“Los aviones nos lanzan yoduro de plata”, “AENA controla la información de los aviones que nos rocían”, “Es probable que sea un avión militar o mercenario totalmente camuflado como avión comercial”... No son pocos los mensajes que difunden, sin pruebas, la teoría de la conspiración de los chemtrails: una narrativa que asegura que se estaría rociando a la población con sustancias químicas de la que no existe ninguna prueba o evidencia científica.
Estas desinformaciones aseguran que en realidad algunos aviones no expulsan vapor de agua durante el vuelo (las estelas de condensación conocidas como contrails), sino que rociarían diferentes sustancias tóxicas con objetivos como esparcir enfermedades, causar infertilidad o controlar el clima. Para defender esta teoría, los desinformadores únicamente se basan en imágenes y vídeos de aviones sobrevolando un lugar o de estelas en el cielo.
En muchas ocasiones estos contenidos señalan a algún avión que tiene toda la apariencia de estar realizando un vuelo comercial, asegurando que se trata de un avión militar, o una nave camuflada para que no sospechemos. Pero gracias a los rastreadores de vuelo podemos consultar la información de los aviones que podemos ver a simple vista, incluidas naves militares, a través de su sistema de vigilancia. Una información pública y accesible para todo el mundo.
Los rastreadores de vuelo nos permiten ver información del espacio aéreo en tiempo real
Pero frente al “secretismo” del que hablan los desinformadores en esta narrativa, en realidad consultar la información de estos aviones es tan fácil como descargarse una aplicación en nuestro teléfono móvil. Son los conocidos como rastreadores de vuelos, programas que nos permiten consultar en tiempo real el espacio aéreo y conocer todo tipo de información sobre la nave, así como su ruta, velocidad y altitud, entre otros datos.
Por ejemplo, podemos consultar a través de la web portales como Flightradar24 o ADB-S Exchange. Estas plataformas nos permiten observar de un simple vistazo los aviones que están volando en nuestra zona, conocer cuál es el aeropuerto de origen y realizar un seguimiento detallado de cada nave. Por ejemplo, aquí puedes consultar en tiempo real el mapa generado por FlightRadar24.
Esta información es accesible para todo el mundo ya que es pública. La clave está en el Automatic Dependent Surveillance-Broadcast (ADS-B), un sistema de vigilancia con el que un avión determina su posición a través de la navegación por satélite y la emite en tiempo real en abierto (es decir, no es necesario solicitarla y la nave no registra quién accede a ella) para facilitar su seguimiento.
Este sistema se ha ido implementando poco a poco dentro del mundo de la aeronáutica en sustitución de los clásicos sistemas de radar, siendo su instalación obligatoria en Estados Unidos desde enero de 2020 y en algunas naves europeas desde diciembre de 2020.
Esta tecnología, que se está posicionando como estándar dentro del control del tráfico aéreo, se ha hecho popular y accesible a todo el mundo a través de los diferentes proyectos impulsados por entusiastas de la aeronáutica, gracias a la naturaleza abierta de estos datos. Cualquiera puede acceder a la información que emite el ADS-B a través de diversos receptores que se pueden comprar, y que incluso alguna plataforma de rastreadores de vuelo subvenciona para ampliar y mejorar su red.
Estos rastreadores también incluyen información sobre vuelos militares o privados
Y sí, estos radares también ofrecen información sobre naves militares y privadas, siempre y cuando tengan activados este sistema de seguimiento. Algunas plataformas como ADS-B Exchange aseguran que no bloquean aviones en los datos que recogen y que tampoco eliminan la información de ninguna nave. “Si emite en ondas públicas, lo compartimos”, asegura la plataforma.
“Los datos de posición que muestra ADS-B Exchange están al alcance de cualquiera que pueda gastarse 50 dólares y juntar las piezas. No es secreto. Las comunicaciones de voz del control del tráfico aéreo tampoco están encriptadas y contienen información similar (o más”, incide la página web.
Por ejemplo, el vuelo que realizó a Taiwán la expresidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos Nancy Pelosi en agosto de 2022 fue de los más seguidos de la historia en la plataforma FlightRadar24. Algunas páginas como PlaneFlightTracker han publicado guías sobre cómo seguir a aviones militares y tras el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania también se ha hecho un seguimiento del conflicto a través de estas herramientas. Esta tecnología también se ha empleado para seguir en tiempo real los viajes de personajes famosos como Elon Musk y su impacto en el medio ambiente, si bien este sistema ha levantado voces críticas que argumentan que esta herramienta vulnera la privacidad y la seguridad del espacio aéreo.
Con esta herramienta podemos observar que un Airbus A330-202 del Ejército Español partió en la mañana del 25 de abril de 2023 de la base aérea de Torrejón. También podemos ver que a la hora de redacción de este artículo, sobre las 11:20 hora local española, se encontraba a una altitud de casi 10.000 metros y que viajaba a unos 680 kilómetros por hora.
Como decimos, son muchos los rastreadores de vuelo que permiten hacer un seguimiento del espacio aéreo. Entre las herramientas más populares se encuentra FlightRadar24, que cuenta con una versión web así como aplicaciones en dispositivos Android y Apple. Otra alternativa es ADS-B Exchange, que mantiene una filosofía centrada en el trabajo de la comunidad y en ofrecer todos sus datos en abierto, y que también cuenta con aplicaciones web para dispositivos móviles.
Primera fecha de publicación de este artículo: 25/04/2023