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Qué sabe la ciencia sobre el cambio de hora: efectos en la salud, el bienestar e impacto en el ahorro energético

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  • Estudios e informes han analizado cómo afectan los cambios de hora a la salud, al estado de ánimo y a la economía
  • Algunos trabajos científicos apuntan a que estos cambios se vinculan a más ictus, infartos, peor bienestar y peor sueño, aunque todos coinciden en que hace falta hacer más análisis
  • El ahorro energético por los cambios de hora en Europa es mínimo, según la Unión Europea, aunque puede ser distinto según la zona geográfica

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El último fin de semana de octubre, nuestros relojes se atrasan una hora (a las tres serán las dos) que volvemos a adelantar en el último fin de semana de marzo (a las dos serán las tres). Este movimiento de manecillas hace que en el invierno del hemisferio norte podamos ‘adelantar’ el amanecer y distribuir las horas de sol conforme a nuestra actividad diaria. En verano, por otro lado, ‘atrasamos’ la hora del atardecer y, en teoría, ahorramos el consumo energético asociado a la iluminación al ajustar las horas de sol a nuestras horas de actividad humana.

¿Qué dice la literatura científica sobre el cambio de hora? ¿Cómo afectan estos 60 minutos de diferencia a nuestra salud y a otros aspectos de la vida? Recopilamos algunos estudios y metaanálisis que han investigado esto.

Significativamente más ictus con el cambio de hora

Una investigación publicada en noviembre de 2016 observó cómo cambiaba las hospitalizaciones por accidente cerebrovascular isquémico (un tipo de ictus) en Finlandia después del cambio de hora. El estudio, que recopiló datos de 2004 a 2013, comparaba los ingresos hospitalarios de la semana después del cambio horario con los ingresos que se producían por este mismo problema de salud dos semanas antes y dos semanas después.

El estudio apunta a una asociación entre el cambio de hora y estas hospitalizaciones, ya que el número de personas ingresadas dos días después del cambio era significativamente más alto de la media. Con estos datos, el trabajo dice que el cambio de hora sí puede tener incidencia en la salud, especialmente en personas ancianas y con otras enfermedades previas. 

Esto no significa que el cambio de hora sea el que produzca estos ictus, sino que la alteración del ritmo circadiano (nuestro reloj biológico) que provoca el cambio de hora es importante. Está demostrado que una disrupción del reloj ‘interno’ se asocia a desarrollar más problemas de salud como los accidentes cerebrovasculares. 

Un mayor riesgo “modesto, pero significativo” de infartos tras el cambio

Un metaanálisis publicado en marzo de 2023 exploró cómo cambiaba la incidencia de los infartos agudos de miocardio tras las semanas de los cambios de hora en Estados Unidos. El artículo, que recopila datos de más de 115.000 personas, recoge datos sobre si el número de enfermedades cardiacas era similar en el cambio de verano que en el de invierno.

En sus conclusiones, el análisis dice que el riesgo de infartos de miocardio aumenta “de manera modesta, pero significativa” tras los cambios horarios, “lo que apoyaría las propuestas que plantean interrumpir estos cambios horarios”. No obstante, la investigación señala que hacen falta más estudios para valorar otros factores que puedan estar afectando a un mayor riesgo de infarto.

Los cambios de hora de verano tienen un impacto negativo en el bienestar y en la calidad de sueño

Una pequeña investigación publicada en enero de 2014 estudió el impacto del cambio de hora de verano en la sensación de bienestar individual. Usando datos de una encuesta alemana, encontraron evidencias de que la transición de marzo influye negativamente en la satisfacción vital y el estado de ánimo, siendo los hombres empleados a tiempo completo quienes se ven más afectados.

El estudio concluye que la transición horaria tiene un impacto notorio en el bienestar y que esto podría explicar la oposición ciudadana a mantener los cambios de hora.

Por otro lado, un estudio publicado en noviembre de 2007 analizó los patrones de sueño de 55.000 personas para observar cómo impactan los cambios de hora de verano e invierno y cómo se percibe cada transición. Una segunda parte del estudio analizó la calidad de sueño de unos 50 participantes después de esos periodos. 

La investigación observó que la adaptación al cambio horario de octubre resultaba más fácil que el de marzo, en el que la mayoría de personas ajustaba su despertar unos cinco días después de la transición. Sin embargo, en el cambio de marzo se observaban disrupciones en la hora de levantarse hasta dos semanas después. 

El ahorro de energía del cambio de hora parece ser mínimo, aunque depende de la localización geográfica

Uno de los argumentos a favor del cambio es que trae consigo un ahorro energético. Sin embargo, la propuesta de directiva de la Unión Europea señala que este ahorro “es mínimo”, aunque puede variar por la zona geográfica. 

La propuesta recoge análisis de países de la UE en el que estiman cuántos gigavatios hora y millones de euros se ahorra en el cambio de hora de marzo: 

  • En Italia, el gestor de la red de transporte de electricidad (GRT) Terna señaló en 2016 que el ahorro que supone el cambio representa unos 580 GWh, lo que se traduce en unos 94,5 millones de euros.

  • En Francia, la agencia del medioambiente y gestión de la energía (ADEME) la cifraba en 2010 en 440 GWh, mientras que la empresa francesa de generación y distribución eléctrica EDF estimó en 1995 que el ahorro es de 1.200 GWh.

  • En Alemania van más allá y aseguran que el ahorro energético es “irrelevante” puesto que lo que no se gasta en iluminación no compensa el gasto de energía asociado a actividades de ocio.

  • En España, el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) cifró este ahorro en una reducción del 5% del consumo energético, lo que equivale a unos 300 millones de euros.


Primera fecha de publicación de este artículo: 30/10/2021

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