“Venden en los supermercados Plátanos, Sandías, Pescado, Aguacates e incluso Helado artificial de Bill Gates” (sic). Frutas de goma, de toda clase, de todos los tamaños y colores. A esto es lo que apunta toda una narrativa que circula a través de distintas redes sociales: que estos vegetales y otros alimentos son “falsos”, “artificiales” o “de goma”. Para argumentarlo, comparten vídeos en los que se manipulan aguacates, plátanos y sandías, entre otros alimentos, con consistencias sospechosamente gomosas. Sin embargo, nada tiene que ver esta, la goma, con su composición o procedencia: la explicación está en el punto de maduración de las frutas y en cómo se comporta la química del fruto y su estructura celular a lo largo de su vida útil.
¿Aguacates de goma? Más bien recolectados antes de tiempo
Antes de responder si las frutas de los vídeos virales son o no de goma, “habría que ver si todos los casos son reales o no”, como propone a Maldita.es Iñaki Hormaza, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (IHSM La Mayora). En caso de ser frutos reales, hay que tener en cuenta que tanto el aguacate como el plátano son climatéricos, es decir, maduran después de su recolección.
“En el caso del aguacate, para que comience ese proceso de maduración, se necesita que el fruto haya alcanzado un estado de madurez fisiológica en el árbol. Este se consigue cuando la fruta llega a un contenido determinado de aceite”, explica Hormaza. En caso de recolectarse antes, no madurará adecuadamente. La consecuencia: “frutos con pulpa gomosa que nunca alcanzan una madurez de consumo” y cuya apariencia coincide con la de los aguacates que inundan TikTok. Es decir, cuando el aguacate no se madura de manera apropiada, permanece dura y elástica.
No estamos acostumbrados a dar con aguacates con esta consistencia (de ahí que nos resulte una apariencia extraña) porque, en palabras de Hormaza, la fruta de los supermercados normalmente se ha recolectado una vez que ha alcanzado en el árbol el grado de madurez fisiológica. De hecho, se suelen comercializar cada vez más “listos para comer”.
¿Qué papel tiene en todo esto la madurez de la fruta?
¿A qué se debe la consistencia de las frutas que se manipulan y toquetean en este tipo de vídeos? Lo cierto es que es algo que ocurre en muchas frutas y verduras por cómo se comportan las células vegetales durante el proceso de maduración.
Por norma general, la mayor parte del contenido de las frutas es agua. Esta se almacena en cada una de sus células gracias a unos orgánulos llamados vacuolas, que se comportan como una especie de bolsas. Cuanto más llenas de agua están, más presión ejercen contra la capa rígida que ‘envuelve’ el contenido de la célula, la pared celular. En biología, a esto se le conoce como turgencia.
Cuanta más agua contienen las células vegetales, “más turgente, más ‘inflada’” estará la fruta, como recuerda en TikTok el tecnólogo de los alimentos Rafael Carbajal. Sin embargo, con el paso de los días y según esta madura, la pared celular se deteriora y las vacuolas pierden ese agua inicial, consiguiendo conjuntamente que el fruto se reblandezca.
Es decir, en una fruta que todavía está verde, la cantidad de agua de las vacuolas será mayor y la pared celular será más rígida, por lo que su textura será más dura y turgente (puede que tanto como parecer de goma). Según se va perdiendo el agua, la consistencia puede tornarse más “gomosa”. Sobre los aguacates que circulan por redes sociales, “están en un punto en el que parece que están maduros [...] pero, en realidad, la pared celular no se ha terminado de deteriorar por completo, lo que le permite esa flexibilidad”, indica Carbajal.
En el caso de los plátanos, Carbajal explica que, cuando están verdes, tienen mayor cantidad de almidón y de fibra, lo que hace que estén más duros. Cuando estos van madurando, la fibra se empieza a romper en azúcares más simples, “y lo mismo pasa con el almidón, haciéndose más dulce y más blandito”. Por lo tanto, para estos vídeos, la explicación “podría ser la misma, al ser también el plátano un fruto climatérico: una recolección muy temprana hace que estos no maduren bien”, concluye Hormaza.
En Europa los alimentos deben pasar controles de seguridad antes de poder comercializarse
En la UE es obligatorio que todas las industrias que elaboran alimentos cuenten, además de con un sistema de prerrequisitos, con uno de análisis de peligros y puntos críticos de control (APPCC) a través del que controlar y prevenir los peligros relacionados con los alimentos.
Existen distintos tipos: los peligros químicos, en caso de que se detecten sobre el alimento, por ejemplo, restos de desinfectantes o de pesticidas; los biológicos, si hablamos de presencia de ciertas bacterias, insectos, roedores… Pero también los peligros físicos, aquellos en los que se mezclan con el alimento pequeños trozos de materiales como metal, tierra, arena, papel, cartón, plástico… y goma.
Esto quiere decir que, en el contexto de la UE, no solo no se permitiría que llegase un producto de goma al mercado alimentario (en este caso, la fruta), sino que la industria está preparada para detectar pequeños fragmentos de este material, impidiendo que llegue al consumidor.
