Abril de 2025. Ese ha sido el mes en el que los expertos consultados por Maldita.es identificaron el comienzo de meses de campañas de desinformación procedentes del Kremlin con el fin de interferir en las próximas elecciones parlamentarias de Moldavia que se celebran este domingo 28 de septiembre. Desde falsas encuestas telefónicas coordinadas en canales de Telegram, a las ya conocidas operaciones desinformadoras como Matrioska, dirigidas a algo menos de dos millones y medio residentes en el país, además de los que viven en la diáspora.
Moldavia, que envió su candidatura para ser miembro de la Unión Europea en 2022 (tras la invasión rusa de Ucrania) con los intentos de injerencia del Kremlin en los comicios y con un 26,6% de los votantes aún indecisos, según las últimas encuestas, hace frente a unas elecciones que suponen “una prueba crucial para la resiliencia democrática ante la sofisticada guerra de la información”, explica Elena Calistru, periodista y presidenta del medio rumano Funky Citizens a Maldita.es. Las lecciones aprendidas “tendrán implicaciones mucho más allá de estas elecciones, sirviendo como un caso práctico de cómo las democracias pueden defenderse de la guerra de información coordinada en la era digital”, añade.
Una amenaza híbrida que va desde la desinformación a encuestas ilegales para manipular el voto, pasando por el pago a gente para que se manifieste
Los ciudadanos de Moldavia, país fronterizo con Ucrania y Rumanía, están llamados a votar este domingo en unas elecciones que, según los expertos, pueden decidir el rumbo geopolítico del país que se debate entre Occidente y Rusia. Muchos de los votantes están en la diáspora. En España, por ejemplo, se calcula que voten alrededor de 11.000 moldavos (cifra aproximada teniendo en cuenta los votantes de las elecciones presidenciales de 2024). Estos tampoco han quedado exentos de recibir campañas desinformativas.
Desde el colectivo Antibot4Navalny, un grupo de expertos que investigan operaciones de desinformación y propaganda rusa y publican sus hallazgos principalmente en X, cuentan a Maldita.es cómo han detectado diversas campañas enfocadas a ciudadanos moldavos residentes en países de la Unión Europea. Además de “intentar manipular a la diáspora moldava en los países occidentales, que tradicionalmente es muy activa y vota por partidos proeuropeos”, estas campañas también buscan “desacreditar a la presidenta de Moldavia, que tiene una buena y sólida reputación en el extranjero, por lo que es el blanco principal de las narrativas desinformativas”, dice Maria Praporșcic, directora de la organización de fact-checking moldava, StopFals.
Ana Cazacu, (nombre ficticio), periodista moldava afincada en España, pudo contactar con ellos. Le atendió una persona que se hacía llamar Anatolii y que tenía dificultad para hablar rumano (idioma oficial de Moldavia), por lo que pasaron a hablar ruso. Le pedían que eligiese ser observadora para un partido que debía elegir entre cuatro opciones que le ofrecían. “Os vais a colgar una cámara al cuello y lo tenéis que grabar todo. Hay buenos premios si consigues grabar, por ejemplo, que echan diez votos en la urna”, le explicó por teléfono a la periodista. Uno de los cuatro partidos de los que le ofrecían ser observadora era el partido Coalición para la Unidad y la Prosperidad (pro-europeo), cuyo presidente, Igor Munteanu, negó a la periodista moldava tener algún vínculo con ninguna agencia que estuviese contratando observadores.

Desde la propia Comisión Electoral Central (CEC) de Moldavia han pedido a los ciudadanos que pongan atención a “anuncios falsos sobre empleo de observadores” y que estos trabajadores “son designados por organizaciones e instituciones nacionales, extranjeras o internacionales, según el marco legal, y están acreditados oficialmente por la CEC”. Aquellos que hayan accedido a estos anuncios, piden que lo reporten.

Hace unos días, la BBC, y el medio de investigación moldavo Ziarul de Gardă, destaparon a una red que reclutaba a personas en internet y les pagaba por difundir propaganda prorrusa así como desinformaciones para socavar al partido gobernante pro-UE de Moldavia, el Partido de Acción y Solidaridad (PAS). Según las publicaciones, los reclutas recibían 3.000 lei moldavos mensuales (unos 153 euros) a través del banco estatal ruso sancionado, Promsvyazbank, para crear contenido en las redes sociales usando ChatGPT y realizar encuestas ilegales bajo el nombre de una organización inexistente: “Los resultados de este muestreo selectivo, sugirió un organizador de la red, podrían sentar las bases para cuestionar el resultado de las elecciones” explica la cadena británica que afirma haber encontrado “conexiones con el oligarca sancionado Ilan Șor y la ONG Eurasia”.

Para la presidenta de Funky Citizens, la operación híbrida más impactante que ha visto estos meses fue la de Ilan Șor (oligarca y político de la República de Moldavia que huyó del país tras ser condenado por corrupción) en agosto de 2025. “A través de las plataformas VK y OK.ru, posteriormente por Telegram, TikTok y Meta, Șor lanzó públicamente una campaña ofreciendo a los moldavos 3.000 dólares mensuales por unirse a las protestas antigubernamentales”, indica.
Lo destacable de la operación “fue la estrecha integración de pagos en efectivo, protestas callejeras simuladas y una sofisticada coordinación digital diseñada para crear la apariencia de una oposición popular espontánea, bajo la dirección centralizada de Moscú”, añade.
Las campañas: mayores y más sofisticadas
Fue en abril de 2025 cuando tanto Funky Citizens como Antibot4Navalny reconocen haber detectado el comienzo de lo que han sido meses de desinformación “a gran escala”.
“Estamos presenciando un aumento significativo en el número de falsificaciones y manipulaciones, así como en el número de cuentas, canales y páginas que publican y difunden desinformación”, dice la directora de StopFals, Maria Praporșcic.
El punto de inflexión, explica Elena Calistru, “se produjo en la primavera y el verano de 2025, cuando las campañas se volvieron notablemente más agresivas y sofisticadas. La oleada coordinada del 9 de mayo” (Día en el que se conmemora la victoria soviética contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial), que “utilizó esta fecha simbólicamente significativa para los actores pro-Kremlin, marcó una clara escalada, presentando a Moldavia como una nación que abandonaba su neutralidad y se veía empujada a la guerra por los líderes proeuropeos”, añade.
La inteligencia artificial también ha jugado un papel importante. Con la voz falsa del líder del PAS y presidente del Parlamento moldavo, Igor Grosu, se difundió un deepfake poniendo en boca del político había dicho que los ciudadanos moldavos eran “una manada de carneros”. Otro deepfake, difundido en julio, estaba dirigido contra la directora de la Comisión Electoral Central, Angélica Caraman, y “representó un cambio cualitativo hacia la manipulación tecnológica avanzada diseñada para socavar las instituciones electorales”, afirma Calistru.
Para la directora de Funky Citizens, estas elecciones manifiestan “un nuevo nivel de complejidad operativa”. De un lado, “la participación de redes religiosas”, como los casos de participación de cultos religiosos en la campaña electoral a pesar de las prohibiciones legislativas y de que la autoridad electoral de Chisináu ha pedido a los representantes de las confesiones religiosas que se abstengan de actividades políticas. A eso, Calistru añade “el esquema de la aplicación móvil 'Taito'” (que, según advirtió la la ministra del Interior del país, Daniella Misail-Nichitin, se utiliza para financiar actividades ilegales en la República de Moldavia, incluyendo la corrupción electoral) y el uso sistemático de deepfakes que, para la presidenta de Funky Citizens “representan un nuevo nivel de complejidad operativa”.
La maquinaria de la Operación Matrioska: vídeos falsos, suplantación de medios de comunicación y un especial interés en Moldavia
Las campañas de desinformación tienen características y patrones que responden a unas u otras operaciones. Por ejemplo, en este caso, también se ha detectado la estrategia utilizada por la Operación Matrioska (también denominada Operación Overload), que sigue muy de cerca el colectivo Antibot4Navalny, haciendo un monitoreo diario. La estrategia de la Operación Matrioska es crear vídeos con desinformación colocando el logo de un medio de comunicación o institución para que los usuarios crean que son esos medios o instituciones los que los difunden y así amplificar sus campañas de desinformación. Posteriormente, etiqueta en sus publicaciones a medios de comunicación occidentales para que los verifiquen. Empezó operando en X y Bluesky pero en junio de 2025, tal y como detectó Antibot4Navalny y contamos en Maldita.es, dio el salto a TikTok. La primera campaña detectada en esa plataforma es precisamente contra la presidenta de Moldavia, Maia Sandu.

Aunque fue la primera detectada en la red social china, no fue la primera contra la Maia Sandu, o relacionada con las elecciones que se celebran este fin de semana. Hay que remontarse dos meses atrás, a abril de 2025. En esta ocasión los bots de Matrioska publicaron un tuit afirmando que Viginum, el Servicio de Vigilancia y Protección contra las Injerencias Digitales Extranjeras del Gobierno francés, había preparado “un estudio de varios niveles sobre el fenómeno de propaganda a favor de Maia Sandu en TikTok”. Era un contenido manipulado.

El colectivo ha notado un claro interés en Moldavia: “Matrioska lleva a cabo simultáneamente múltiples campañas, difamando al primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, al canciller de Alemania, Friedrich Merz y al presidente de Francia Emmanuel Macron”, indican. Como se puede ver en el gráfico, el porcentaje dedicado a Moldavia algunas semanas es total y en la última semana han aumentado sus esfuerzos.
Los públicos a los que van dirigidos estas campañas son variados. Por un lado, “algunas campañas podrían dirigirse a la diáspora moldava en otros países”, afirman desde Antibot4Navalny. Otras, añaden, podrían ir a “los votantes nacionales para sembrar desconfianza hacia los votos de moldavos viviendo en otros países de la UE, así como del voto por correo”. También tienen como objetivo los votantes nacionales, afirman, “alegando que Sandu no cuenta con el apoyo de la diáspora” o que “las políticas de Sandu ya están provocando una emigración masiva de jóvenes a la UE”, entre otras.
Manipulación de los votos, la UE como trampa a un país endeudado o acusaciones de que el Gobierno empuja al país a una guerra: las narrativas más repetidas estos meses
Aunque las campañas de desinformación han sido masivas, hay narrativas que han circulado con más intensidad que otras. Los expertos consultados por Maldita.es coinciden en que la más recurrente es la que afirma que las elecciones serán canceladas o van a estar manipuladas. “Se sugiere que van a amañar las elecciones y que las instituciones estatales, como la policía o el ejército, están controladas por fuerzas extranjeras o actúan con intenciones ocultas contra la ciudadanía”, afirma Praporșcic. Para Elena Calistru es también la más recurrente. “Narrativas impulsadas no sólo a nivel nacional, sino también amplificadas en los entornos digitales rumanos”, insiste.
Las narrativas anti Unión Europea también han destacado. Como explica el informe del FIMI-ISAC sobre riesgo de injerencia en estas elecciones, estas “han aumentado notablemente desde el referéndum de 2024 sobre la adhesión del país a la UE”.
Otras, apunta la directora de StopFals, tienen que ver con la “exacerbación de las tensiones étnicas, lingüísticas y regionales o se presentan escenarios falsos sobre la presencia militar extranjera en Moldavia, especialmente cerca de la frontera con la región de Transnistria, (región donde Rusia mantiene una presencia militar), que sigue siendo una fuente importante de inestabilidad y un canal para la influencia rusa o con la participación de la OTAN”, añade.
¿Es Rusia el único actor? “Rusia es el principal y único actor que difunde fuertes campañas de desinformación en la República de Moldavia”, afirma la directora de StopFals. “Durante esta campaña electoral, también hemos visto algunas páginas que patrocinan contenido político que critica a la oposición. Si bien, dicho contenido es propaganda política, no contiene desinformaciones. Existen campañas de otros actores”, añade, “pero suelen ser pequeñas, especialmente en comparación con las enormes campañas de desinformación rusas”.
Resiliencia mediante la colaboración entre verificadores, medios y organizaciones
Hacer frente a todas estas campañas es un trabajo arduo y requiere preparación y colaboración. Para ello, verificadores de varios países trabajan conjuntamente monitoreando las redes sociales y verificando contenidos.
“Rusia persigue un doble objetivo con esta estrategia transfronteriza”, dice Calistru. “Por un lado, “crear un efecto de cámara de eco que amplifica la desconfianza en el proceso democrático moldavo”, por otro, “debilitar los estrechos vínculos entre Rumanía y Moldavia. Dado que Rumanía es el principal defensor de la integración europea en Moldavia y erosionar la solidaridad regional y la alineación con la UE”. Por este motivo, la directora de Funky Citizens considera “estratégico” que Moldavia cuente con el apoyo del país vecino.
Esta sinergia puede verse en las publicaciones que tanto StopFals como Funky Citizens y otras como Transparency International Moldova o Misreport. En Rumanía lo hacen regularmente en el Observatorio Búlgaro-Rumano de Medios Digitales.
Por su parte, la Comisión Electoral Central del país lanzó el pasado 21 de septiembre, a una semana de celebrarse los comicios, la campaña “Siete maneras de reconocer la desinformación”, para ayudar a la ciudadanía a identificar desinformación sobre las elecciones. No obstante, esto ocurre después de que se hayan lanzado múltiples campañas de desinformación y después de que la propia CEC haya tenido que alertar de desinformaciones como que los contenidos “afirmando erróneamente que los votantes que optaron por el voto por correo recibieron papeletas en las que faltan algunos candidatos” eran falsos.
Foto de portada: caricatura en una valla publicitaria que muestra al presidente ruso Vladimir Putin tirando de las cuerdas de los fugitivos Ilan Shor (der.) y Vladimir Plahotniuc (izq.) y con la leyenda "Te piden tu voto" en la ciudad de Ungheni el 24 de septiembre de 2025. La exrepública soviética, enclavada entre Ucrania, devastada por la guerra, y Rumanía, miembro de la UE, ha advertido repetidamente sobre la injerencia rusa. Las autoridades moldavas afirman que el Kremlin está invirtiendo cientos de millones de euros para comprar cientos de miles de votos, instando a la ciudadanía a impedir el regreso al poder de "quienes ahora compran votos". Los moldavos votarán en tensas elecciones parlamentarias el 28 de septiembre. (Foto de Daniel MIHAILESCU / AFP)