Al buscar “hidrógeno” en TikTok aparecen vídeos sobre nuevos modelos de coches propulsados por hidrógeno, ejemplos sobre cómo se recargan y múltiples comentarios sobre si este gas será el futuro del transporte ligero. Como es fácil perderse con una tecnología aún en desarrollo, te damos tres claves para que no te la cuelen con el hidrógeno aplicado al transporte, basándonos en expertos, informes oficiales y la literatura científica.
La primera es que no todo el transporte con hidrógeno es no contaminante: los vehículos con pila de combustible de hidrógeno tienen muy bajo impacto ambiental, pero los modelos que queman hidrógeno directamente en el motor emiten gases NOX, importantes contaminantes atmosféricos. También depende del origen del hidrógeno, que debe ser verde para que podamos considerar al vehículo en cuestión como no contaminante.
En segundo lugar, debido a la baja eficiencia del hidrógeno (se requiere quemar mucho H2 para generar algo de energía), lo ideal es usarlo para el transporte pesado: a día de hoy ya se emplea (en casos contados) en trenes, camiones y autobuses de hidrógeno. Por último, los coches con hidrógeno (transporte ligero) suscitan mucho interés, pero de momento no pueden sustituir al coche eléctrico.
Pila de hidrógeno o combustión directa de hidrógeno: distinto impacto ambiental
“Hay dos posibilidades de usar hidrógeno en el transporte: a través de una pila de combustible o método electroquímico y a través de la combustión directa del hidrógeno”, explica a Maldita.es el doctor en pilas de hidrógeno Carlos Bernuy-López. Los vehículos de pilas de combustible no tienen emisiones contaminantes: se emite agua líquida en cantidades pequeñas, por tanto su impacto ambiental está ligado al tipo de hidrógeno que se usa o los materiales de fabricación.
“Por otro lado, cuando quemas hidrógeno en un motor de combustión o en una turbina, la combustión no la haces con oxígeno puro sino con aire, donde hay presencia de nitrógeno. Así que se producen los famosos óxidos de nitrógeno (NOX)”. Los gases NOX son uno de los principales contaminantes atmosféricos. Se generan al quemar combustibles y participan en la formación de ozono troposférico, que puede desencadenar problemas respiratorios graves.
Por último, hay que volver a los colores del hidrógeno según su origen: para que un vehículo de hidrógeno sea realmente limpio, debe usar hidrógeno verde (el obtenido del agua, usando energías renovables). Si el hidrógeno es gris o azul, por ejemplo, para obtener el hidrógeno que rellena los depósitos se habrá emitido dióxido de carbono.
Camiones, autobuses, trenes, barcos y aviones con hidrógeno: cuál es su desarrollo
“Si planteamos el hidrógeno en el transporte tenemos que pensar en sus aplicaciones finales porque el gran problema del hidrógeno es su menor eficiencia. Se pierde energía cuando lo produces, se pierde energía cuando lo almacenas, se pierde energía cuando lo usas... Por eso, el H2 es muy competitivo en aplicaciones de grandes distancias, porque puedes usar un tanque más grande”, explica Bernuy-López.
En diferentes países ya se está trabajando en modelos de furgonetas, camiones, autobuses, trenes y barcos impulsados por hidrógeno, principalmente usando pilas de combustible, según el informe anual sobre hidrógeno de la Agencia Internacional de la Energía de 2023. En cuanto a la aviación, se ha propuesto hacer aviones de combustión directa de hidrógeno, aunque la alternativa más viable actualmente son los combustibles sostenibles de aviación o SAF, que tiene ventajas y desventajas.
El futuro cuestionable de los coches de hidrógeno: los eléctricos actuales muestran más ventajas
Tanto los coches de batería como los de pila de combustible de hidrógeno son coches eléctricos, pues “la pila de combustible lo que hace es producir electricidad para mover un motor eléctrico”, remarca Bernuy-López. Los coches que queman hidrógeno de forma directa en un motor, como hacen los diésel o gasolina, sí serían coches de hidrógeno propiamente dichos ¿Son estas tecnologías el futuro de la movilidad ligera por encima de los eléctricos de batería? Es muy cuestionable, según dos estudios comparativos y dos expertos.
En este estudio publicado en 2023, investigadores de las universidades de Xiamen y de Finanzas y Economía del Sudoeste, en China, comparan vehículos eléctricos de batería y de pila de combustible de hidrógeno en cuanto a sus fuentes de energía, el almacenamiento y transporte del combustible, la construcción de infraestructuras de suministro y su coste y uso. Concluyen que los turismos eléctricos de batería tienen más ventajas en economía, seguridad e impacto medioambiental que los de pila de combustible de hidrógeno.
Según los autores, las pilas de hidrógeno tienen varios obstáculos “insalvables a corto plazo”: producir hidrógeno es caro, almacenarlo es muy complicado y la infraestructura de recarga es muy costosa. Por otro lado, las baterías aún requieren “grandes esfuerzos” para mejorar la carga rápida y acelerar la instalación de puntos de recarga. Son conclusiones muy similares a las de este otro estudio realizado en 2017 por investigadores británicos e irlandeses: los eléctricos de batería eran una tecnología más viable en ese momento, aunque aún hay retos para ambas tecnologías.
“Los eléctricos de baterías proporcionan soluciones más eficientes. El problema es que [para producir el hidrógeno verde que alimente las pilas] uses una electricidad que pueda emplearse mejor de forma directa”, explica Bernuy-López. Además, “todo va a depender del precio de la molécula de hidrógeno verde” y “la facilidad que tengas para obtenerla. Esto va a ser muy diferente en distintos países por diferentes razones, pero la fundamental es que necesitas mucha energía y lo más barata posible”. Si en unos años España empieza a tener un excedente de energía renovable “muy grande”, podrá plantear el H2 para usos no prioritarios, como los coches.
También importa el tiempo que usamos el coche. Como hemos explicado, el hidrógeno es óptimo para vehículos que recorren largas distancias. “El coche que usamos a diario para hacer 10-15 km lo mejor sería eliminarlo y usar otro tipo de transporte. Si al final acabamos usando menos coches y más tiempo, mejor, y si esto favorece al coche de hidrógeno, tampoco habría motivo para oponerse”, opina Bernuy-López.
Sobre seguir usando el coche aunque con otras tecnologías frente a usar transportes más sostenibles, este estudio encontró que un cambio modal hacia autobuses eléctricos y de hidrógeno en Reino Unido conllevaba menos emisiones que reemplazar la flota de coches convencionales por eléctricos.
Patrick Plötz, un experto del Fraunhofer Institute for Systems and Innovation Research en Alemania, publicó un comentario en la revista científica Nature en 2022 explicando por qué considera que el hidrógeno “no jugará un papel relevante en el transporte sostenible por carretera”. Como hemos explicado en Maldita.es, un comentario no es un estudio científico, sino un trabajo sobre un tema concreto no necesariamente revisado por pares, pero que analiza datos para fundamentar sus conclusiones.