftung sobre la confianza de los jóvenes europeos en la democracia. Reveló que sólo un 56% de los encuestados (jóvenes de Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Polonia y Gran Bretaña) de entre 16 y 26 años apoya incondicionalmente la democracia. En cuanto a la satisfacción con el sistema democrático, el 43% de los jóvenes italianos se mostraron insatisfechos y el 24% afirmaron que apoyarían un gobierno autoritario “en determinadas circunstancias”; un porcentaje similar al encontrado en otros países encuestados como Francia, España, Polonia o Grecia.
Para el investigador de la Universidad de Oxford, Key Allen, “una cita que capta a la perfección la interacción entre el efecto amplificador de las redes sociales y la normalización” de estas narrativas y contenidos son las declaraciones del diputado de Vox, Manuel Mariscal, que en 2024 afirmó en el Congreso de los Diputados que “gracias a las redes sociales muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior de la Guerra Civil no fue oscura como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional”.
Allen considera que parte de la solución reside en la necesidad de una mayor moderación de contenido en las plataformas, así como otras funciones que permitan a los usuarios acceder a una explicación amplia de determinados hechos históricos como el Holocausto, pero también en reformas a nivel educativo.
¿Cómo verificar un bulo histórico?


Metodología
Este texto forma parte de una investigación transfronteriza llevada a cabo por Maldita.es (España) y Facta (Italia) entre junio y octubre de 2025. El trabajo de estos meses se ha centrado en la recopilación de contenidos de seis plataformas (Facebook, Instagram, Telegram, TikTok, X y YouTube) así como de páginas web. En total se han registrado más de 500 contenidos, de los que hemos recopilado diferente información como: usuario, fecha de publicación, formato, lenguaje e impacto, entre otros. Se han seleccionado únicamente aquellas publicaciones que, de alguna forma, ensalzan la figura de Francisco Franco, Benito Mussolini o Adolf Hitler, así como sus actos y políticas implementadas durante sus respectivos periodos de dictadura o la simbología asociada a las mismas.
De este análisis se han extraído diferentes narrativas que hemos agrupado en subnarrativas según el objetivo y temática del mensaje. También se han identificado a los actores principales, analizado sus publicaciones e interacciones con otros usuarios.
Se han considerado publicaciones satíricas aquellas que contienen la etiqueta “humor” visible o aquellas publicadas por cuentas auto-identificadas como parodia.
Para medir la evolución de la opinión pública en las encuestas sobre la preferencia de regímenes políticos en España consultamos las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), concretamente aquellas que incluían la pregunta “Régimen político preferido”, que se ha formulado regularmente desde 1982, como se puede verificar en su base de datos:https://www.cis.es/catalogo-estudios/resultados-definidos/buscador-estudios. Para este artículo, seleccionamos el periodo 2007-2025, con el fin de reflejar los cambios más recientes en la opinión pública. Las respuestas ofrecidas a los encuestados pueden tener leves diferencias en su planteamiento pero no en su significado. Por ejemplo, mientras en unas encuestas una de las respuestas puede ser “En algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático” en otras “En algunas circunstancias, un régimen autoritario, una dictadura, puede ser preferible a uno democrático”. No obstante, todas ofrecen cinco respuestas que son equivalentes entre sí: La democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno; En algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático; Para personas como usted, da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático; N.S; N.C.
Si tienes cualquier duda, puedes consultarnos en [email protected].