En Maldita.es hemos resuelto muchas de vuestras dudas sobre los ojos: por qué se producen los tics, qué trucos sirven para que no te piquen al cortar cebolla o si hay ejercicios para lograr una visión más nítida. Ahora nos habéis preguntado si la contaminación puede provocar derrames oculares. Aunque la polución puede causar picor o enrojecimiento de los ojos, no hay evidencias de que pueda desencadenar esta afección.
Un derrame, también llamado hemorragia subconjuntival, ocurre cuando aparecen una o más manchas de sangre en la parte blanca del ojo. Ana Belén Cisneros del Río, vicedecana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL), explica a Maldita.es que se produce cuando “la sangre sale de uno de los pequeños capilares externos del ojo y queda atrapada entre la esclera (la parte blanca del ojo) y la conjuntiva (una membrana transparente que recubre el globo ocular y la cara interna de los párpados) durante varios días”.
Entre las causas conocidas de los derrames oculares, los expertos consultados no mencionan la polución. En Maldita.es ya os hemos explicado con todo detalle cómo la contaminación afecta a nuestra salud ocular.
“En todo caso, la contaminación podría provocar hiperemia, que es la forma más habitual de ver un ojo rojo”, afirman desde la Delegación de Galicia del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas (CNOO) a Maldita.es.
Según explican, en la hiperemia se produce una vasodilatación de los vasos sanguíneos conjuntivales a raíz de la irritación del ojo, pero no hay sangrado. Por ejemplo, puede ocurrir por una reacción alérgica o a un producto químico o ante la entrada de un cuerpo extraño.
En cambio, los derrames oculares pueden producirse después de realizar algún esfuerzo, tal y como explican desde el CNOO. Por ejemplo, tras un parto, un estornudo muy fuerte o una tos intensa y persistente. Esto se debe a que la presión sanguínea en las venas crece rápidamente durante un corto espacio de tiempo, “lo que puede hacer que se rompan capilares venosos produciendo la mancha rojiza típica del derrame”.
Un traumatismo ocular también puede causar esta hemorragia. Así lo indica la Academia Estadounidense de Oftalmología, que subraya que incluso frotarse los ojos muy fuerte puede hacer que se rompan capilares.
Entre las causas menos comunes de los derrames, el organismo también menciona la diabetes, la presión arterial alta, el consumo de determinados medicamentos o algunos problemas de coagulación sanguínea.
Un artículo publicado en la revista científica Clinical Ophthalmology indica que en los jóvenes, los principales factores de riesgo de este tipo de hemorragia son los traumatismos y el uso de lentes de contacto; mientras que, en los ancianos, son más comunes algunas enfermedades como la hipertensión o la diabetes.
Los derrames oculares generalmente son inofensivos y suelen curarse por sí solos, según la Academia Estadounidense de Oftalmología. Pero si tienes el ojo irritado, el organismo sugiere usar lágrimas artificiales. Si tienes hemorragias subconjuntivales con frecuencia, lo más aconsejable sería acudir a un especialista.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.