“Optimismo británico. El mejor del mundo”, dice un tuit junto a la foto de un tejado con placas solares bajo un cielo nublado. El tuit es de una cuenta humorística, pero ¿realmente son ingenuos los británicos por utilizar energía solar en un país con tantos días nublados? Que haya nubes no implica que no haya luz solar. Incluso con nubes, las placas solares siguen generando energía, aunque en menor cantidad, explica el técnico de Patrimonio Forestal Manuel Acevedo.
Las placas solares también aprovechan la radiación solar difusa, que atraviesa la capa de nubes
Los paneles fotovoltaicos están formados por celdas o células solares que transforman la luz que reciben del sol en energía eléctrica. Esta energía no proviene solo de la luz visible, también de otras longitudes de onda que pueden penetrar la capa de nubes.
Es lo que se conoce como “radiación difusa” porque los rayos de sol no inciden directamente sobre los paneles solares sino que atraviesan nubes o niebla. Como las células solares pueden captar también este tipo de radiación “incluso en días nublados o lluviosos, las placas siguen generando energía”, informa la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Así que sí, incluso en días nublados seguirán generando energía solar, aunque en menor cantidad.
Sin embargo, es cierto que “el rendimiento esperable un día nublado no se acerca ni con mucho al de un día soleado en el que no haga mucho calor, que es cuando la placas tienen mayor rendimiento”, responde Manuel Acevedo, técnico de Patrimonio Forestal en la Diputación de Huelva, a una pregunta formulada en La Dudoteca. No sólo las nubes reducen el rendimiento de las placas solares, también otros aspectos, como una temperatura elevada, producen ese efecto. Por eso el mayor rendimiento se da en días soleados fríos y despejados, aunque la mayor cantidad de energía se obtenga en verano al haber más horas de sol.
Las nubes reducen la producción de energía de forma muy variable
Como decimos, aunque no impidan su funcionamiento, las nubes sí disminuyen el rendimiento de los paneles solares de forma muy variable dependiendo de varios factores: cuántas nubes haya (no es lo mismo un día completamente nublado que uno despejado con algunas nubes) y de qué tipo (si son nubes más o menos densas, más o menos altas…), la época del año, puesto que la temperatura y las horas de sol también influyen, o el tipo de placas.
Es más, en el rendimiento de las placas influyen también la temperatura, la humedad, la acumulación de polvo... y esto repercute en la planificación de la producción de energía a nivel nacional. Por eso, la comunidad científica analiza cómo incorporar esta variabilidad en sus sistemas de predicción.
Según un gráfico publicado en la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en 2021, el paso de nubes sobre los paneles fotovoltaicos situados en tejados puede reducir hasta un 20% la producción de electricidad. Pero en días completamente nublados puede ser distinto. La empresa del sector fotovoltaico Cambio Energético midió la energía que generaban sus paneles en una zona residencial y otra industrial en días soleados y nublados de verano e invierno.
En la zona residencial, el rendimiento se redujo un máximo del 96% en enero y un máximo del 46% en julio con la presencia de nubes. En la zona industrial, la reducción máxima fue del 88% y del 35% en los mismos meses. Pero también había horas del día donde la diferencia de producción era muy pequeña, del 5%. Es importante recordar que, aunque se redujera la producción, las placas seguían cubriendo todo o parte del consumo durante las horas de sol en la mayoría de los casos. Cambio Energético no explicaba si estos paneles contaban o no con un sistema de baterías.
Por otro lado, siguiendo con instalaciones industriales, en una prueba realizada en 2020 por la AIE en una de las mayores plantas fotovoltaicas flotantes del mundo, situada sobre un embalse hidroeléctrico en Indonesia, las diferencias de producción de los paneles solares entre los días soleados de la época seca (abril a octubre) y los días nublados de la época húmeda (noviembre a mayo) fueron de entre un 35% y un 60%.
Como decimos, la pérdida de energía durante días nubosos va a depender de muchos factores, entre ellos el tipo y altura de las nubes: cuanto más altas sean las nubes, más cantidad de luz solar dejan pasar. También de la estación del año: la mayor cantidad de energía se genera en verano porque hay más horas de sol, indica el técnico de telecomunicaciones David Medrano.
“Uno de los puntos más importantes para medir el rendimiento del panel es la temperatura: cuanto más calor se acumula en el panel, menor rendimiento tiene. De ahí que las mayores potencias (kW) de generación se den en nuestro país en primavera, aunque la cantidad de energía (kWh) se dé en verano al tener más horas de sol”, apunta el experto. Influye también el tamaño de las celdas solares: cuánto más grandes sean más luz captarán incluso con nubosidad, según explica Cambio Energético.
“Curiosamente, las nubes a veces incluso pueden ayudar a generar más potencia de la nominal, ya que podemos estar recibiendo luz directa del sol en la zona despejada y rayos de luz reflejados en nubes cercanas y así recibirá más cantidad de energía que la del test (1kW/m2)”, añade Medrano.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Manuel B. Acevedo Pérez, experto en ciencias ambientales.
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