Cada año desde 2004, el Ministerio de Sanidad activa el Plan de Altas Temperaturas para aumentar la protección frente al calor extremo entre mayo y septiembre. Este plan incluye un mapa con niveles de riesgo según las temperaturas umbrales que se alcancen en las distintas zonas del país, esto es, el punto del termómetro a partir del cual aumentan las enfermedades y muertes asociadas al calor. Históricamente, las zonas consideradas en el Plan han sido las 50 provincias y dos ciudades autónomas.
La novedad este año es que el Plan ofrece estas temperaturas umbrales en 182 zonas de meteosalud, regiones de cada provincia que tienen características climáticas uniformes y que son las mismas que utiliza la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para emitir avisos meteorológicos. Por ejemplo, si antes se ofrecía una temperatura umbral para toda la provincia de Cáceres (37 ºC), ahora hay una específica para cada una de las cuatro zonas de meteosalud: Norte de Cáceres (36,3 ºC); Tajo y Alagón (37,4 ºC); Meseta cacereña (36,3 ºC) y Villuercas y Montánchez (38,3 ºC). Si se alcanza esa temperatura umbral y se cumplen otros criterios, el ministerio activará en cada zona específica el nivel de riesgo para la salud que corresponda (1-amarillo, 2-naranja y 3-rojo).
Consulta en qué zona de meteosalud se encuentra tu municipio, qué temperatura umbral tiene y cuán raro es que se alcance esa temperatura.
Temperatura umbral: qué significa y cómo se calcula
Cada una de las zonas de meteosalud tiene asignada una temperatura umbral. Cuando se supera dicha temperatura, el riesgo de enfermedades y muertes crece significativamente, no sólo por causas directas como los golpes de calor o las insolaciones, sino también por causas indirectas, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias, crónicas y mentales, y por situaciones de salud que pueden empeorar con el calor como los tratamientos médicos o el consumo de drogas.
Para entender estas temperaturas umbral, hay que explicar que el impacto del calor no sólo depende de la temperatura del aire sino también de factores sociales y demográficos, por lo que todos deben tenerse en cuenta para tomar medidas de protección. Algunos ejemplos:
Las viviendas construidas en la campiña cordobesa suelen estar preparadas para el calor (aire acondicionado, aislamiento térmico, estructuras que dan sombra, ventilación…); las del Pirineo de Lleida, menos. Así, la temperatura umbral en la campiña cordobesa es 40,4 ºC y en el Pirineo es 28,6 ºC.
Las zonas con menor nivel adquisitivo están peor preparadas para el calor: cuentan con menos equipamientos en vivienda para mitigar el calor, como los aires acondicionados, o los usan menos por el coste de la electricidad
En áreas con lugares públicos para mitigar el calor (refugios climáticos) se soportan mejor las altas temperaturas
Zonas con más centros sanitarios (centros de salud, hospitales…) pueden responder mejor a las enfermedades relacionadas con el calor
Regiones que tengan más poblaciones con riesgo de enfermar por calor (ancianos, personas con enfermedades crónicas o en tratamientos médicos) pueden presentar más mortalidad por altas temperaturas
Hay áreas donde la población está más acostumbrada a las altas temperaturas —conocen las medidas de prevención, los protocolos de Protección Civil o saben a dónde acudir para pedir ayuda— y por tanto, presentan menos mortalidad por calor
Así, la temperatura umbral se ha determinado con un estudio del Instituto de Salud Carlos III donde analizan dos elementos: la mortalidad diaria por causas naturales en cada zona de meteosalud y la temperatura máxima diaria en la misma zona, todo ello entre los años 2009 y 2018.
En cada zona de meteosalud existen unos niveles de fallecimientos considerados ‘normales’ o esperados, que dependen de los factores sociales y demográficos. Pero, cuando hay una variable externa que impacta (en este caso, las altas temperaturas), los fallecimientos aumentan. Mediante un modelo matemático se puede calcular cuál es esa temperatura clave, la temperatura umbral, a partir de la cual la mortalidad aumenta de manera considerable.
Por qué no es lo mismo una ola de calor que la temperatura umbral de las zonas de meteosalud
Básicamente, porque los umbrales de temperatura que influyen en la mortalidad son generalmente menores (con excepciones) a los que siempre ha considerado la AEMET para definir una ola de calor a nivel meteorológico. En números, las temperaturas de las zonas de meteosalud están entre el 24% y el 2% de las más extremas para cada zona, mientras que las temperaturas de las olas de calor siempre están entre el 5%.
Como hemos explicado en Maldita.es, una ola de calor es un periodo de temperaturas excepcionalmente altas que duran varios días y afectan a una superficie importante de la geografía del país. La AEMET define una ola de calor con tres condiciones:
Duración: un episodio que dure al menos tres días consecutivos
Intensidad: Se registran temperaturas máximas que se encuentran entre el 5% de las más cálidas de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000
Extensión: como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran estos valores
Estas condiciones no necesitan de factores sociales o demográficos ni de datos sobre mortalidad: únicamente tiene en cuenta el calendario, la temperatura y la estadística. Es por esto que no son iguales las temperaturas que fijan una ola de calor respecto a las del Plan de Altas Temperaturas del Ministerio de Sanidad.
Por este motivo, los mapas de este artículo incluyen también el dato del percentil, que indica cuán extrema es la temperatura umbral de la zona de meteosalud respecto al periodo 1971-2000. Dicho de otra forma: cómo de raro es que se alcance la temperatura a la que aumenta considerablemente la mortalidad. Un percentil más bajo quiere decir que es más frecuente que se alcance la temperatura en ese territorio.
Por ejemplo, es mucho más probable que en la zona de Sol y Guadalhorce, en Málaga, se alcance la temperatura umbral de 32,1 ºC que llegar a los 35,2 ºC de temperatura umbral en La Gomera, en Canarias. Lo sabemos porque este segundo caso se encuentra en el percentil 98, esto es, está en el 2% más extremo de las temperaturas registradas en esa zona, mientras que el primer caso se encuentra en el percentil 77, en el 23% de las más extremas para ese área.
Primera fecha de publicación de este artículo: 19/06/2024