Con dos días de retraso sobre el calendario original, la COP27 celebrada en Egipto, una serie de negociaciones y reuniones internacionales relacionadas con la crisis climática, ha acabado. Desde el 6 de noviembre hasta la madrugada del 20 se ha negociado, entre otros aspectos, un acuerdo de financiación sobre pérdidas y daños. Os resumimos los hitos y acuerdos clave de la COP27 y también sus principales ausencias.
Un fondo financiero para pérdidas y daños, aunque sin concretar
La madrugada del domingo 20 de noviembre se ha logrado un “acuerdo decisivo” sobre un nuevo “fondo de pérdidas y daños para los países vulnerables más afectados por desastres climáticos”, ha anunciado la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (UNFCCC por sus siglas en inglés). Pero no aclara ni quién recibirá el dinero, ni cuánto, ni quién ni cómo pagará.
El concepto pérdidas y daños describe los impactos del cambio climático que no se han evitado o no pueden evitarse mediante la mitigación o la adaptación. Las causas pueden ser tanto fenómenos repentinos como inundaciones y acontecimientos de evolución lenta como la desertificación. Además, el concepto de pérdidas y daños incluye las pérdidas económicas y las no económicas, como aquellas producidas en la salud humana, en la herencia cultural y en la biodiversidad, como ya hemos explicado en Maldita.es
“La creación de un fondo de pérdidas y daños es una gran noticia, más después de que año tras año esta demanda de necesidad fuera negada por los países desarrollados. La COP27 ha sido la primera conferencia en la que el fondo de pérdidas y daños se ha puesto en la agenda de negociación y se ha adoptado inmediatamente en un ambiente de consenso político. La cuestión ahora es práctica y de implementación: que los medios financieros igualen los compromisos políticos (dado que, de momento, la financiación para el cambio climático ha dejado mucho que desear)”, ha declarado a Science Media Centre España Vanesa Castán Broto, catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y experta del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Menos optimista es Ernesto Rodríguez Camino, meteorólogo superior del Estado y vicesecretario de la Asociación Meteorológica Española: “Lamentablemente, el desarrollo y normativa de este acuerdo se pospone para la siguiente COP. Aunque este punto del texto final había levantado muchas expectativas, su formulación final ha permitido al menos fijar un punto de partida para dar contenido y forma en sucesivas negociaciones a las compensaciones a los países más afectados por los efectos del cambio climático”.
Se mantiene el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC
Antes de la COP27, ONU Cambio Climático publicó un informe que concluía que si se cumplen las promesas climáticas de los firmantes del Acuerdo de París, cuya meta es limitar el calentamiento global “muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C”, la subida global de temperatura será de en torno a los 2,5 ºC para finales de siglo. Pese a la improbabilidad de limitar la subida de temperaturas en los 1,5 ºC y después de que algunos países propusieron abandonar este objetivo se ha seguido negociando con el límite de 1,5 ºC en mente. Incluso Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, llegó a amenazar con marcharse de las negociaciones si se renunciaba al límite de 1,5 ºC.
Este es uno de los aspectos positivos de la COP27 para Carlos de Miguel Perales, abogado y profesor de Derecho Civil y del Medio Ambiente en la facultad de Derecho de ICADE (Universidad Pontificia Comillas). El jurista también acoge favorablemente la resolución de implementar una “transición ambiciosa, justa, equitativa e inclusiva hacia un desarrollo bajo en emisiones y resiliente al clima” y el destacar la importancia que tienen ciertos colectivos, como los pueblos indígenas, las comunidades locales, las ciudades y la sociedad civil, incluyendo las mujeres, los jóvenes y los niños, en declaraciones a Science Media Centre España.
Timmermans ha reconocido que el acuerdo alcanzado no bloquea el camino hacia los 1,5 ºC pero “pone barreras innecesarias en el camino” y permite a los países “ocultarse de sus responsabilidades”. Más allá de la declaración final, la organización Ecodes ha recopilado 36 acuerdos políticos anunciados durante la COP27, incluyendo la alianza lanzada por España y Senegal sobre la sequía que ya explicamos en Maldita.es.
No se refuerza el lenguaje contra combustibles fósiles
Otra de las principales conclusiones tiene que ver con las palabras utilizadas en los documentos oficiales para referirse a los combustibles fósiles. En la COP26 de Glasgow (Reino Unido) se logró en la declaración final una mención a la “reducción progresiva” del carbón no mejorado (un carbón no tratado previamente para contaminar menos) después de que la India lograse modificar a última hora el original “eliminación progresiva”.
Sin embargo, la COP de 2022 no ha logrado endurecer este lenguaje ni ampliarlo a otros combustibles fósiles. Sí se ha acordadola necesidad de avanzar en el despliegue de las energías renovables antes de 2030 y la necesidad de invertir cuatro trillones de dólares al año para conseguir las emisiones netas para 2050. Lo ha explicado en El País Manuel Planelles, ya que las decisiones se deben tomar por unanimidad entre todos los países participantes, incluyendo los productores de combustibles fósiles.
“Se hacen referencias claras a la importancia de las energías renovables, pero no se ha podido acordar el lenguaje sobre el abandono de los combustibles fósiles por las reticencias de algunos de los países productores”, en palabras de María José Sanz, directora del BC3 Basque Centre for Climate Change y presidenta de la Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu (SOMMa), a Science Media Centre España. Carolina Gabarró, investigadora del departamento de Oceanografía Física y Tecnológica del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), ha declarado a la misma oficina de comunicación que es “muy desalentador ver que no se consigue frenar el uso de los combustibles fósiles”.
No aumenta la ambición
La declaración final de la COP tampoco recoge que en 2025 se deba llegar al máximo de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, tal y como estableció el IPCC para poder cumplir el límite de 1,5 ºC. Según El País, varios países buscaban que el texto explicitase que hay que bajar las emisiones a partir de ese año pero no han logrado el consenso necesario. “La Unión Europea vino aquí para conseguir un lenguaje fuerte y estamos decepcionados por no haberlo conseguido”, ha declarado Timmermans.